10:13 | Amazonas, jul. 1.
Por Moisés Aylas OrtizLa cuenca del río Santiago, ubicada en la provincia de Condorcanqui, región Amazonas, habría sido una importante zona de interacción intercultural ancestral. Así lo demostrarían los 23 objetos de cerámica hallados en la quebrada Apinkras en 2023 por pobladores de la etnia wampis de la comunidad de Villa Gonzalo, ubicada en el distrito de Río Santiago.
Así lo afirmó el arqueólogo de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), Anthony Villar Quintana, quien precisó que los objetos cerámicos, consistentes en 23 piezas en total incluyen 17 botellas, de las cuales se desconoce el líquido que habría contenido, dos fragmentos de vasijas restringidas con diseños incisos sobre superficies en altorrelieve y tres fragmentos de cántaros, fueron recogidos por los pobladores wampis y analizados por Villar Quintana en colaboración de Idelfonso Tii Impi y Junias Antich Petsa, pertenecientes a los pueblos y wampis respectivamente.
En diálogo con la Agencia Andina, el investigador sanmarquino refirió que los wampis manifestaron que dichos materiales fueron removidos por la crecida de las aguas que discurren por la quebrada y luego cuando bajó el caudal quedaron expuestos y ellos lo recogieron y les llamó la atención porque no los identificaban como propios y por ellos las guardaron para que un arqueólogo los vea y analice.
Sostuvo que su trabajo empezó con un reconocimiento de la zona donde se hallaron las evidencias arqueológicas y en este primer registro se identificó ciertas relaciones entre la quebrada Apinkras y otros sitios ubicados tanto en la cuenca del río Santiago y en otras áreas de los Andes y la Amazonía peruana, zonas donde se han realizado escasas investigaciones arqueológicas.
Villar manifestó a la Agencia Andina que los pocos trabajos arqueológicos publicados respecto a la cuenca del río Santiago corresponden al lado ecuatoriano (cuenca alta), donde Pedro Porras realizó importantes investigaciones enfocadas en Cueva de los Tayos, considerándolo como un espacio ceremonial de aproximadamente 1500 años a.C., con evidencias de una interacción entre distintos sitios de los Andes y la Costa. Este estudio confirma la presencia de culturas ancestrales en la zona y se han hallado evidencias de cerámicas similares a los descubiertos en Aprinkas.
Al respecto, Villar Quintana afirma que el estudio arqueológico de la quebrada Apinkras en el territorio actual de la comunidad wampis de Villa Gonzalo, resultan ser trascendentes para entender diversas dinámicas culturales. Precisó que esta zona de estudio se encontraba inserta dentro de una gran área de interacción por la presencia de sal, un ingrediente muy demandado en las culturas antiguas, principalmente en la Amazonía, en fechas aun no identificadas de manera precisa, pero ubicadas en un periodo o periodos entre los años 2000 a.C. y 400 d.C.
Respalda su hipótesis en que la presencia de los seis tipos de botellas identificadas en Apinkras y su distribución entre las cuencas de los ríos Santiago, Morona, Pastaza, Chambira y Napo, orienta a considerar una antigüedad en base a las consideraciones de distintos investigadores, las cuales oscilan entre los años 2000 a.C. y 400 d.C.
“De esta manera, la antigüedad de estas botellas (y probablemente las piezas con decoraciones impresas e incisas) procedentes de Apinkras correspondan a una o más fechas dentro de este lapso de tiempo”, subrayó.
Sin embargo, Villar considera que para corroborar la antigüedad de estos objetos sería necesario la realización de excavaciones arqueológicas y fechados.
El arqueólogo sanmarquino expresó su voluntad de investigar en la quebrada Apinkras y para ello es necesario pedir los permisos del Ministerio de Cultura y conseguir los fondos que contribuyan en los futuros trabajos de investigación que incluya el análisis de los distintos materiales arqueológicos. El mencionado estudio fue publicado recientemente en la revista científica
Pakamuros, la cual es de acceso público.
Investigación en Shoymal
Hace casi un año Anthony Villar, quien lideró un equipo de investigadores, dio a conocer la identificación de una secuencia cultural que se remonta a más de 4,000 años e indicios de una interacción entre la Amazonía, los Andes y la Costa peruana. Este importante hallazgo se realizó en el sitio arqueológico Shoymal, ubicado en una agreste zona boscosa del distrito de Chiliquín, provincia de Chachapoyas, departamento de Amazonas.
En Shoymal los arqueólogos hallaron muros que conformaban una gran plataforma compuesta por finos sillares pétreos con un promedio de 1.50 metros de largo. En estos muros se hallaron representaciones grabadas entre las que figuran serpientes, algunas con rostros sonrientes.
Anthony Villar expresó que, a través del estudio iconográfico de las imágenes plasmadas en los sillares y que se asemejan a las figuras plasmadas en otros sitios arqueológicos como Buenavista (Lima), Jaiva (Lima), La Galgada (Ancash), Huaca Prieta (La Libertad), Cerro Ventarrón (Lambayeque), Santa Ana La Florida (Ecuador), entre otros, se considera que el templo de Shoymal tiene una antigüedad entre los 4300 y 3850 años (2300-1800 a.C.).
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(FIN) MAO
Published: 7/11/2024