Por Yvonne VásquezComo casi todo lo relacionado al SARS-CoV-2, los estudios sobre el uso de protectores faciales para evitar que este virus se propague al exhalar o toser, aún no han escalado a una revisión o publicación científica primaria. Al respecto, especialistas señalan que es un complemento importante, sobre todo, para evitar el contagio a través de los ojos.
Mientras algunos especialistas confían en esta pieza transparente, tomando en cuenta su efectividad como parte del
equipo de protección personal (EPP), que utiliza el personal médico expuesto a pacientes de covid-19, otros creen que solo hay que apelar al sentido común.
No obstante, hay un punto intermedio: el ponerse un
protector facial es un buen complemento para el uso universal de la mascarilla en un contexto donde se deben relajar las restricciones sociales, aunque la incidencia del covid-19 aún permanezca.
“No reemplaza a la mascarilla, la complementa. Le da
protección al rostro en general, tanto para el contacto directo de las microgotas que transportan al coronavirus o también para otro tipo de contaminaciones”, señala a la
agencia Andina el doctor Alexandro Saco, director de Promoción de la Salud del Minsa.
Los puntos más convincentes sobre el uso de los protectores faciales se centran en que estas micas no requieren materiales especiales para su fabricación, son reutilizables y fáciles de colocar y, tal como lo señala el doctor Saco, ayudan a proteger todos los espacios de entrada del virus en el rostro.
Los más auspiciosos
“Los protectores faciales, que se pueden producir y distribuir de manera rápida y asequible, deben incluirse como parte de las estrategias para reducir de forma segura y significativa la transmisión en el entorno comunitario”, resume un artículo publicado en la revista de la Asociación Médica Americana, el pasado 29 de abril.
El documento estuvo a cargo de tres expertos, liderado por el doctor Eli Perencevich, especialista en el tratamiento de enfermedades infecciosas de la Universidad de Iowa. Su conclusión motivó un artículo del New York Times titulado “Ya nos habituamos a las mascarillas, ¿estamos listos para el protector facial?”.
Los autores se amparan en un anterior estudio de simulación donde se demuestra que los
protectores faciales reducen las exposiciones inmediatas, de cualquier virus, en un 96 por ciento en los trabajadores de la salud, simulado en un radio de 46 centímetros de una tos.
Han pasado dos meses de aquella afirmación y aún no hay estudios más profundos que la avalen en el contexto del coronavirus, aunque organizaciones como la Sociedad de Enfermedades Infecciosas de América (IDSA), sí han incluido entre sus recomendaciones el
uso de los protectores faciales, como parte de las medidas para aliviar el confinamiento.
Las mascarillas no protegen los ojos
Según la OMS, el contagio del SARS-CoV-2 es, principalmente, por las gotículas que transfiere una persona infectada a otra que se encuentra cerca. Esto, a través de las mucosas, presentes en la nariz y la boca, pero también a través de la conjuntiva, que se encuentra en los ojos.
Entonces, si la mascarilla facial solo cubre nariz y boca, hay una parte importante del rostro aún expuesta.
“Sin duda los ojos son un espacio de contacto”, subraya el doctor Alexandro Saco, y agrega que “los protectores faciales permiten un mayor control de la boca, la nariz y también de ojos, sobre todo en espacios cerrados”.
El uso de protectores también reduce la autoinoculación, “ya que evita que las personas se toquen lo ojos. Esa es la recomendación mayor para usar el
protector facial”, señala a la
agencia Andina el epidemiólogo Cristian Mejía, docente investigador de la Universidad Continental.
No siempre estamos de frente y no todos tienen mascarillas quirúrgicas
Incluso los promotores del
protector facial advierten que puede haber escenarios en los que este no sea tan efectivo, como cuando se mira de lado o por atrás, o en una diferencia de altura.
Tampoco hay investigaciones sobre qué tanto protege a terceros un protector facial, beneficio que sí tienen las mascarillas de tela quirúrgicas, que crean un sello alrededor de la cara.
El problema es que no todos pueden adquirir una mascarilla quirúrgica o de varias capas como las N95, por su costo y poca oferta en el mercado. Entonces, es cuando el protector facial es el mejor aliado.
Por otro lado, el doctor Perencevich, de la Universidad de Iowa, asevera que muchas personas, aunque tengan mascarillas con buen filtro protector, “las usan de manera incorrecta, a veces dejan la punta de la nariz expuesta o solo se cubren la boca”.
“Las personas también tienden a reajustarse las mascarillas con frecuencia o se las quitan para comunicarse con otros, lo que aumenta su riesgo de exposición al virus o de infectar a otros”, recalca.
Recomendaciones para el uso de protectores faciales
El
uso obligatorio de los protectores faciales para quienes utilizan el transporte público o asisten a lugares concurridos, como mercados y centros comerciales, forma parte de las medidas que promueve el Gobierno peruano para la ‘nueva convivencia’, y ha previsto distribuir
10 millones de unidades en espacios vulnerables.
El director de Promoción de la Salud del Minsa señala que el ministerio va a elaborar las normas técnicas necesarias para su fabricación. “Vamos a establecer criterios que garanticen su calidad”, asegura.
En ese sentido, el Minsa emitió la Resolución Ministerial N.º 447-2020-MINSA, en la que recomienda los pasos a seguir para un correcto uso de estos protectores. Lo primero, señala, es revisar que el escudo facial esté en buen estado.
Añade que, primero, debe colocarse la mascarilla. Luego el escudo facial que debe ajustarse para que no se mueva en el rostro. Posteriormente, retirar el protector hacia arriba y luego hacia atrás con los ojos cerrados, cuidando que la mascarilla no toque la cara.
A diferencia de las mascarillas, cuyo uso es limitado, los protectores faciales pueden ser imperecederos, si se cuidan y limpian correctamente. Por ello, el Minsa recomienda rociar un spray o sumergirlo en una solución de cloro, con alcohol u otro desinfectante.
Otros especialistas recomiendan que la mica debe extenderse por debajo de la barbilla, en sentido anterior; y hacia las orejas, lateralmente. De igual manera, que no haya un espacio expuesto entre la frente y el protector.
Por su parte, la doctora Pilar Mazzetti, jefa del Comando de Operaciones Covid-19, considera importante no tocar esta pieza con las manos que pueden estar contaminadas.
Aunque, añade que las manos también se pueden contaminar si se toca un protector que ha estado expuesto. “Si pongo el protector facial en la mesa, también”, advierte la neuróloga en Latina.
Por lo tanto, el adecuado lavado de manos, antes y después de coger el protector facial, así como todo lo expuesto a contagio, sigue siendo una medida esencial, que siguen recomendando los científicos para mitigar la pandemia.
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(FIN) YVCh/SPV
Publicado: 5/7/2020