Andina

Sunedu: filiales universitarias licenciadas sí cumplieron con exigencia establecida

Entidad califica de falsa información sobre favorecimientos a algunas instituciones educativas

Todas las filiales de la Universidad UTP fueron supervisadas antes del inicio de la pandemia. Esa casa de estudios logró el licenciamiento en el año 2019.

Todas las filiales de la Universidad UTP fueron supervisadas antes del inicio de la pandemia. Esa casa de estudios logró el licenciamiento en el año 2019.

15:16 | Lima, jun. 17.

Por Karina Garay Rojas

La Sunedu ratificó hoy que las licencias institucionales a las que aspiran las universidades y sus filiales son entregadas exclusivamente a las que cumplen con las condiciones básicas de calidad (CBC), entre las cuales se exige tener una infraestructura habilitada para el dictado de clases, desmintiendo así cualquier información que asegure no haber exigido los mismos requerimientos a todas las entidades educativas que pasaron por este riguroso proceso.

En un comunicado a la opinión pública, la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu) detalló cómo se realiza el proceso de licenciamiento de filiales y universidades sin estudiantes, haciendo mención especial al proceso realizado por la Universidad Tecnológica del Perú (UTP) y sus siete filiales, dos de ellas con alumnos y cinco sin ellos. 

Sunedu

En los últimos días han circulado en redes sociales diversas denuncias de un aparente proceso ilegal de otorgamiento de licencia institucional a esta universidad. De esta manera se habrían licenciado “cascarones”, que corresponden a sus seis filiales en Piura, Áncash, Arequipa, La Libertad, Junín e Ica. En dichas acusaciones se muestran edificaciones en proceso de construcción que certificarían una irregularidad en el proceso. 

En conversación con la agencia Andina, la institución desmintió dicha afirmación y sostuvo que todas las filiales sin alumnos que lograron el licenciamiento de Sunedu contaban, al momento de licenciarse, con la infraestructura necesaria para operar durante los dos primeros años y dictar clases a los estudiantes proyectados en ese lapso de tiempo, tal como lo exige la ley. 

Por esa razón se les otorgó la licencia institucional, incluso sin haber construido el 100% de la filial en supervisión.

Indicó que todas y cada una de estas sedes fueron visitadas de manera presencial en su momento tal como consta en cada uno de los expedientes, tal como exige las normas para universidades y filiales con estudiantes y sin ellos, dando cumplimiento a lo indicado por el Tribunal Constitucional, en la sentencia que ordenó la creación de la Sunedu. 

La Superintendencia aclaró que el trabajo técnico realizado para el otorgamiento de licencias institucionales para todas las universidades del país no privilegia a ninguna. De las 94 licenciadas, solo una pertenece a un conglomerado empresarial que supuestamente habría sido favorecido de forma irregular.


Para licenciar universidades y filiales sin estudiantes, la Sunedu exige que las universidades cumplan con las Condiciones Básicas de Calidad, entre las que se incluyen contar con infraestructura, equipamiento y docentes suficientes, que garanticen el servicio durante los dos primeros años. En todos estos casos se verifica que cuenten con un plan de implementación progresiva que garantice la sostenibilidad de sus programas en los siguientes años de la carrera. 

Dos en la misma situación

Durante el proceso de licenciamiento, 8 universidades sin estudiantes (7 públicas y 1 privada) fueron evaluadas y se licenciaron con estas exigencias, tal es el caso de la Universidad Tecnológica del Perú (UTP) y la Universidad Peruano Alemana (UPAL). 

La UTP fue licenciada el 12 de junio del 2019 mediante la Resolución del Consejo Directivo N.°081-2019-SUNEDU/CD. En dicho documento se le autorizó prestar el servicio en su sede principal y en siete filiales. Dos de ellas ya funcionaban y contaban con alumnos, las otras cinco (Piura, Chimbote, Ica, Trujillo y Huancayo) eran nuevas filiales y no tenían alumnos.

Sunedu

En cada una de ellas, Sunedu verificó el cumplimiento de las exigencias relacionadas a garantizar la provisión del servicio para los futuros estudiantes, durante los dos primeros años, de la misma forma como se procedió con las universidades públicas que se licenciaron sin contar con alumnos.

La Sunedu explicó que la UTP obtuvo su licenciamiento debido a que incrementó el porcentaje de docentes a tiempo completo de 4% a 26,6% y evidenció un impulso importante a la investigación. Aumentó el presupuesto para la Dirección de Investigación, que pasó de 498 mil soles en el 2016 a cerca de 5.7 millones de soles en el 2019. 

A la fecha de su licenciamiento, la universidad tenía nueve proyectos de investigación en curso y otros 35 que se proyectaban culminar este año.

La UTP, como otras casas de estudio que solicitaron su licencia y fueron evaluadas, tuvo que sincerar su oferta académica y es así que durante su proceso desistió de ofrecer cinco programas de pregrado y cuatro de posgrado (tres maestrías y un doctorado).

Sunedu

En relación a la Universidad Peruano Alemana (UPAL), los cinco programas iniciales de dicha casa de estudios fueron autorizados, previamente, por el Conafu en el año 2012. Posteriormente, para alcanza el licenciamiento, esta universidad reformuló su propuesta académica y presentó una nueva oferta cumpliendo las CBC exigidas. Sunedu evaluó 12,016 folios en 52 tomos, además de la verificación presencial.

Finalmente, la Sunedu aclaró que durante todo el proceso de licenciamiento a escala nacional, 21 universidades desistieron de 125 filiales (tanto licenciadas como denegadas), habiéndose licenciado únicamente 87 filiales de 29 casas de estudio superior. 

Durante el período de ventana en el que ingresó la solicitud de la UTP se presentaron 13 solicitudes de autorización de nuevas universidades y 48 solicitudes de autorización de filiales nuevas, de parte de 9 universidades. 

La institución exhortó a los estudiantes, padres de familia y la opinión pública a no dejarse sorprender por denuncias falsas que solo intentan poner en duda la evaluación técnica que realiza la Sunedu y darle una segunda oportunidad a la informalidad, que riñe con el derecho de todos los estudiantes a recibir una educación universitaria de calidad.

Más en Andina: 


(FIN) KGR/LIT 
JRA 


Publicado: 17/6/2020