El delantero Paolo Guerrero, que disputó el Mundial de Rusia 2018 con Perú, volvió hoy a los entrenamientos con el Flamengo pese a que desconoce si el club brasileño renovará su contrato, que vence en agosto, mientras que su
compatriota Miguel Trauco, insatisfecho en Brasil, no se presentó.
Guerrero lo hizo y fue sometido a un entrenamiento específico con el preparador físico del club más popular de Brasil, Fábio Eireas, pero Trauco no regresó a Río de Janeiro ni justificó su ausencia.
El lateral manifestó la semana pasada en Rusia su deseo de abandonar el Flamengo, en donde es poco aprovechado, y de fichar por algún club europeo. "Quiero salir del Flamengo, estoy incómodo", dijo a Efe el jugador.
El peruano aseguró que quiere continuar su carrera en Europa, en donde algunos clubes han manifestado interés, como el Toulouse francés, y que espera que su transferencia se concrete lo más rápido posible.
Guerrero también espera definir su situación debido a que el Flamengo aún no confirmó si pretende renovarle el contrato, que vence el 10 de agosto, ya que el peruano tan sólo pudo disputar el Mundial 2018 gracias a una cautelar del Tribunal Federal Suizo, que aún no definió si el delantero tendrá que cumplir el resto de su sanción.
Como consecuencia de la suspensión, el atacante tan sólo pudo disputar seis partidos con el
Flamengo este año. Ante la posibilidad de que la Justicia mantenga la suspensión, el Flamengo ya contrató al colombiano Fernando Uribe para ocupar esa posición en el resto de la temporada.