Masato Sakai es profesor de antropología cultural en la Universidad de Yamagata y director adjunto del Instituto de Investigación de la cultura Nasca en esa universidad, creado en 2012.
En julio del 2015, Sakai y su equipo de investigadores descubrió 24 geoglifos en Nasca, los cuales fueron considerados más antiguos que los famosos geoglifos del colibrí y del mono. Esos grandes trazos sobre el desierto se ubican a un kilómetro y medio al norte de la ciudad de Nasca, al sur de Perú, e incluyen lo que parece una llama y otras imágenes irreconocibles, cuya antigüedad se estima en 400 a 200 antes de Cristo, según los estudiosos.
El equipo de investigación liderado por Sakai inició su trabajo de campo sobre las líneas de Nasca en 2004. Hasta la fecha, se han descubierto alrededor de 50 geoglifos de la zona.
"Los geoglifos de Nasca están siendo afectados por la expansión de las áreas urbanas. Queremos preservarlos compartiendo su importancia con la población local", expresó Masato Sakai.
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