El fútbol macho, ese donde no caben delicadezas, donde no hay jugadores que cuidan las piernas, ese juego donde primero es la camiseta del barrio al que defiendes, volvió a apoderarse de Lima, más específicamente del jirón Parinacochas: el famoso Mundialito de La Victoria.
Durante dos meses,
116 aguerridos equipos de barrio disputaron la fase clasificatoria para llegar a la final que se juega en pleno corazón de La Victoria con 16 clasificados y que desde hace 68 años es toda una tradición cada 1 de mayo, Día del Trabajo.
La fiesta del fútbol de barrio convoca miles de aficionados que llegan desde la madrugada para ganar un sitio en las tribunas. Si no se llega a tiempo hay que resignarse a mirar de pie los partidos, pero eso no importa, lo que cuenta es ser parte de la tradicional fiesta deportiva e hinchar por los colores que representan al barrio.
A la par, los edificios de El Porvenir son también parte de las tribunas para disfrutar los partidos, donde no faltan las escaramuzas y los "agasajos" verbales.
Este año, el Mundialito de El Porvenir lleva el nombre de Daniel Peredo, el desaparecido periodista deportivo y narrador de fútbol que con su voz emocionó a propios y extraños durante los partidos que tras 36 años llevaron al Perú a un Mundial.
Un dato interesante es que durante este campeonato barrial no existen los empates a cero, pues, cuando eso sucede, el partido lo gana el equipo que cometió menos faltas, como una forma de incentivar el juego limpio. Solo la gran final se puede disputar por penales.
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(FIN) ART/ART
GRM
Publicado: 1/5/2018