El 24 de mayo de 1964, una tragedia en el Estadio Nacional de Lima cobró la vida de más de 300 personas y dejó más de 800 heridos, cuando se disputaba un partido entre las selecciones sub-20 de Perú y Argentina.
Era el duelo final que otorgaba la clasificación a los Juegos Olímpicos de Tokio 64, y la sección albiceleste ganaba por 1-0. A falta de seis minutos, la blanquirroja emparejó el marcador.
Sin embargo, el árbitro uruguayo Ángel Eduardo Pazos anuló el tanto del empate por considerarlo una acción inválida. Entonces los 47,197 asistentes alzaron su voz de protesta.
Uno de los enardecidos aficionados, Víctor Vásquez, conocido después bajo el apelativo de “Negro Bomba”, ingresó al campo de juego para hacer sentir su malestar desatando los hechos de violencia que fueron reprimidos por los efectivos policiales con bombas lacrimógenas.
La situación se tornó incontrolable cuando una estampida se produjo entre los miles de asistentes que intentaban abandonar el escenario deportivo y que se toparon con las puertas cerradas.
Al cumplirse 51 años, los peruanos aún no olvidan aquellos fatídicos pasajes que enlutaron la historia del fútbol nacional.
Perú - Argentina (Estadio Nacional, 1964) from Arkiv Peru on Vimeo.
(FIN) PVM/VVS
Publicado: 23/5/2015