La enfermera Edid Chumacero cruzó un crecido río y caminó por trochas para llegar a la provincia de Morropón, en la sierra de Piura, y salvar a un recién nacido.
Ni la torrencial lluvia ni la furia del río fueron impedimento para que Edid Chumacero Holguín, una enfermera natural de la sierra piurana, llegue al centro de salud de Pueblo Nuevo de Maray, en la provincia de Morropón, donde un recién nacido lloraba de dolor y requería atención médica.
Enterada del caso, Edid, nacida en el distrito de Pacaipampa, provincia piurana de Ayabaca, alistó sus cosas y partió en búsqueda de su pequeño paciente, reportó el diario El Tiempo de Piura.
Era el inicio de un frío amanecer. El río había crecido demasiado por las lluvias, las piedras golpeaban las piernas y las ramas de los árboles caídos se asomaban por entre las aguas. Sin embargo, Edid tenía un claro objetivo.
El desprendimiento de Edid al arriesgar su vida es la mejor muestra del amor que tiene por su profesión y la inmensa capacidad de solidaridad con los demás; en suma, una heroína de la salud.
Mientras avanza hacia el lugar donde está el bebé, alguien la fotografía y Edid sonríe. Para ella, ayudar es un acto natural.
En la foto se ve cómo el agua le cubre la mitad del cuerpo de Edid; en un brazo lleva colgado su maletín de medicinas y en la otra sus sandalias. Tiempo después llegaría hasta donde estaba el pequeño paciente y logró aplicarle el medicamento que necesitaba.
Edid Chumacero Holguín, quien presta servicios en la subregión de Salud Morropón-Huancabamba (sierra de Piura), sin duda ha dado una lección de vida.
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(FIN) JOT
Publicado: 26/2/2019