A poco más de dos horas de la ciudad de Arequipa, se presenta imponente el Santuario Nacional Lagunas de Mejía, con una extensión de 690.6 hectáreas. Fue declarada en 1984 como área natural protegida con el objetivo de proteger la fauna ornitológica migrante y endémicas, así como su flora silvestre típica de los ecosistemas acuáticos del litoral.
Es el único refugio de vida de miles de aves migratorias en el extremo sur peruano. Se presenta como uno de los mejores hábitats paras las aves residentes y, sobre todo, para aquellas aves migratorias en sus diferentes rutas. Alberga a 209 especies de aves, las cuales corresponden al 59.5 % de las especies registradas en la región Arequipa. De estas, 89 especies las podemos encontrar durante todo el año. También cuenta con nueve especies de garza en la región costera.
Los censos mensuales realizados en el humedal arrojaron que las poblaciones de aves oscilan entre 15,000 hasta más de 120,000 individuos en épocas de migración.
Entre ellas destacan las endémicas choca pico amarillo y el fringilo apizarrado. Además, brinda refugio a las mayores densidades poblacionales de polla de agua y pato colorado del mundo. Asimismo, es el único lugar en el Perú donde anida la gaviota capucho gris y el ostrero común.
En verano, principalmente, es posible observar miles de aves, y registrar más de 40 especies diferentes en una sola visita, un espectáculo de biodiversidad único que a nivel de Perú, solo se puede apreciar en el Santuario Nacional
Lagunas de Mejía.
Por esta extraordinaria riqueza biológica fue considerado como un Área de Importancia para la Conservación de Aves por la BirdLife International en el año 2008.
Humedal único
Conformado por un conjunto de lagunas salobres, estuario y monte ribereño, el Santuario Nacional Lagunas de Mejía es el único humedal costero en su conjunto protegido por el Estado peruano con una categoría de carácter intangible. Fue reconocido como Sitio Ramsar, es decir un humedal de importancia internacional, el 30 de marzo de 1992.
A pesar de que el santuario es un área natural protegida de uso indirecto, se permite el manejo de la totora en su interior y en su zona de amortiguamiento mediante prácticas ancestrales realizadas por los pobladores locales identificados. Esto, además de generarles oportunidades de desarrollo, mantiene las condiciones ambientales correctas del humedal.
El
Santuario Nacional Lagunas de Mejía es gestionado por el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), organismo técnico especializado adscrito al Ministerio del Ambiente.
Turismo
El ser un humedal con hermosas lagunas y un festín de vida posiciona al Santuario Nacional Lagunas de Mejía como un potencial destino turístico infaltable de visitar en la región Arequipa.
Es un destino privilegiado para la observación de aves. Por ejemplo, es el único lugar en el Perú donde aún puede verse, la choca pico amarillo. Su circuito de lagunas comprende, de norte a sur, tres lagunas: Mejía, Iberia y Boquerón, con miradores y señalización que hará de su estadía una verdadera experiencia de naturaleza y aventura.
Si desea ampliar su visita, a solo 5 kilómetros del santuario, el hermoso balneario de Mejía lo sorprenderá con las mejores playas de la zona, y a unos kilómetros más los balnearios de Mollendo y La Punta de Bombón lo esperan.
Oportunidades de desarrollo
Como toda área natural protegida, el Santuario Nacional Lagunas de Mejía brinda oportunidades de desarrollo sostenible para las poblaciones locales compatibles con el ambiente gracias a los recursos naturales y servicios de los ecosistemas que ofrece.
Un grupo de pobladores locales identificados por el Sernanp maneja mediante técnicas ancestrales la fibra del junco y matara para la confección de diversos tipos de artesanías que son comercializadas en las localidades más cercanas al área natural protegida.
Asimismo, gracias a la conservación del humedal, en la zona de amortiguamiento (boca del río Tambo) diferentes grupos de pobladores locales de la provincia de Islay organizados en asociaciones se benefician mediante la pesca artesanal de especies como corvina, lenguado, lorna, entre otras.
Salinas y Aguada Blanca
La
Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca, creada el 9 de agosto de 1979, se encuentra ubicada en las provincias de Arequipa y Caylloma en el departamento de Arequipa, y en la provincia de General Sánchez Cerro del departamento de Moquegua. Su extensión es de 366,936 hectáreas. La altitud promedio es de 4,300 metros sobre el nivel del mar. Su principal objetivo es conservar los recursos naturales y paisajísticos de la zona.
Para acceder a esta área natural protegida se debe tomar la ruta que parte en dirección Yura-Juliaca, la antigua carretera de Cabrerías o la carretera Arequipa-Chiguata-Puno. La reserva nacional se encuentra extensamente poblada. La mayor parte de su territorio pertenece a trece comunidades campesinas y en su interior existen más de cien propiedades privadas reconocidas por la legislación vigente.
La
Reserva Nacional Salinas y Aguada Blanca se distingue por la presencia de los majestuosos volcanes Ubinas, Pichupichu, Misti y Chachani en la parte suroeste, y por los nevados Chuccura y Huarancante en el lado norte.
Las planicies altoandinas, salpicadas de hermosas lagunas y bofedales, completan el gélido paisaje de la mayor parte del territorio habitado principalmente por camélidos sudamericanos y por un gran número de aves terrestres y acuáticas, como lo certifica su designación como sitio Ramsar desde 2003.
Salinas y Aguada Blanca fue concebida inicialmente como un lugar para la protección de vicuñas, pero hoy representa, además, la principal reserva de agua de la ciudad de Arequipa y alrededores.
Este singular ecosistema proporciona un valioso e irremplazable servicio ambiental: los vientos que vienen desde el altiplano puneño-boliviano provocan lluvias, nieves y granizos, entre octubre y abril, que son retenidos por los yaretales, queñuales, pajonales y tolares, almacenándolos en los bofedales, lagunas y en el subsuelo. De allí es liberada lentamente a lo largo del año, con lo cual se regula el ciclo hidrológico, para beneficio de las comunidades.
Fauna y flora
Los vertebrados están representados por 207 especies, de las cuales 37 son mamíferos y 158 aves. También se ha reportado la presencia de 5 especies de reptiles, 4 de anfibios y 3 de peces. Los herbívoros característicos de la fauna típica de la puna son los camélidos sudamericanos: Llama (Lama glama), alpaca (Lama pacos), vicuña (Vicugna vicugna) y guanaco (Lama guanicoe).
También se encuentra tarucas (Hippocamelus antisensis), viscachas (Lagidium peruanum), puma (Puma concolor), gato andino (Oreailurus jacobita), el osjollo (Oncifelis colocolo) y el zorro andino (Pseudalopex culpaeus). Entre las aves residentes destaca la huallata o ganso andino (Chloephaga melanoptera) por su abundancia, el pato cordillerano (Anas specularioides alticola) y los flamencos o parihuanas (Phoenicoparrus jamesi, P. andinus y Phoenicopterus chilensis)
La flora está conformada básicamente por 358 especies de plantas, donde destacan las especies herbáceas y arbustivas. Entre las principales asociaciones vegetales están el pajonal de puna o pastizal altoandino, el matorral desértico, los bofedales y el queñual.
Todas estas características, sumadas a sus caprichosas formaciones rocosas, sus restos arqueológicos, la rica cultura viva de sus actuales pobladores y su fácil accesibilidad, la convierten en una de las más valiosas áreas naturales protegidas del Perú.
(FIN) LZD/MAO