20:00 | Ciudad de México, set. 21.
El instinto de Chichi, un perro pastor alemán de rescate, ha mostrado hoy el camino a seguir para salvar más vidas entre los escombros de los edificios derrumbados por el sismo que el pasado martes azotó la parte central del país y ha causado hasta ahora 253 muertos.
El esfuerzo y la voluntad de cientos de hombres,
tras casi 48 horas de remover escombros en un edificio de las calles de Medellín y San Luis Potosí, en la colonia Roma, llegaron al límite y tras no obtener respuesta decidieron
abandonar la búsqueda.
Durante dos días removieron los escombros con la confianza de encontrar a alguien con vida. La esperanza los mantuvo en su labor, a pesar de que no tenían la certeza de hallar a alguien con vida.
Decidieron entonces terminar con la búsqueda y permitir que las máquinas excavadoras
removiesen los escombros, lo que significaba que acababa la última posibilidad de encontrar personas con vida.
Entonces entraron en acción el perro Chichi y su instructor. Ambos treparon a lo más alto de los escombros y en ese momento comenzó el milagro, según contaron a "Efe" algunos miembros de los equipos de rescate.
Todos los voluntarios observaron al perro que comenzó a olfatear nerviosamente la zona. Iba y venía con su instructor al mando durante unos minutos hasta que
Chichi detectó vida y comenzó a ladrar con fuerza. Ladró una y otra vez señalando un lugar con su hocico insistentemente, ante la presencia de alguien con vida. La esperanza en el lugar se recuperó y los ladridos de Chichi fueron la señal para retomar
las labores de rescate.
Apenas unos minutos más tarde, los rescatistas lograron ubicar con vida a un hombre llamado Erick, de 35 años, y de inmediato comenzaron los trabajos para poder llegar a él y sacarlo del lugar. Un día antes la familia de Erick acudió para darle aliento. Su madre y su hermana estuvieron en el lugar y por medio de un altavoz le pidieron que no se rindiera y le contaron que su esposa y sus hijas estaban bien y que todos lo querían de regreso en casa.
El sitio fue uno de los primeros lugares a los que acudieron los equipos de rescate que llegaron desde Israel y que son especialistas en este tipo de desastres. El trabajo de Chichi, el perro pastor de un equipo procedente de Chihuahua, demostró que, en el límite de lo posible, las búsquedas deben continuar hasta agotar todas las posibilidades de hallar personas con vida, antes de dar paso a las potentes máquinas de excavación.
Entre los escombros de los inmuebles derrumbados por el terremoto del 19 de setiembre de 1985 hubo hallazgos increíbles tanto por parte de rescatistas como de los perros, que ayudaron a ubicar a personas que se mantuvieron 10 días debajo de los escombros y que posteriormente fueron recuperadas con vida.
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(FIN) EFE/JCR
GRM
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Publicado: 21/9/2017