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MEF: Consolidación fiscal permitirá elevar inversión pública

Participación del gasto público en PBI crecería de 4.5% el 2017 a 5.5% el 2021

ANDINA/archivo

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12:23 | Lima, abr. 30.

El Gobierno a través del Informe de Actualización de Proyecciones Macroeconómicas 2018-2021 sostuvo que con la consolidación fiscal al 2021 se podrá elevar inversión pública, con lo cual la participación del gasto público en PBI crecería de 4.5% el 2017 a 5.5% en el Bicentenario.

“La reestructuración de los instrumentos necesarios para la consolidación fiscal permitirá mantener el manejo prudente de las finanzas públicas y, a su vez, otorgar más espacio de despliegue a la inversión pública respecto a los últimos años”, señala el documento.




En ese sentido precisa que entre el 2015 y 2017 el promedio de participación de la inversión pública fue de 4.7% del PBI y se espera que dicho nivel crezca a 5.3% del PBI en el periodo 2018-2021.


Déficit fiscal 


El MMM actualizado indica que en el 2018, el déficit fiscal del Sector público no financiero (SPNF) se expandirá hasta 3.5% del PBI.

“En adelante, el déficit fiscal se reducirá gradualmente a 2.9% del PBI en 2019, a 2.1% del PBI en 2020 y a 1.0% del PBI en 2021”, subraya. 

En ese sentido, destaca que el 2019 marca el inicio del proceso de consolidación fiscal, por lo que el déficit debe reducirse en 2.5% del PBI entre 2018 y 2021. 

“Por su composición, casi dos tercios de la convergencia corresponden a mayores ingresos fiscales permanentes, mientras que el tercio restante se explicará por la racionalización del gasto corriente”, explica. 

“Se prevé que dicha consolidación sea factible debido a una mayor generación de ingresos fiscales, a la disipación de gastos temporales por la reconstrucción y a la implementación de los Juegos Panamericanos, sumado a la racionalización del gasto corriente”, asevera. 


Finanzas públicas


Asimismo, las proyecciones fiscales del MMM actualizado se han elaborado considerando el marco macro fiscal vigente que establece una ampliación temporal del déficit fiscal del Sector Público No Financiero (SPNF), el cual convergerá gradualmente hacia un déficit fiscal de 1.0% del PBI en el 2021. 

Dicha senda de consolidación es consistente con una trayectoria estable de la deuda pública en torno a 27.0% del PBI, por debajo de la regla fiscal de deuda (30% del PBI). 

Con ello, se mantiene el compromiso con la sostenibilidad fiscal y el manejo prudente de las finanzas públicas.

El proceso de consolidación fiscal se producirá en un contexto externo más favorable, lo que coadyuvará a cumplir las metas fiscales y dará el espacio para implementar medidas de incremento de base tributaria, de moderación y eficiencia de gasto.

Estas medidas se tomarán bajo un criterio de responsabilidad fiscal, es decir, enfatizado en reducir la evasión fiscal y en racionalizar las categorías de gastos no productivos o superfluos que tienen bajo efecto multiplicador sobre la economía y el empleo. 

Así, al 2021, el déficit fiscal se mantendrá en niveles sostenibles que permitan reestablecer el espacio fiscal para responder a futuros choques que puedan comprometer la actividad económica.


Calificación crediticia


El continuo compromiso con la sostenibilidad de las finanzas públicas permite que actualmente Perú sea el único país de la región que ha mantenido su calificación crediticia con perspectiva estable en las tres principales calificadoras de riesgo.

Este hecho refleja el sólido historial de políticas macroeconómicas y la credibilidad en estas, factor que fortalece la confianza de las calificadoras en los fundamentos del país. 

En marzo del presente año, Fitch Ratings mantuvo la calificación crediticia de Perú en BBB+ con perspectiva estable. 

Esta decisión se fundamentó, entre otros factores, en las sólidas finanzas públicas donde se destaca el bajo nivel de deuda pública respecto a países con similar calificación crediticia y la importante acumulación de ahorros fiscales, dentro de los cuales resalta el Fondo de Estabilización Fiscal (FEF).

Dichas fortalezas se han podido salvaguardar gracias a la credibilidad del marco macro fiscal y la prudencia en el manejo de las finanzas públicas.

Con esta ratificación, Perú es el único país de la región que no ha mostrado revisiones en su panorama crediticio, en un contexto en el que las agencias calificadoras vienen revisando a la baja las calificaciones y perspectivas crediticias de los países de la región desde el año 2014.

En 2017, la deuda pública de Perú (24.8% del PBI) se ubicó como la más baja entre sus pares de la región y muy por debajo de la mediana de países con similar calificación crediticia (51.4% del PBI).

Si bien en los últimos cinco años la deuda pública del Perú ha tenido una tendencia creciente, orientado a financiar parte del impulso fiscal para apuntalar el crecimiento del PBI, este incremento ha sido menor a los registrados en países de la región y países emergentes.

Durante el periodo 2013-2017, la deuda pública de Perú se incrementó en 4.8 puntos porcentuales, inferior al incremento de Brasil (23.8 p.p.), Colombia (11.6 p.p.), Chile (10.9 p.p.), México (8.3 p.p.), y de la mediana de países emergentes (10.3 p.p.). 

Por otro lado, la confianza de los inversionistas en las fortalezas macrofiscales del país también se refleja en una curva de rendimientos más favorable que nuestros pares de la región. 

En particular, tomando como referencia el rendimiento del bono soberano en dólares a 10 años, la tasa de rendimiento del bono global peruano se ha mantenido en 68 y 62 pbs. por debajo de Colombia y México, respectivamente; y solo 19 pbs. por encima de Chile.


Impulso económico 


La implementación del Plan de Impulso Económico en el plano fiscal, será imprescindible para reestructurar los instrumentos fiscales con el fin de maximizar el efecto de la política fiscal sobre la economía y contribuir al cumplimiento de las reglas fiscales. 

Bajo este lineamiento general, se ejecutarán medidas que incrementen los ingresos permanentes y fomenten una política de eficiencia del gasto corriente, con el fin de no restar espacio de despliegue a la inversión pública.

En 2018, en consistencia con la trayectoria establecida del déficit fiscal, la política fiscal continúa siendo expansiva a través de una mayor inversión pública en el marco del Plan de Impulso Económico, el proceso de reconstrucción, los Juegos Panamericanos (1,714 millones de soles), y la ejecución de megaproyectos como la Línea 2 del Metro de Lima (1,494 millones) y el Proyecto de Modernización de la Refinería de Talara (PMRT) (2,974 millones). 

Con la ejecución de estos recursos, se estima que el gasto público se expanda 8.1% real (consumo: 4.6% e inversión: 17.5%) y sea uno de los principales motores del crecimiento económico. 

Es importante notar que entre 2017 y 2018 se concentra más de la mitad de la ampliación de la trayectoria del déficit fiscal (1.7% del PBI), lo que permite tener un impulso de la inversión pública desde 4.5% del PBI en el 2017 hasta el 5.1% del PBI en 2018.

Al primer trimestre del 2018 el déficit fiscal anualizado del SPNF alcanzó 3.1% del PBI, consistente con la meta fiscal de 3.5% del PBI.

Cabe resaltar que la estrategia fiscal de corto plazo ha permitido mejorar la composición actual de los instrumentos fiscales respecto de lo observado en los primeros trimestres del 2017, así la expansión del déficit fiscal se explica principalmente por la aceleración de la inversión pública y la recuperación de los ingresos fiscales. 

En los siguientes meses, se espera que las medidas fiscales contempladas en el Plan de Impulso Económico permitan apuntalar el crecimiento de inversión pública.


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(FIN) RGP/RGP

Publicado: 30/4/2018