La concentración debe ser el mayor objetivo de nuestra selección con miras al partido que se jugará este jueves contra la escuadra francesa y que definirá su pase a la siguiente ronda del Mundial de Rusia 2018.
Así lo afirmó el
psicólogo deportivo Aldo Pissani, quien consideró que deben evitarse errores como el cometido por
Christian Cueva durante el partido contra Dinamarca, al fallar el penal cobrado a favor de Perú.
“Nos hemos quedado preocupados, pero no molestos con lo de Cueva, porque en el fútbol, como en todo deporte, el lado emocional sube o baja. El proceso del penal tuvo que haberse tomado con mayor calma, certeza, autocontrol. Lo que vimos fue una desesperación por ejecutar el tiro”.
Indicó que la presión en competencias de esta naturaleza es enorme y que enfrentar el cobro de un penal se convierte en un reto tremendo por la cantidad de emociones que experimenta el jugador.
“Cueva corre, sobrepara y allí le viene el bloqueo. No sabe si colocarla o asegurarla. Fue un error garrafal no haber sabido controlar el momento clave, donde el 80% es psicológico y el 20% es técnico y táctico. Si no tienes esa capacidad de autocontrol, estarás más cerca del error”.
Respirar profundo
Puso como ejemplo de buen manejo emocional a Cristiano Ronaldo durante el partido que disputó su selección, Portugal, contra España.
“Hizo su ejercicio de concentración antes de patear. Son deportistas altamente entrenados para este tipo de riesgos. A una persona preparada psicológicamente le será mucho más fácil utilizar todos estos recursos de respiración, de entonación muscular. Lo vimos cuando dio el último respiro, como diciendo ya estoy preparado. Se tomó su tiempo, no fue apresurado y metió el gol”.
Pissani, quien es también psicólogo clínico, indicó que el proceso de relajación y concentración se entrena como la parte técnica y táctica.
“Cuando hay situaciones de gol, como durante un penal, el cerebro empieza a funcionar de manera descontrolada. Los latidos del corazón se dan de manera exorbitante, la ansiedad de poder consolidar un resultado favorable crece, el cuerpo empieza a trastocarte de manera que llega la angustia, el miedo, el pavor, el pánico escénico. Te están viendo 50,000 personas en el estadio y en tu tierra todo el mundo está pendiente. La concentración es determinante”.
Es común, dijo, que muchos jugadores la noche anterior al inicio del mundial o a un partido importante, como el
que disputaremos con Francia, experimenten lo que se denomina
“fiebre de arrancada” o “fiebre de arranque”.
Se trata de una alteración emocional en la que le pasa de todo al deportista: tiene problemas de insomnio, de ansiedad, estomacales. “Es un proceso de orden psicológico que drena mucha energía, la que si no es bien focalizada se pierde desde la noche anterior”.
El aquí y el ahora
Para el experto, quien recientemente ha sido nombrado secretario de la Comisión de Medicina y Unidad Antidopaje de la Federación Peruana de Fútbol, es mucha la expectativa por el próximo partido de la selección y ya muchos se apresuran en afirmar que llegaremos a cuartos de final en el Mundial.
“He escuchado que la
selección nacional ya está lista para un campeonato mundial y está bien tener tanta confianza, pero primero hay que afrontar bien cada partido.
Hay que trabajar el aquí y el ahora, y eso conlleva a tener una serie de recursos psicológicos”.
Las emociones, indicó, están para ser vividas por el público, los hinchas y el entorno en general; mientras que la técnica en materia de estructura mental es responsabilidad de los jugadores, quienes, más allá de su "performance" física, deberán alcanzar un alto nivel de concentración y fortaleza mental. Eso marcará la diferencia.
Más en Andina
(FIN) KGR/ART
GRM
Publicado: 20/6/2018