El cementerio San Pedro de Ninacaca se ubica a 40 kilómetros de la ciudad de Cerro de Pasco, capital de Pasco. A pesar de su lejanía del bullicio urbano se ha convertido en un atractivo turístico no por la belleza arquitectónica de sus tumbas o mausoleos, sino por sus singulares construcciones.
Hoy que se celebra el
Día de Todos los Santos y mañana el
Día de los Muertos, se espera que cientos de personas concurran a este camposanto para visitar a sus familiares o para conocer sus singulares tumbas y lápidas.
Lo primero que llama la atención de este cementerio es, sin lugar a dudas, la falta de cruces. Los crucifijos han sido cambiados por otros símbolos más terrenales que de alguna manera identifican a la persona que partió al más allá.
En todo el cementerio se aprecian réplicas de palacios municipales, capillas, iglesias, la catedral de Tarma, colegios, ambulancias, edificios, castillos, arquitectura india, islámica, influencia árabe, edificaciones rusas e incluso la réplica del estadio Alejandro Villanueva de Alianza Lima.
Los estilos arquitectónicos son variados, se mezclan construcciones de estilo bizantino, con influencia árabe y con detalles de templos religiosos rusos.
Visto desde lo alto el cementerio San Pedro de Ninacaca parece una ciudad. Una urbe que acoge a construcciones como la catedral de Tarma, el estadio de Matute, la basílica de Roma, al Taj Mahal, el santuario del Señor de Muruhuay, entre otras.
Según los trabajadores del cementerio, esta costumbre arquitectónica se originó en 1989 cuando un atentado terrorista afecto a la comunidad de San Pedro de Ninacaca donde murieron sus autoridades y dirigentes.
Durante el entierro de las víctimas se levantó una réplica en miniatura del palacio municipal de San Pedro de Ninacaca, luego se edificó una escuela; y así esta costumbre se afianzó y continúa hasta hoy.
(FIN) WMC/MAO
Published: 11/1/2017