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Universidad Andina del Cusco: la maca tendría efecto protector ante infartos cerebrales

Investigación recibió financiamiento del Concytec y permitirá continuar el estudio de la planta oriunda del Perú

La investigación que recibió financiamiento del Concytec, a través de ProCiencia, permitirá continuar el estudio de la planta oriunda del Perú frente a accidentes cerebrovasculares isquémicos.

16:36 | Lima, dic. 20.

La ciencia trae una nueva esperanza. Una investigación de la Universidad Andina del Cusco (UAC) plantea la posibilidad de que derivados de la maca, planta oriunda del Perú, tengan un posible efecto protector de las neuronas y evitar la muerte de los cruciales tejidos en el caso de accidentes cerebrovasculares isquémicos (ACVi).

Según la investigación, los compuestos de la maca pueden hacer que los infartos cerebrales y sus graves consecuencias sean más leves.

Los resultados marcarán la pauta para continuar investigaciones a fin de, eventualmente, desarrollar fármacos a partir de los compuestos orgánicos sintetizados de la maca que puedan revolucionar en algunos años la protección del cerebro.

Las enfermedades cerebrovasculares son las principales causas de discapacidad y muerte (85 % a 90 % de casos) en seres humanos en el mundo. En particular, el ictus isquémico —la reducción del suministro de sangre a los tejidos— reduce el consumo de oxígeno y glucosa, es decir, un infarto cerebral, lo que desencadena la muerte de las células en el cerebro.

Conclusiones del estudio

Para entender la naturaleza y las conclusiones del estudio, que recibió financiamiento del Concytec, a través de ProCiencia, hay que comprender el proceso y reacción en cadena que se da en estas situaciones.

Ante un suceso crítico como un ACVi, nuestro organismo produce respuestas críticas y una de ellas es la liberación incontrolada de glutamato, un aminoácido abundante en nuestro cerebro que actúa como neurotransmisor excitatorio, estimulando la actividad en la membrana neuronal. Esta reacción gatillada por el ACVi es una de las principales responsables de la muerte neuronal en estos casos, por el exceso de actividad.

La protección del cerebro frente al glutamato yace, paradójicamente, en la familia de los neurotransmisores, pero en la rama de los endocannabinoides. Se trata de mensajeros químicos empleados para transmitir mensajes, información, entre células nerviosas.

Nuestro cuerpo los produce naturalmente en base a grasas, creando moléculas similares a los cannabinoides presentes en la marihuana y son capaces de regular funciones corporales como la regulación metabólica.

Pueden bloquear, a su vez, la liberación de neurotransmisores como el glutamato, el ácido gamma y-aminobutírico (GABA), la acetilcolina, que afectan a los procesos de aprendizaje, memoria y movimiento.

El papel de la maca

¿Pero cómo poner a trabajar a los endocannabinoides para proteger nuestros cerebros contra los glutamatos en el contexto de un ACVi? Es aquí donde entra a tallar la Lepidium meyenii o maca.

Estudios previos a los desarrollados por la UAC con macamidas (moléculas orgánicas presentes en el extracto pentanólico de maca) demostraron un posible efecto neuroprotector ante ACVi.

¿Cómo lo logra la maca? Según estudios previos sobre el sistema endocannabinoide se sugiere que las macamidas despiertan a este sistema y ocasionan una reducción de la excitabilidad neuronal, presentando así un posible efecto neuroprotector.

Por lo tanto, el propósito del proyecto fue determinar si las macamidas sintéticas —reproducidas en laboratorio— ejercen un papel neuroprotector a través de la activación de los receptores endocannabinoides, modulando la excitabilidad en un modelo animal de accidente cerebrovascular isquémico focal.

Al término de la investigación liderada por Katerin Taboada Rosell —química farmacéutica con maestría en Ciencias en la Salud y énfasis en Neurofarmacología— se pudo comprobar que la macamida MCH1 presenta “una reversión del área de infarto en el grupo experimental MCAO-MCH1, mientras que este se mantiene en el grupo MCAO-VEH”.

Por otro lado, los especímenes puestos a prueba, luego del ACVi no mostraron cambios en la actividad sensorio-motora y de aprendizaje. “En la expresión génica observamos que hay una tendencia y resultados que indicarían que la macamida MCH1 podría tener un promisor efecto neuroprotector”, concluye el estudio.

El equipo presentó ante investigadores y/o estudiantes del Área de Neurociencias, docentes y estudiantes del Área de Ciencias de la Salud y especialistas en ACVis sus resultados a inicios de octubre pasado, que marcarán la pauta para continuar investigaciones en esta línea.

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(FIN) NDP/JOT

Published: 12/20/2022