A las prueba molecular y serológica empleada para detectar al covid-19 en el país, se suma ahora la prueba de antígenos, usada en diversos lugares del mundo por su capacidad para descubrir al virus en su forma activa, siempre y cuando se realice de forma correcta, aspecto esencial para evitar que tenga un uso indebido.
Así lo señaló el Dr. Rubén Mayorga, representante de la OPS/OMS en Perú, quien saludó el ingreso de este nuevo test al Perú, destacando que, por sus características, será de gran utilidad en los lugares más distantes del país.
Las pruebas de antígenos pertenecen a las que tienen capacidad de detectar al virus en estado activo. En eso se parecen a las pruebas moleculares, pero no son iguales.
No se recomienda en personas que se presume tienen el nuevo coronavirus, pero no tienen síntomas. En esos casos puede dar resultados falsos negativos. Es decir, si bien la persona tiene la infección, no la detectará.
“En el caso de estas personas (asintomáticos), la prueba detecta solo entre el 62% y 65% de quienes tienen la infección. Hay un 35% de personas que no es detectado. Es menos buena para detectar a personas infectadas que son presintomáticas o asintomáticas”, anotó.
En los casos anteriores, la PCR o molecular sí tiene la capacidad para detectarlos, pero también tiene un límite. Una vez que los síntomas han desaparecido, significa que el cuerpo ha empezado a defenderse de la infección.
Es así como el virus activo (vivo) desaparece. El organismo fabrica anticuerpos para defenderse del covid-19, los cuales pueden ser detectados únicamente por una
prueba serológica, conocida como rápida, que se trabaja con una gota de sangre. Gracias a esta prueba es posible saber si una persona estuvo infectada con el nuevo coronavirus.
¿Cuál es su mayor beneficio?
El tiempo. Su resultado puede conocerse en apenas 30 minutos y con una efectividad de más del 90% en personas con síntomas del covid-19 (fiebre, dolor muscular, estornudos, dolor en la garganta, tos, entre otros). Los resultados de una prueba molecular o PCR pueden tardar horas o días. Esto dependerá de si el laboratorio cuenta con las máquinas especializadas para procesar la muestra.
Al igual que la PCR, la prueba de antígenos se realiza a través de un hisopado nasofaríngeo.
La muestra se recolecta con un hisopo largo que se introduce en la nariz o garganta. Lo recolectado se mete en un recipiente donde se agrega un reactivo. Finalmente, se le coloca en una cinta especial que podrá leerse en 30 minutos.
“Es una prueba que puede hacerse en Chacas en Ancash o en cualquier lugarcito de Loreto, Madre de Dios, Ucayali, en zonas lejísimas donde no hay
laboratorios certificados por el INS que puedan hacer pruebas moleculares. En esos lugares esta es una prueba muy valiosa. Solo se necesita de personas que sepan tomar el hisopado”, comentó Mayorga.
A diferencia de las pruebas moleculares, las de antígenos no requieren de grandes y costosos aparatos para procesar las muestras, además pueden emplearse en grandes cantidades de personas al mismo tiempo. Pero para que sea realmente efectiva debe emplearse en personas que evidencien síntomas de la infección, de lo contrario se corre el riesgo de que el resultado pueda ser errado.
Menores precios
El representante de la OPS/OMS en Perú comentó que a través del Fondo Estratégico de su institución se logró conseguir pruebas moleculares entre 10 a 11 dólares, más costos de envío, lo que hoy en día pueden significar hasta el 30% del precio de la prueba.
“La antígena tiene dos versiones: Lectura visual (estándar Q) que puede llegar a costar 5 dólares más gastos de envío y otra que se lee a través de un aparato que mide la inmunofluorescencia (estándar F) a 6 dólares. El aparato de lectura de la segunda prueba vale como 1,000 dólares”.
Gracias al Programa de Alimentos, la OPS en el Perú comprará entre 50, 000 y 100, 000 pruebas de antígenos que serán donadas al
gobierno regional de Ancash, a fin de fortalecer su capacidad para reducir el impacto del
covid-19 en dicha región.
“Estamos evaluando con el Instituto Nacional de Salud y el viceministerio de salud pública, a través de las Dirección general de Intervenciones Estratégicas en Salud Pública, adquirir un lote grande de estas pruebas. Cuando sepamos cuántas quiere adquirir el sector, al día siguiente les damos el estimado para confirmar si desean hacer la compra”.
En aeropuertos, no
Rubén Mayorga se manifestó en contra de usar pruebas de antígenos en aeropuertos, como se sugirió últimamente.
“Recomendamos emplearlas en el primer nivel de atención, en hospitales de menos complejidad, que no tengan laboratorios de tecnología molecular, que son la mayoría. En centros de salud de tipo 1 y 2 o en comunidades remotas, de la selva o zonas altoandinas”.
Su uso, dijo, es extendido en México, El Salvador, Colombia, Brasil, Chile y Argentina. Han sido aprobadas además por el INS de Colombia y las autoridades regulatorias nacionales de Brasil y Argentina.
“Hemos recomendado a los países que cuando una autoridad regulatoria de referencia haya aprobado un producto, se abrevie el proceso de registro, tal como ha pasado con estas pruebas, que ya cuentan con validación de la Comisión Europea, el Consejo Médico de la India, y el CDC de los Estados Unidos. Son varias instituciones de prestigio”, anotó.
Las pruebas compradas para Ancash son fabricadas en Corea del Sur.
“La compra de estas pruebas es una decisión estratégica de mucha importancia ya que hay que estar supremamente listos para cualquier caso de incremento de casos. Si bien ahora hay una tendencia a la baja, esa tendencia se mantendrá siempre y cuando se sigan adoptando las medidas de protección, como el uso de la mascarilla, el distanciamiento físico y lavado de manos frecuente”, detalló.
A la fecha no existe una prueba para el
covid-19 que sea 100% exacta en todas las fases de la infección. Cada una tiene características especiales que la hacen ideal para un momento específico del proceso, de allí la importancia de conocerlas a profundidad para emplearlas en zonas y situaciones diferenciadas que rentabilicen sus beneficios.
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(FIN) KGR
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