La pobreza y extrema pobreza se incrementarían de manera más pronunciada entre niños, niñas y adolescentes como consecuencia de la pandemia del covid-19, afectando especialmente a aquellos que provienen de hogares en los que madres y padres tienen empleos de baja productividad o informales.
La alerta proviene de Unicef y el Banco Mundial, instituciones que señalaron que la pobreza monetaria en niñas, niños y adolescentes peruanos aumentaría de 26.9% en el 2019 a 39.9% en el 2020, como consecuencia directa de la emergencia por coronavirus.
“Dado el efecto esperado de la reactivación económica, 2021 será un año clave para priorizar políticas en favor del desarrollo de las generaciones más jóvenes para no perder los logros alcanzados en las últimas décadas”, precisaron.
Hogares rurales y urbanos
De acuerdo con las estimaciones de Unicef, 1.2 millones de menores de edad podrían caer en pobreza en 2020. Se proyecta, además, que las niñas, niños y adolescentes de hogares rurales serían los más afectados, pues en ese ámbito la pobreza se incrementaría de 47.3% en 2019 a 62.3% en 2020
Pero los que viven en hogares urbanos también tendrían una afectación considerable, con un aumento de 10 puntos porcentuales en la pobreza monetaria en Lima Metropolitana y de 13 puntos en la costa urbana, donde al menos 3 de cada 10 personas de 0 a 17 años estará en esta situación en 2020.
“Perú puede retroceder una década en la superación de la pobreza si no toma medidas para evitarlo. El análisis de la pobreza en la infancia y la adolescencia, de manera diferenciada, espera contribuir al diseño de políticas públicas orientadas a evitar la transmisión intergeneracional de la pobreza”, comentó Ana de Mendoza, representante de Unicef.
Los hogares peruanos con niños son los más afectados por los efectos económicos de la pandemia, de acuerdo con los resultados de las tres rondas de encuestas a hogares aplicadas por el Banco Mundial.
Falta de opciones
“Aunque es muy temprano para saber por qué estos hogares son más afectados, la evidencia para otros países sugiere que la falta de opciones de cuidado infantil ha limitado la oferta laboral de los adultos”, refiere una nota de prensa de ambas instituciones.
La desnutrición y la falta de un acceso adecuado a la salud y educación son otras serias expresiones de la crisis que pueden afectar de manera permanente el capital humano de las futuras generaciones del Perú.
“Las encuestas (…) revelan que millones de niñas, niños y adolescentes peruanos se encuentran en hogares cuyos ingresos han disminuido drásticamente, sin poder acceder a servicios básicos de educación o salud, y en muchos casos sin una adecuada nutrición”, afirmó Marianne Fay, directora del Banco Mundial para Bolivia, Chile, Ecuador y Perú.
Momento decisivo
“Es un momento decisivo que pone a todos los sectores del Estado y la sociedad peruana frente al doble reto de proteger el bienestar de la niñez y adolescencia peruana, y a la vez priorizar políticas que permitan aprovechar el potencial de toda una nueva generación de peruanos para innovar y afianzar el camino el hacia el desarrollo sostenible del país”, remarcó Fay.
Es este escenario, son necesarias políticas que permitan mejorar la identificación de hogares con niñas, niños y adolescentes viviendo en pobreza; brindar apoyo inmediato para reducir la pobreza en estos grupos de edad; y fortalecer el sistema de protección social, así como su capacidad de respuesta ante emergencias, precisaron Unicef y el Banco Mundial.
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(FIN) NDP/CCH
Published: 10/15/2020