En Áspero, la ciudad pesquera de Caral, situada en el valle de Supe, provincia de Barranca, región Lima, en recientes investigaciones se halló una ofrenda compuesta por siete objetos denominados “Ojos de Dios”, plumas de guacamayo, algodón ,cuentas de spondylus y crisocola.
Así lo informó la directora de la Zona Arqueológica de Caral, Ruth Shady, quien explicó que "Los Ojos de Dios" están conformados por dos ramitas, generalmente de sauce o carricillo en forma de cruz, que servían como estructura de soporte de un tejido con hilos de algodón, de diferentes colores, que plasmaban un diseño romboidal concéntrico.
Añadió que
son materiales que han sido hallados en varias partes del edificio de los Ídolos y en otros lugares de Áspero, además de otros asentamientos de Supe.
“
En Áspero se han encontrado como 42 objetos en diferentes espacios y uno de los más interesantes son los siete Ojos de Dios, que no estaban aislados sino asociados a plumas de aves de la selva, como del Guacamayo azul y amarillo. Este contacto está basado en un dato arqueológico, no son suposiciones”, puntualizó.
La investigadora destacó el significado social, simbólico que esta representación o ícono ha tenido, y en ese contexto dijo que le llamó mucho la atención que en la actualidad la usara la hija de un jefe shipibo.
Por tanto, prosiguió, es muy relevante cómo se ha conservado este símbolo en una población de la selva, y de acuerdo a las investigaciones realizadas se evidenció que está ampliamente reconocido en su significado ritual y ceremonial, simbólico en otras poblaciones de América que también lo ha usado.
“Entonces, desde la Civilización Caral que es lo más antiguo que se ha encontrado, permaneció con un significado simbólico a través del proceso cultural andino, porque se han hallado en Paracas (Ica), Ayacucho, en el periodo Wari, Inca y hasta el día de hoy en grupos Pano de las cabeceras del Ucayali, como los Cashibo (que los denominan basimeti) y los Shipibo", detalló Shady.
Fuera del Perú, "Los Ojos de Dios" los utilizan los Cuna del sur de Panamá, los Wixárikas (Huicholes) de la Sierra Madre Occidental de México (que los llaman sikuli) y los Navajo en el suroeste norteamericano.
Shady sostuvo que se desconoce si "Los Ojos de Dios" se hicieron en la selva, costa o en el valle porque no hay suficiente investigación, pero como trabajan periodos antiguos puede decir que data desde hace 4 o 5 mil años y luego aparece en otras partes de América por la interacción que hubo. “Por ello,
Caral está siendo reconocida como símbolo de integración americana”.
Por su parte, Pedro Novoa, director de Investigación y Conservación de Materiales Arqueológicos de la Zona Arqueológica de Caral, del Ministerio de Cultura, precisó a la Agencia Andina que "Los Ojos de Dios" no es de uso común; por consiguiente, es muy probable que haya sido un elemento que utilizaban los sectores de la élite, gobernantes, infantes o iniciados.
Los encontramos también sepultados cuando iban a construir un edificio, como un símbolo de base, de fundamento.
“En los años 50 se efectuaron unas expediciones etnográficas y un jefe Cashibo tenía cuatro Ojos de Dios en su corona y cuando le preguntaron al informante que explicara qué podría significar, respondió que las cuatro cruces representan los cuatro puntos cardinales”, anotó.
Novoa agregó que en otras sociedades a "Los Ojos de Dios" lo llaman puertas del cielo, algo así como el lugar donde la tierra se une con el cielo y por donde se puede pasar para acceder al conocimiento, clarividencia y sabiduría.
Los hallazgos en Áspero evidencian la interacción e intercambio que hubo entre los pueblos del litoral, la sierra y la Amazonía, así como aquellos de la costa ecuatorial en condiciones de paz para beneficio compartido.
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(FIN) NDP/TMC
Published: 4/18/2018