El fácil acceso a drogas sintéticas como la 2CB-MFT, más conocida como "Tusy" o "cocaína rosa", estaría incrementando su consumo entre los jóvenes, tal como se observó días atrás en una fiesta juvenil en San Juan de Lurigancho.
Así lo expresó Milton Rojas, psicólogo de Cedro, al advertir que los jóvenes la adquieren a bajo costo vía Internet y no siempre para consumirlas sino para también para venderlas a conocidos suyos.
“Ya no existen los secretos y las redes sociales se prestan a eso. El escenario de hoy es diferente. La oferta, la disponibilidad y el bajo costo está permitiendo a los jóvenes, sobre todo varones, acceder a esas drogas”, comentó a la agencia Andina.
Pero Rojas advierte otros factores que influyen en su consumo, como el cambio en los conceptos en los millennials. "Hoy en día esta generación de jóvenes asocia el consumo de estas drogas con experimentar vivencias intensas que los desconecten de su vida cotidiana".
Preferencias
El consumo de drogas sintéticas como la “cocaína rosa” - conocida con ese nombre por su consumo vía aspiración nasal-es preferida por los varones entre 18 y 29 años de cualquier condición social, justamente porque no es cara.
“La imagen del consumidor de drogas como una persona marginal ya quedó en el pasado; hoy las consumen hasta universitarios que tienen buenas calificaciones en los estudios”, lamentó.
La 2CB – MFT es del grupo de “nuevas drogas psicoactivas”, está clasificada como una feniletilamina psicodélica y es de la familia de las anfetaminas. En la intervención policial de San Juan de Lurigancho se encontró presentaciones de bolsitas con figuras impresas o en forma de comprimidos o cápsulas.
Efectos
Para el médico psiquiatra Carlos Bromley, la droga 2CB- MFT es altamente adictiva y tiene efectos graves en las percepciones y pensamientos de las personas. Según las dosis de consumo, puede provocar desde euforia y locuacidad hasta paranoia y alucinaciones.
“Los efectos del consumo frecuente se manifiestan en el mediano y largo plazo con ataques de ansiedad, pánico e inclusive con episodios sicóticos - paranoides. La persona se vuelve muy violenta contra sí misma y contra otros. ”
"Quienes caen en la adicción a esta droga van perdiendo el control y requieren de hospitalización y tratamiento personal", señala Bromley al añadir que "si bien la familia no necesita internamiento, sí es fundamental su acompañamiento y atención".
"El problema de adicción a las drogas se aborda familiarmente, pues en la mayoría de los casos los chicos son hijos o hijas de padres que no establecieron lazos de comunicación adecuados con ellos o sus hogares fueron desordenados o disfuncionales", precisó.
Más en Andina
(FIN) SMS/RRC
Published: 7/24/2020