El síndrome de Asperger es un trastorno generalizado del desarrollo (TGD) incluido en el grupo del trastorno del espectro autista (TEA) que perjudica la capacidad de relación y comportamiento social de la persona, de esa manera puede afectar la calidad de vida en mayor o menor medida.
Es por ello que cada 18 de febrero se conmemora el
Día Internacional del Síndrome de Asperger, para visibilizar a las personas con esta condición y promover su inclusión.
El médico psiquiatra de la Dirección de Salud Mental del Minsa, Kelly Castro Cisneros, explicó que, a diferencia de otras formas de Trastorno del Espectro
Autista (TEA), el síndrome de Asperger se caracteriza por un desarrollo típico del lenguaje, sin discapacidad intelectual asociada. Es por esto que se observa una capacidad intelectual igual o superior al promedio.
“Las personas con este trastorno tienen dificultades para relacionarse socialmente y poca comprensión de las expresiones no verbales como los gestos, expresiones faciales o la postura. Suelen hablar recurrentemente acerca de un mismo tema y algunos casos utilizan un lenguaje monótono o muy formal. Además, les puede ser muy difícil adaptarse a cambios en la rutina y algunos presentan una mayor sensibilidad a estímulos sensoriales como las luces, sonidos, texturas”, sostuvo la especialista.
Deben recibir indicaciones muy sencilla
Castro Cisneros recomendó que la comunicación de los padres o cuidadores con sus hijas o hijos con síndrome de Asperger se realice a través de indicaciones claras y sencillas que les permitan captar y mantener su atención. Asimismo, para ayudarlos a asimilar cambios en las rutinas y reducir su frustración, se les puede ir adelantando previamente detalles sobre alguna nueva actividad o cambios que tendrán que afrontar en la familia.
“El apoyar el desarrollo de habilidades en disciplinas que le puedan interesar, como el deporte, la música o la pintura, también puede ser una excelente forma de fomentar su integración social y participación en actividades con otros niños”, señaló.
Por otro lado, puede ser útil buscar apoyo y conectarse con otros padres que han pasado por situaciones similares para compartir experiencias e ir encontrando juntos la mejor manera de apoyar a sus hijos.
Con relación al tratamiento, la médica psiquiatra indicó que cada caso es distinto, por lo que se realiza una evaluación, mediante un plan individualizado, para determinar el tipo de intervención psicosocial que pueda necesitar y si se requiere una intervención farmacológica para la mejora de su calidad de vida.
En este punto, destacó que es importante que los padres lleven a sus hijos a los controles de crecimiento y desarrollo en su establecimiento de salud, pues estas visitas permiten la detección temprana de niños con TEA, aumentando las probabilidades de una intervención oportuna y un mejor desarrollo a futuro.
El Ministerio de Salud cuenta con 288 centros de salud mental comunitaria a nivel nacional que brindan el “Servicio de prevención y control de problemas y trastornos de la infancia y adolescencia”. Este servicio integral involucra a la familia, cuidadores y comunidad, asegurando la continuidad de cuidados para el bienestar integral de los niños y adolescentes.
Para mayor información sobre el tema u otros relacionado a salud mental, pueden acudir al establecimiento de salud más cercano a su domicilio o llamar a la línea gratuita 113, opción 5.
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(FIN) NDP/KGR
Publicado: 18/2/2025