A seis horas en barco del río Napo, en la provincia loretana de Maynas, se erige el Hospital II-1 Santa Clotilde, uno de los 13 puestos de la Microred de Salud Napo que, desde hace décadas, enfrenta dificultades para acceder a los registros médicos de los pacientes debido a una inadecuada gestión de la historia clínica en papel. Esto deriva en un mayor tiempo de espera, mayores costos y una atención médica de baja calidad. Ante esta problemática, un equipo de investigadores de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), integrado por estudiantes de la especialidad de Ingeniería Informática, ha desarrollado un sistema de historias clínicas electrónicas (HCE) que será implementada como plan piloto en este hospital de la Amazonía peruana, con el objetivo de modernizar la infraestructura digital y mejorar la calidad de atención médica de más centros de salud rurales a nivel nacional.
Esta iniciativa tecnológica se llevará a cabo durante los primeros meses de este 2025 gracias a un convenio con el área administrativa del Hospital II-1 Santa Clotilde y El Vicariato Apostólico San José del Amazonas, así como el apoyo de voluntarios internacionales y un grupo de ingenieros de telecomunicaciones de la PUCP. Este último grupo tendrá la misión de ejecutar y supervisar la instalación de la infraestructura de cableado en el recinto, incluyendo la configuración de computadoras y servidores.
Mendoza, sin embargo, enfatizó que su plataforma digital de código abierto se distingue por su capacidad de funcionar sin conexión a internet, así como su flexibilidad en el registro de información y su enfoque multiplataforma, que la dotan de un alto potencial de escalabilidad en centros de salud a nivel nacional.
¿Cuáles son los beneficios de esta plataforma?
En atención a las brechas de infraestructura y de equipamiento del Hospital Santa Clotilde y otros centros de salud de comunidades rurales del Perú, este sistema de HCE no requiere de conexión a internet para funcionar, pues dispone de un servidor local que conecta a las computadoras y tablets del personal médico, permitiendo almacenar y gestionar las historias médicas en un solo repositorio digital de manera sencilla y ordenada.
"Si bien el Minsa tiene un sistema para las postas, el problema es que este solo funciona con internet. Esto no es realista en un país en donde no tienen internet. Nosotros, como universidad, creo que es el primer proyecto de informática orientado a salud, y va a ser un proyecto de largo aliento, sabemos que va a tener al menos el 2 a 4 años, pues la universidad le está dando mucho apoyo", explicó Mendoza.
En cuanto a la escalabilidad del proyecto, Mendoza resaltó que la plataforma digital permite registrar cualquier nueva información de forma más célere que otros sistemas similares desarrollados en el país, dado que no requiere una modificación compleja de código para crear un formulario. Esto resulta crucial para el personal médico en casos de emergencia.
"Lo apasionante de la solución es que si funciona para un hospital funciona para todos. Nosotros vamos a trabajar primero con la cuenca del Napo, pero luego esperamos expandirlo a las demás micro redes, como se llaman en el sistema de salud, y quién sabe, en un futuro probablemente podamos integrarnos con el Hospital Regional de Iquitos", señaló Mendoza.
En tanto, el enfoque multiplataforma del proyecto es una forma de desarrollo de software que permite la ejecución de esta plataforma en múltiples sistemas operativos o dispositivos, como computadoras, tablets y celulares, a través de los cuales el personal médico puede conectarse al sistema de HCE y aprovechar sus funciones completas. Esto es fundamental para la labor médica de las brigadas móviles, que realizan intervenciones para la prevención y atención de diversas enfermedades tanto comunes como endémicas.
"Ellos tienen que registrar la información a mano y luego la tienen que pasar a los papeles oficiales del Minsa. Nosotros, en cambio, pretendemos registrarlo todo mediante las tablets. Así las enfermeras se ahorran trabajo, ya que es mucho más práctico considerando además que en la selva son muy comunes las lluvias torrenciales, que pueden mojar todos los papeles y hacer que se pierda la información", subrayó Mendoza.
Por todo lo anterior, el estudiante destacó el impacto potencial de su proyecto en la mejora de la atención en salud y, por ende, la calidad de vida de las casi 30.000 personas que se reparten entre las 45 comunidades asentadas en la cuenca del Río Napo.
"Muchas vidas se pueden perder por minutos en la atención, y estos minutos se pierden por la innumerable documentación que tienen que rellenar los doctores después de cada atención. En ese sentido, nosotros, como grupo de ingeniería de software de la Católica, pretendemos aliviar un poco el trabajo y, además, empezar con la modernización de todo el sistema de salud peruano", subrayó.
Desafíos de un proyecto ambicioso pero necesario
El proyecto surgió en las
aulas de la PUCP a inicios de 2023 como una iniciativa de un grupo de estudiantes de Ingeniería Informática, luego de recibir, a través de un equipo de telecomunicaciones de la universidad con presencia activa en la zona del Napo, la propuesta del director médico del Hospital Santa Clotilde para implementar un sistema de historias clínicas electrónicas en dicho nosocomio.
"Nosotros recibimos el apoyo del grupo de software y así más o menos nace el proyecto. Este convenio con el hospital es muy estable. En tanto, el grupo de telecomunicaciones ha ayudado a poner internet en varias de las comunidades que están en toda esta zona del Napo, y es un trabajo de años", recordó Mendoza.
A pesar de contar con una valiosa red de contactos en la cuenca del Río Napo, esta iniciativa supuso un gran desafío para el equipo, pues antes de diseñar la plataforma digital sus miembros debieron realizar una capacitación exhaustiva en legislación médica y principios de ingeniería electrónica especializada bajo la guía de extrabajadores del Ministerio de Salud y profesionales con consultoría de Informática Médica.
"Como ingenieros informáticos, la principal dificultad fue entender toda la terminología médica, todas las jergas médicas, toda la legislación. No ha sido tanto un tema técnico, sino un tema de tener claro todos los procesos que tiene el hospital y qué líneas podemos cruzar y qué líneas no debemos cruzar. Creo que eso ha sido principal desafío para nosotros", admitió Mendoza.
A pesar de estas dificultades iniciales, el estudiante de la PUCP valoró la experiencia, en general, como muy enriquecedora para el equipo tanto a nivel técnico como administrativo.
"Es un proyecto bastante apasionante porque, aparte del impacto real que tiene, siempre hay cosas nuevas por aprender y nos da la posibilidad de no solo formar parte activa en el desarrollo de un sistema real, que, a nivel de industrias, es un poco más complicado siendo estudiantes de la universidad, sino que también podemos conocer diferentes áreas de cómo es desarrollar e implantar un software", explicó.
En cuanto a la capacitación técnica, si bien estuvo relacionada directamente con sus competencias como ingenieros informáticos, también implicó una serie de desafíos para el equipo, entre los que destaca el aprendizaje y refinamiento de ciertos estándares de informática médica en el diseño de la plataforma digital.
"Por ejemplo, tenemos el estándar Fire, un estándar de interoperabilidad. ¿Cómo conectas datos de dos sistemas médicos? Usas Fire. También tenemos el modelo funcional de HL7 , una agencia que también hace varios estándares, entre ellos, el modelo funcional, que es una lista de todos los requerimientos que debería tener un sistema de historias clínicas que se respeta. Entonces ahí también todo lo que es integración con otros servicios de entidades externas también falta un poco de capacitación para ver cómo integrar nuestro sistema con esos servicios", indicó.
Dadas las estrictas medidas de protección de datos personales que rigen en el Perú, principalmente en el campo de la salud, el equipo estudiantil puso a prueba su plataforma digital con una simulación de base de datos alimentada íntegramente con información de 10.000 pacientes ficticios.
"En general, todo lo que es tema médico es muy sensible e incluso nosotros como desarrolladores no deberíamos tener acceso a la información de los pacientes del hospital, porque no nos corresponde. En ese sentido, tenemos un encargado de seguridad que está velando precisamente por todo lo que es protección de datos se rija a la ley, no tanto porque evidentemente no podemos romperla, sino porque al final eso impacta en la salud y en la vida de las personas", precisó.
En busca de un legado
En un futuro, a medida que el
equipo estudiantil consolide su presencia en más hospitales y centros de salud de la región Loreto, Mendoza señaló que podrían trazar más alianzas estratégicas con instituciones públicas y privadas que contribuyan al desarrollo de su plataforma, entre ellas, el Plan Binacional de Desarrollo de la Región Fronteriza Perú-Ecuador, un organismo internacional público que tiene como objetivo la ejecución de proyectos y el desarrollo de actividades a favor de las poblaciones vulnerables asentadas en la zona de la frontera entre ambos países.
En 2024, este proyecto de investigación fue premiado por la PUCP con un fondo de 150.000 soles que permitió financiar gran parte del desarrollo de la plataforma digital. No obstante, Mendoza refirió que aun este exorbitante monto no logra cubrir todas las necesidades logísticas del equipo. Por ello, invita a las empresas o instituciones interesadas en este proyecto de largo aliento a negociar convenios o brindar voluntariamente su apoyo financiero, a fin de seguir contribuyendo al crecimiento del sistema de salud peruano.
"Nosotros no nos llevaremos nada a cambio. Vamos a entregar el código del proyecto, que será un sistema Open Source. La Universidad tampoco va a lucrar con ello. Lo hacemos genuinamente porque creemos que este proyecto de largo aliento puede desarrollar la salud en el país. El interés es sincero, no estamos esperando nada, aunque sí se necesita remunerar al personal con algo simbólico para que puedan dedicarse a trabajar tiempo completo", explicó Mendoza.
Finalmente, el estudiante afirmó que, si bien la mayoría de miembros de su equipo son alumnos de últimos ciclos y están a puertas de egresar de la universidad, sus fundadores seguirán comprometidos con el desarrollo de la plataforma digital a fin de consolidar un proyecto sólido que pueda ser continuado y expandido por nuevas generaciones de estudiantes de Ingeniería Informática con interés en la aplicación práctica de su carrera a las ciencias de la salud.
"Tenemos que dejarles la posta y, de alguna forma, gestionar todo el conocimiento que hemos adquirido este último año para que ellos no empiecen desde cero y el desarrollo del sistema pueda seguir fluyendo", apuntó Mendoza.
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