El Perú es cuna de importantes civilizaciones y cada año las investigaciones arqueológicas nos dan importantes noticias sobre hallazgos de valiosos vestigios que son el resultado del infatigable trabajo de investigaciones nacionales y extranjeros en su afán de reconstruir la historia del Perú prehispánico y que destacan también el alto nivel profesional de los arqueólogos peruanos.
Este año 2024 no es la excepción y este gran trabajo es destacado en la última edición, enero/febrero 2025, de Archaelogy Magazine's, una de las revistas especializadas en arqueología más importantes del mundo, que eligió al hallazgo arqueológico en Pañamarca (Áncash): el descubrimiento de un trono y unos murales decorados con imágenes que revelan a un importante personaje femenino (¿una reina?) de la sociedad mochica, como uno de los 10 descubrimientos arqueológicos más importantes del mundo de este año.
Pero no es la única investigación arqueológica de Perú que destaca esta importante revista científica. En el capítulo de Excavaciones y Descubrimientos más destacados del año figuran también otros dos trabajos que se ejecutan en nuestro país, uno se ejecuta en Lambayeque y el segundo en Ica. Veamos a continuación de que investigaciones se tratan
Templo ceremonial de hace 4,000 años en Zaña
En junio de este año se conoció del hallazgo de un templo de hace más de 4,000 años de antigüedad en el valle de Zaña (región Lambayeque), y contemporáneo a la célebre huaca Ventarrón, que posee los murales más antiguos de América.
Este importante descubrimiento estuvo a cargo de investigadores del Proyecto Arqueológico Paisajes Culturales de Úcupe-Valle de Zaña, que dirige el doctor en Arqueología, Luis Armando Muro Ynoñán.
En diálogo con la Agencia Andina, Luis Muro destacó el reconocimiento otorgado al trabajo que encabeza y afirmó que ahora la investigación arqueológica en el Perú está siendo muy reconocida en el mundo y eso resalta la calidad de esta profesión y también se reconoce el asombro continuo que genera el increíble pasado histórico del Perú.
En su artículo, Archaelogy Magazine's recordó que Luis Muro Ynoñán investigaba los agujeros de los saqueadores en el sitio de La Otra Banda en el Valle de Zaña cuando descubrió bloques tallados a unos dos metros bajo la superficie. Él y su equipo abrieron una trinchera y descubrieron que los bloques eran parte de las paredes de
un gran templo de adobe construido hace unos 4,000 años.
“Fue entonces cuando se construyeron los primeros templos decorados a lo largo de la costa”, dice Muro quien afirma que el templo fue construido siglos antes de que el pueblo de Chavín, una cultura que floreció alrededor del 1000 al 400 a.C., construyera complejos de templos en los Andes. “Hasta ahora no se conocía ninguna cultura de esta época en el Valle de Zaña”, afirma Muro.
En el lugar los investigadores descubrieron también murales con diseños geométricos de la época moche que fueron pintados durante una renovación del templo iniciada poco después de que se completara su fase de construcción original.
La estructura parece haber sido diseñada como un teatro, explica Muro, con una plataforma en forma de escenario y una escalera que conduce a lo que probablemente era una plaza abierta. A ambos lados de la escalera, el equipo encontró relieves tallados que representan una criatura con cuerpo humano, cabeza de pájaro y extremidades de reptil. “Esta criatura híbrida en la fachada del templo parece ser un predecesor de figuras en la iconografía de Chavín”, dice Muro. “A pesar de que estos dos pueblos están muy distantes cronológicamente, las imágenes parecen ser una expresión de una misma religión”.
En declaraciones a la Agencia Andina, Luis Muro recordó que en una de esas unidades de excavación, cuyas dimensiones cuadrangulares son de 10 metros por lado, se halló lo que parece ser la fechada de un templo del periodo Formativo que tendría una antigüedad estimada de 4,000 años, que presenta un tipo de arquitectura y de frisos que muestran una edad anterior a la cultura Chavín.
Nuevos geoglifos hallados en Nasca con ayuda de la inteligencia artificial
En septiembre de este año otra noticia arqueológica desde Perú sorprende al mundo. Científicos de la Universidad de Yamagata de Japón descubrieron 303 nuevos geoglifos en un trabajo de campo de seis meses en la Pampa de Nasca. Este hallazgo se logró con la ayuda de la inteligencia artificial-
El arqueólogo japonés Masato Sakai, profesor de antropología cultural por la Universidad de Yamagata, afirmó que el hallazgo es el resultado de un experimento piloto en el que trabajaron 1o personas y que se realizó en colaboración con la compañía IBM de los Estados Unidos.
Para descubrir estas 303 formaciones, explicaron los científicos, se analizó una vasta cantidad de datos de imágenes geoespaciales producidas desde aviones para identificar áreas prioritarias con probables geoglifos para estudios de campo.
El investigador japonés sostuvo que la cifra total de geoglifos hallados asciende a 303 que se suman a los 430 hallados anteriormente y que totalizan 733 en la Pampa de Nasca; sin embargo, precisó que hasta el momento solo se ha explorado un 30 % del área total y que aún falta trabajar un 70 %, que demandará mas tiempo.
La publicación Archaelogy Magazine's resalta que desde la década de 1940 hasta principios de la década de 2000, se descubrieron geoglifos en el desierto de Nasca, en el sur de Perú, que representaban animales, humanos y otras figuras a un ritmo de 1.5 por año.
Luego, con la ayuda de imágenes aéreas de alta resolución, los investigadores aumentaron esa tasa a 18.7 por año entre 2004 y 2020, lo que eleva el número total de geoglifos figurativos conocidos a alrededor de 430.
Ahora, un equipo dirigido por el arqueólogo Masato Sakai de la Universidad de Yamagata y el científico informático Marcus Freitag, del Centro de Investigación IBM Thomas J. Watson, utilizó un sistema de inteligencia artificial (IA) entrenado para reconocer rastros débiles de geoglifos. Esto les permitió identificar 303 geoglifos de Nasca previamente desconocidos en una sola temporada de campo.
La revista especializada destaca que estos geoglifos ahora son casi invisibles, pero cuando fueron creados, probablemente entre el año 100 a.C. y 50 d.C., podrían haber sido vistos desde senderos informales que atravesaban el desierto. "Los geoglifos figurativos de Nasca más emblemáticos, que miden un promedio de 300 pies de ancho, se encuentran cerca de caminos antiguos y representan principalmente animales salvajes. Por el contrario, los geoglifos recién descubiertos tienen un promedio de sólo 30 pies de ancho y alrededor del 80 por ciento de ellos representan personas o animales domesticados", subraya.