El proyecto “Soildier”, integrado por Raúl Jauregui, María Isabel Rivera, Lucero de la Cruz y Karla Vilca, ganó la final nacional del Social Ideas Challenge.
Por Lucero Espinoza CastroEl proyecto universitario “Soildier” ganó la final nacional del Social Ideas Challenge, una competencia que busca promover el emprendimiento con impacto social y soluciones innovadoras abordando desafíos sociales y ambientales. Con este reconocimiento, el equipo de investigadores representará al Perú en la final internacional, en marco de la conferencia Emerge Americas, en Estados Unidos, con una propuesta de nanohidrogeles para mejorar la tecnología de riego para la agricultura.
Del 26 al 28 de mayo de este año, Soildier competirá con universidades de diversos países del hemisferio y representará al país en la final internacional en Miami Beach, en el marco del Emerge Americas, una importante conferencia de tecnología y ciencia. Aunque actualmente se basa en evidencia científica y no cuenta con un prototipo a gran escala, el proyecto ha validado la problemática con agricultores y busca inversión para futuras pruebas e implementación.
El
equipo "Soildier" -integrado por Raúl Jauregui, María Isabel Rivera, Lucero de la Cruz y Karla Vilca, estudiantes y egresados de ingeniería ambiental de la Universidad Peruana Cayetano Heredia- busca desarrollar y producir
nanohidrogeles de quitosano a partir de las exuvias (exoesqueleto) de la mosca soldado negra.
Estos
hidrogeles actúan como "esponjas" capaces de absorber y liberar agua de forma controlada, ofreciendo una solución sostenible y de bajo costo para mitigar el
estrés hídrico y las sequías que afectan a diversas regiones del Perú. Estos nanohidrogeles se presentan como una alternativa más económica, fácil de usar y sostenible en comparación con otras
tecnologías de riego más complejas y costosas.
El proyecto surgió a raíz de una pasantía de investigación en el Laboratorio Andino-Amazónico de Química de la Vida (LAVI), en colaboración con el Instituto de Investigación y Desarrollo de Francia. El equipo investigó las propiedades de la mosca soldado negra, identificando el alto contenido de quitina en sus exoesqueletos como un recurso valioso.
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La motivación principal radica en la grave problemática del estrés hídrico y las sequías en regiones peruanas como Piura, Lambayeque y Arequipa, que generan pérdidas económicas significativas para los agricultores. Es por ello que el innovador proyecto de Soldier es ofrecer una alternativa sostenible y accesible para mejorar la productividad agrícola y la calidad de vida de los agricultores afectados.
El joven investigador Raúl Jauregui señaló a la Agencia Andina que el proyecto "busca ser una solución a los agricultores para que mejoren su productividad agrícola y que de esta forma pueda mejorar su calidad de vida."
Actualmente, el proyecto se encuentra en fase de investigación y no cuenta con un prototipo físico. El equipo ha recopilado artículos científicos sobre los métodos para medir la retención de agua y la liberación progresiva de los hidrogeles, además, se ha realizado una validación del problema del estrés hídrico con agricultores de diversas regiones quienes han mostrado disposición a adoptar este tipo de tecnologías por su simplicidad.
La investigación preliminar sugiere que los hidrogeles podrían ser adaptables a diferentes tipos de suelo y cultivos (maíz, okra, tabaco, entre otros), sin presentar limitaciones significativas para el crecimiento de las plantas.La clave radica en la forma de aplicación y la cantidad óptima de hidrogel a utilizar por planta, lo cual se determinaría en la ficha técnica del producto. La aplicación se realizaría en seco, colocando los hidrogeles cerca de las raíces de cada planta, para que luego absorban el agua del riego o la lluvia y la liberen gradualmente.
Basándose en estudios de mercado sobre hidrogeles naturales similares, se estima una vida útil de al menos cinco años para los hidrogeles que busca producir el equipo de jóvenes investigadores de la UPCH. La degradación se produce progresivamente en el suelo, sin generar alteraciones químicas ni afectar las propiedades físicas del suelo o su microbiota, al estar hechos de quitosano, un material natural.
La joven investigadora María Isabel Rivera señaló en la entrevista con Agencia Andina que "la degradación de estos hidrogeles se realiza progresivamente porque el suelo empieza a absorber poco a poco y a degradarlo". De acuerdo a la evidencia científica, "en este etapa de degradación, el suelo no sufre ninguna alteración química o no se ve afectado en las propiedades físicas que pueda tener porque al estar hecho de quitosano es algo que no va a tener ninguna liberación de químicos o afectar a la microbiota en general del suelo."
Uno de los principales desafíos identificados por el equipo es la aceptación de la tecnología por parte de las comunidades rurales, a pesar de su aparente simplicidad. La educación de los agricultores son cruciales para la adopción exitosa de la tecnología de riego. El equipo planea ofrecer capacitaciones constantes y materiales sencillos para facilitar su uso. También se ha pensado en una explicación sencilla para los agricultores, describiendo los hidrogeles como "pequeñas esponjitas que absorben muchísima agua y que lo liberan de forma controlada en el suelo".
Los investigadores de la UPCH tienen expectativas de crecimiento y buscan activamente inversión y auspicio para el proyecto, incluyendo el viaje a Miami, donde se realizará la final global del concurso. Están abiertos a la colaboración y el apoyo de gobiernos regionales y ONGs, y también planean postular a fondos de inversión ("Venture Capital") en Estados Unidos y Europa para impulsar su desarrollo y escalabilidad. La visión a futuro incluye la expansión a otras regiones con
estrés hídrico extremo como Chile y México.
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Publicado: 10/3/2025