Rosa Bueno de Lercari es la tercera mujer que preside la Cámara de Comercio de Lima (CCL), creada hace más de un siglo en momentos difíciles para el Perú. Como líder de esa organización, ha apostado por renovar el liderazgo del gremio empresarial, y promueve, desde que asumió el cargo, su compromiso con el crecimiento del país, la integridad y la innovación.
Cuando a los 13 años leyó con avidez La guerra y la paz del escritor ruso León Tolstói, ya había leído a varios autores de esa nacionalidad que inspiraron su imaginación y su amor por la literatura. Rosa Bueno de Lercari seguía una especie de instinto creativo al leer esas grandes novelas, motivada, tal vez, por las lecturas de los poemas de Amado Nervo que su progenitor compartía con ella durante su niñez.
La abogada y hoy presidenta de la Cámara de Comercio de Lima (CCL) no sospechaba que algunos años después se inclinaría por el derecho y no por la literatura, y que sumaría a su pasión por las leyes, otra aparentemente distinta: la competencia en la empresa. Intereses que ha integrado con mucho éxito al ejercicio de su profesión.
Si bien su ámbito de trabajo es el privado, la experiencia en el sector público no le fue indiferente. Bueno de Lercari recuerda, por ejemplo, que un año antes de terminar su carrera en la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), trabajó en la Comisión de Precios y Abastecimiento del Ministerio de Economía y Finanzas, a finales de los años 80 y más adelante, en el Indecopi como la primera secretaria técnica de Represión de la Competencia Desleal.
Mujer de convicciones
Estos aportes a la administración pública son dos paréntesis en su amplio ejercicio, de más de tres décadas, que tiene como abogada especializada en derecho de la competencia, compliance y arbitraje, y le ha merecido ser reconocida en el mundo empresarial, así como en el ámbito del liderazgo femenino.
Porque cuando Rosa Bueno de Lercari empieza a contar de qué se trata su trabajo, demuestra que tiene conocimiento, capacidad de comunicación y don de mando. Atributos que le han permitido desenvolverse en un ámbito altamente competitivo y desafiante para las mujeres.
Y como su naturaleza es enfrentar retos, aceptó que la propusieran para presidir la Cámara de Comercio de Lima para el período 2022-2023. “Me animó hacer algo distinto, y llegué con la propuesta de innovar el liderazgo empresarial. Los gremios tienen agendas orientadas a mejorar o favorecer a su sector, y manejaron la política de cuerdas separadas por mucho tiempo. Los negocios, por un lado, y la política, por otro. Esa visión nos está pasando la factura”, comenta.
Sin embargo, en poco más de un año de gestión los ha convencido de la necesidad y la urgencia de cambiar el “chip” y que deben comprometerse con los temas importantes del país. No ha sido fácil. Ha realizado una especie de trabajo evangelizador para dar a conocer su plan, claramente explicado en cuatro pilares.
El primero, fortalecimiento de la democracia mediante la integridad y el destierro de la corrupción. Segundo, reforzamiento del libre mercado, combatiendo la desinformación que existe sobre el capítulo económico de la Constitución.
El tercer y el cuarto pilar son seguridad ciudadana y acceso a la formalidad, respectivamente. “Los temas que planteamos son muy importantes, pues sin una democracia y sin un libre mercado fortalecidos, sin seguridad ciudadana y sin la recuperación para la formalidad de más empresarios, el país no es viable”, afirma.
Compromiso
Pero la innovación, la transformación digital y la inteligencia artificial (IA) también son asuntos que le inquietan. Para ella, la IA replanteará problemas éticos, y será necesario reflexionar al respecto.
La creación de la primera Comisión de Transformación Digital e Inteligencia Artificial en la CCL, es una manera de iniciar el debate. “Mi sueño es que el compromiso gremial no se pierda”.
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(FIN) DOP/ SMS
Publicado: 22/1/2024