Cada minuto se generan en las zonas urbanas de nuestro país toneladas de residuos sólidos, de los cuales alrededor del 53 % tiene como destino final los 52 rellenos sanitarios existentes, y el resto son llevados a 1,585 botaderos, los cuales no cuentan con un tratamiento adecuado. Y poco más del 1 % de estos residuos sólidos se valoriza.
Para enfrentar esta problemática, que afecta la salud humana y contamina el medio ambiente, la
Ley de Gestión Integral de Residuos Sólidos, promulgada en diciembre del 2016, su reglamento y modificatorias establecen la implementación de medidas de prevención o minimización de la generación de residuos sólidos, mediante procesos de recuperación y valorización material y energética.
Plantas de valorización de residuos sólidos
De acuerdo a dicha norma, el Ministerio del Ambiente (Minam) promueve la implementación de plantas de valorización de residuos sólidos en diferentes regiones del país, para lo cual articula acciones con las municipalidades provinciales y distritales.
Las plantas de valorización de residuos sólidos son infraestructuras establecidas en espacios autorizados por los gobiernos locales adonde se llevan los residuos generados en el ámbito municipal (hogares, mercados, áreas verdes, restaurantes, instituciones públicas y privadas, entre otros) y en el ámbito no municipal (establecimientos donde se realizan actividades extractivas, productivas o de servicios) para recibir un tratamiento mediante procesos que permitan su reutilización y reciclaje con un enfoque de economía circular.
Con ello se busca minimizar la generación de residuos sólidos y aumentar la vida útil de los rellenos sanitarios que existen en las ciudades.
Cómo funcionan
Las plantas de valorización de residuos sólidos cuentan con áreas de selección, clasificación, maduración y descomposición, además de una prensa hidráulica vertical para compactar el material reciclable en fardos.
En el área de residuos inorgánicos de la planta de valorización se efectúa el aprovechamiento sostenible de restos como plásticos, papel, cartón y metales, operación que es realizada por los recicladores formalizados.
Complementariamente, en el área de residuos orgánicos se elabora el compost, material que será utilizado para mejorar el suelo de los parques, jardines y agricultura local.
La implementación de este tipo de infraestructuras en nuestro país es
responsabilidad de cada gobierno municipal y deben tener viabilidad técnica, económica y ambiental, en condiciones y características mínimas, según la
Ley de Gestión Integral de Residuos Sólidos, su Reglamento y sus modificatorias. Su implementación recibe el acompañamiento técnico del Minam.
Contribución al cuidado ambiental
Una planta de valorización de residuos sólidos contribuye al cuidado del ambiente y la salud de la población gracias a que permite recuperar los nutrientes mediante el compostaje o degradación biológica para mejorar el suelo. El producto obtenido tras dicho proceso se utiliza como abono para los parques, jardines y áreas verdes públicas de las ciudades.
Por lo general, el compostaje se realiza con residuos sólidos orgánicos como restos de frutas y verduras, cáscaras de huevo, así como de café e infusiones, maleza, entre otros.
El aprovechamiento adecuado de los residuos sólidos orgánicos ayuda al cuidado del ambiente, pues disminuye la emisión de gases efecto invernadero (GEI) como el metano y el dióxido de carbono. Dichas emisiones se generan en gran medida por la descomposición de los residuos en los rellenos sanitarios.
(FIN) LZD/MAO