La Semana Santa es una de las festividades más celebradas y participativas del calendario religioso y turístico del Perú. En cada localidad donde se conmemora la vida, pasión, muerte y resurrección de Cristo se puede apreciar el pletórico fervor religioso y el notable sincretismo cultural católico y andino expresado con singular particularidad. Por ello existen tantas bellas versiones de la Semana Santa como lugares donde se manifiesta en nuestro país de todas las sangres.
Aspecto religioso
Al profesar mayoritariamente la fe cristiano católica, la población peruana se prepara con 40 días de anticipación, tiempo conocido como Cuaresma y que representa el tiempo que Jesús estuvo meditando en el desierto, para participar plenamente en la Semana Santa.

Esta se inicia el Domingo de Ramos, que recuerda el ingreso triunfal de Cristo en la ciudad de Jerusalén, y continúa el lunes, martes y miércoles santo, días en los que Jesús comparte con sus discípulos antes del Jueves Santo, cuando es apresado, torturado, juzgado sumariamente y crucificado por los romanos. En esos días se celebran misas, confesiones y momentos de mucha oración.

El Viernes Santo, día en que Jesús fallece en la cruz, no se realiza ningún acto litúrgico al ser un día de duelo y reflexión. El Sábado Santo o Sábado de Gloria se realizan vigilias de oración en las iglesias hasta el Domingo de Resurrección en que se celebra con misas especiales la resurrección del redentor y su victoria sobre la muerte y el pecado.
Aspecto cultural
En las diversas regiones del Perú esta emblemática festividad se celebra con expresiones genuinas en las que confluyen fe, devoción, tradiciones y costumbres muy arraigadas en la población, las cuales se sostienen y difunden por generaciones, contribuyendo a fortalecer la identidad popular en cada una de las localidades donde se celebra la Semana Santa.

Entre las manifestaciones culturales más destacadas están la elaboración de bellas y enormes alfombras florales que se colocan en el pavimento de las calles de cada localidad que forman parte del recorrido de las procesiones de diversas imágenes religiosas encabezadas por Jesús y su madre la Virgen María.

Estos tapices contienen creativos y coloridos diseños inspirados en la devoción a Cristo, la Virgen María en sus diversas advocaciones, los santos patrones, así como el cáliz, la cruz, la biblia, el espíritu santo representado por una paloma blanca, entre otros símbolos católicos.

Asimismo, la escenificación del Vía Crucis y la crucifixión de Jesús. En algunos casos se incluyen pasajes de su vida pública como su bautizo en el río Jordán, la expulsión de los comerciantes del templo de Jerusalén y la última cena con sus discípulos antes de su apresamiento por los romanos.

También se expresan en costumbres arraigadas como la instalación de “posas” o zonas de descanso, versión original de las capillas mortuorias establecidas en la liturgia católica. Al parecer, proceden de una costumbre española de hacer cuatro capillas piramidales en los extremos del atrio al exterior de la iglesia para el descanso de las procesiones. Las imágenes colocadas en las posas pertenecen al santoral católico peruano.

Es gracias a estas peculiares maneras de celebrar la Semana Santa que, hasta ahora, suman diez las festividades declaradas Patrimonio Cultural de la Nación por el Ministerio de Cultura.

Se trata de la Semana Santa celebrada en Ayacucho, reconocida en 2022; en Pampacolpa (2021); en Chancay, en el Centro Histórico de Lima, en Catacaos (2018); en Moche (2014); en Huancavelica (2013); en Huambo y en Bolívar (2012); y en Omate (2010).
Aspecto turístico
Durante la Semana Santa, especialmente los días que forman parte del habitual feriado largo (desde el jueves hasta el domingo), se potencia el turismo interno con viajes de la población a las diversas regiones del Perú con el propósito de participar de la celebración, visitar a familiares y amigos, y disfrutar de los emblemáticos e imperdibles atractivos turísticos de cada destino.

Los destinos regionales más visitados son Ayacucho, Arequipa, Áncash, Apurímac, Cajamarca, Huánuco, Ica, Junín, Lambayeque, La Libertad, Moquegua, Piura, Puno, San Martín, Tacna y Tumbes. En cada uno de ellos existe una amplia gama de lugares y monumentos que son atractivos turísticos de gran riqueza paisajística, natural, cultural e histórica que concitan el creciente interés de los turistas nacionales y extranjeros.
Aspecto gastronómico
La gastronomía es un tópico muy especial durante la celebración de la Semana Santa. Si bien existe la tradición de hacer ayuno en ciertos días y evitar comer carne de res y cerdo principalmente el viernes santo, existe una vasta oferta gastronómica en las regiones que se expresa en irresistibles platos como sopas y guisos preparados a base de pescado, verduras, tubérculos, menestras y cereales, entre otros productos oriundos de cada localidad.

Igualmente, se preparan deliciosos postres a base de frutos del campo que preservan antiguas recetas de preparación heredadas por generaciones y que las familias comparten en el marco de la tradición de la Semana Santa.
(FIN) LZD/MAO
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