El 28 de junio de 2009 es una fecha imperecedera para los peruanos. Ese día el Comité de Patrimonio Mundial de la Unesco no solo reconoció a la Ciudad Sagrada de Caral como Patrimonio Cultural de la Humanidad, sino que se rindió ante su monumental arquitectura y a su excepcional preservación a pesar de SUSs 5,000 años de antigüedad.
“La
ciudad, excepcionalmente bien preservada, es impresionante por la concepción y complejidad de sus elementos arquitectónicos y espaciales, sobre todo las plataformas monumentales de piedra y tierra y los patios circulares bajos”, reseñó la
Unesco sobre el sitio arqueológico ubicado en la margen izquierda del valle medio del río Supe, provincia de Barranca, región Lima.
El organismo internacional resaltó que la
Ciudad Sagrada de Caral representa uno de los 18 asentamientos urbanos de la región y su arquitectura, compleja y monumental a la vez, comprende seis grandes estructuras piramidales. Toda el área comprende 626 hectáreas.
Otro aspecto que destacó la Unesco fue el hallazgo de un quipu (ramal de cuerda con varios nudos y colores anudado a ramales similares, y utilizado para registrar y transmitir relatos, noticias y cuentas) que atestigua el grado de desarrollo y complejidad alcanzado por la civilización de la Ciudad Sagrada.
El plano del lugar y algunos de sus componentes –en particular, las estructuras piramidales y el conjunto residencial de la clase dominante– reflejan claramente la existencia de funciones ceremoniales reveladoras de una fuerte ideología religiosa, agregó la Unesco.
Caral se ubica en una meseta desierta y árida que domina el valle del río Supe. Sus orígenes se remontan al periodo arcaico tardío de los andes centrales y hacen de él el centro de civilización más antiguo de América.
Importancia de Caral y desarrollo económico
Han transcurrido 11 años y el tiempo ha confirmado la importancia de esta cultura y a la Ciudad Sagrada se han sumado otros sitios arqueológicos pertenecientes a Caral como Áspero, Vichama o Chupacigarros.
Los hallazgos realizados en los últimos años han presentado evidencias de cómo los habitantes de Caral se adaptaron al territorio. La mejor muestra es que sus centros urbanos fueron planificados para no ser afectadas por eventos naturales devastadores originados por la presencia del Fenómeno El Niño.
La directora de la Zona Arqueológica Caral, Ruth Shady Solís, sostuvo que la civilización Caral se desarrolló gracias a que su economía se complementaba la agricultura del valle y la pesca marina. “Gracias a la anchoveta no se sufría de anemia y tenían un desarrollo adecuado”, subrayó.
El comercio fue otro aspecto que caracterizó a Caral, Shady afirma que hay evidencias que demuestran que mantuvo un intercambio con sitios tan lejanos como el sur de Ecuador, el norte de Chile y el Altiplano boliviano, así como con la Selva peruana.
Modelo de organización
A 11 años del reconocimiento de la Unesco a la Ciudad Sagrada de Caral, el Perú y el mundo afrontan una de sus peores crisis originada por la pandemia de coronavirus (covid-19) que ya suma más de 9.8 millones de personas contagiadas y la cifra de fallecidos supera los 495,000.
El impacto no solo es en la salud, también lo es en lo económico, social, moral y mental. Es en estas circunstancias que urgen los ejemplos para superar las dificultades y salir adelante y Caral podría ser el modelo que los peruanos necesitamos ahora.
En una conferencia virtual que ofreció Ruth Shady en mayo pasado con motivo del aniversario de fundación de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, la investigadora afirmó que la Civilización Caral fue modelo de valores sociales y culturales que deben generar reflexiones para mejorar las condiciones de vida ante la pandemia.
Shady explicó que esta civilización logró un importante desarrollo hace 5,000 años, debido a que fueron conscientes de la megadiversidad territorial y sus diferentes características, trabajaron coordinadamente entre autoridades sociales y políticas, respetando la pluralidad cultural, ideológica y a la naturaleza.
Además, identificaron los problemas y designaron especialistas, creando la tecnología apropiada en arquitectura, agricultura, astronomía, música, entre otros campos.
“Hubo una organización del colectivo desde el parentesco a través del ayllu; luego, conforme la complejidad, por medio de la minka iban trabajando de modo organizado y después a través de la mita, con autoridades ya más centralizadas. De modo que, desde que se forma esta civilización, empieza este tipo de trabajo colectivo organizado, para el beneficio en general de la sociedad”, indicó.
“Vivir en armonía con la naturaleza, con respeto a los animales, con respeto a los recursos y con respeto a los otros seres humanos; la armonía entre la naturaleza y los seres humanos son valores que no se tienen en cuenta en la actualidad. Vemos que por motivos ideológicos mueren seres humanos o, simplemente, por el interés económico destruimos a la naturaleza”, remarcó Shady.
La Civilización Caral se formó en la actual área norcentral peruana durante el Formativo Inicial, hace 5,000 años (3000 a.C.-1800 años a.C.), casi simultáneamente con las civilizaciones de Mesopotamia, Egipto, India y China. Sin embargo, a diferencia de ellas, que pudieron intercambiar conocimientos y experiencias, Caral logró un avance sin precedentes, en completo aislamiento.
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(FIN) MAO
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Publicado: 28/6/2020