Si bien la aplicación de la dosis de refuerzo contra la covid-19 avanza de manera sostenida en todo el país, la población menor de 50 años es la que registra el nivel más bajo de recepción de la denominada tercera dosis.
“De toda la población que puede aplicarse la dosis de refuerzo, solo 1 de cada 3 personas finalmente la recibe y eso representa el 29%. Sin embargo, entre las personas de 40 a 49 años solo 2 de cada 10 la ha recibido, lo que representa apenas el 14%”, alertó Dante Cersso, jefe de la Unidad de Inteligencia y Análisis de Datos de EsSalud a la Agencia Andina.
Es el rango de edad con menor porcentaje de recepción de la dosis de refuerzo, solo cercana al grupo etario de 50 a 59 años, que registra una aplicación del 19,6% a nivel nacional.
“Estas cifras son a nivel de todos los subsistemas de salud, tanto de EsSalud, como del Ministerio de Salud”, comentó el experto, quien advirtió que los mayores de 40 años también pueden hacer casos complicados si no están vacunados o tienen enfermedades crónicas previas.
Explicó que los adultos mayores son los que en mayor proporción terminan en una unidad de cuidados intensivos (UCI), pero también hay casos de personas menores que tienen comorbilidades, como diabetes, obesidad, hipertensión, enfermedades renales y oncológicas, entre otras.
“Las personas de 40 a 49 años, con alguna de estas enfermedades, y que no se han aplicado la tercera dosis están más expuestas a un contagio o a desarrollar la infección del covid-19 de manera más grave, incluso llegando a requerir hospitalización o el uso de una cama UCI”.
Todos trabajan
Para Dante Cersso, una de las razones que explicaría el alto ausentismo de este rango de edad en la colocación de la tercera dosis sería que todos pertenecen a la Población Económicamente Activa (PEA).
“Pero no es una excusa porque los vacunatorios están atendiendo en diferentes horarios; además existen los vacunatones. Deberían aprovechar las diferentes oportunidades de inmunización. Se vacuna los siete días de la semana, entonces pueden ir algún día de los tienen libre del trabajo”, aconsejó.
Hace algún tiempo, dijo, se informó a la ciudadanía sobre la poca afluencia de adultos mayores en los vacunatorios y felizmente hubo una buena respuesta y al poco tiempo se vio una gran cantidad de hijos llevando a sus padres a vacunarse o nietos con sus abuelos, sobre todo entre personas de 70 años a más.
“Ese mismo comportamiento deberían tener las personas entre 40 y 49 años, así como de 50 a 59 años, porque en esos rangos de edad solo 2 de cada 10 se han aplicado su tercera dosis, pudiendo haberlo hecho antes”.
La familia primero
El jefe de la Unidad de Inteligencia y Análisis de Datos de EsSalud advirtió que mucha gente adulta podría padecer alguna de las enfermedades crónicas antes descritas y no saberlo, luego enfermarse de covid-19 y terminar en una unidad de cuidados intensivos.
“Hay muchas personas que tienen hipertensión y no saben que la tienen porque no asistieron a un médico que se lo haya diagnosticado, pero es algo muy presente en el país”, advirtió.
Recordó que de acuerdo con la base de datos histórica de la pandemia las personas que suelen complicarse más con el desarrollo del covid-19 son hombres en general, adultos mayores y quienes tienen alguna comorbilidad, “características que se siguen manteniendo hasta ahora”.
“Quiero recordarle a esta población (40 a 49 años), que por lo general son padres de familia, que acudan a vacunarse no solo por ellos sino también por sus hijos. Al vacunarse reducen la posibilidad de necesitar una cama UCI y permiten que otras personas la puedan emplear. Esto genera no solo un beneficio individual sino también colectivo, porque permito que otro pueda acceder a ese equipo hospitalario”, refirió.
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(FIN) KGR
Publicado: 30/12/2021