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Emprendimiento sénior, una nueva oportunidad para generar ingresos

No hay en edad para empezar una nueva aventura

ANDINA/Difusión

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08:30 | Lima, oct. 28.

Por Víctor Lozano

Emprender un negocio o formar una empresa observa un auge entre los mayores de 50 años, que representan cerca del 20% de la población peruana.

Siempre se ha dicho que lo más grande que el Perú tiene es su gente, y mejor aún si se trata de jóvenes que pasan a componer el denominado bono demográfico, señala informe publicado en el Suplemento Económika del Diario El Peruano.

Y hay un segmento poblacional que está demostrando que la edad no es un obstáculo, sino una fuente de experiencia y resiliencia, posicionándose como una fuerza emergente en el ámbito empresarial. Hablamos de la denominada generación plateada, personas mayores de 50 años que representan cerca del 20% de la población peruana.




De acuerdo con un reciente estudio de Ipsos para el Centro de Emprendimiento de la Universidad del Pacífico (Emprende UP) sobre la generación plateada, se calcula que hay 6.5 millones de personas de más de 50 años en el Perú urbano (ámbito del estudio), de los cuales 4.9 millones tienen entre 50 y 70 años; de estos, el 14% tiene un negocio propio, que iniciaron por necesidad y que se identifican a sí mismos como emprendedores. El resto, un 86%, no tiene un negocio, pero el 41% de ellos quiere iniciar uno.

Necesidad y oportunidad


El emprendimiento sénior puede surgir tanto por necesidad como por oportunidad. En esta etapa de la vida, muchas personas se encuentran en una encrucijada laboral, ya sea por la dificultad para encontrar empleo en el mercado laboral –que tiende a expulsar a los mayores– o por una perspectiva de jubilación cercana (anticipada o por llegar a la edad de jubilación).

De acuerdo con la Guía de Emprendimiento Sénior en el Perú, elaborada por Emprende UP, está claro que el contexto económico y social influye en el emprendimiento sénior, y para ellos, emprender se convierte en una necesidad para generar ingresos y mantener su estilo de vida.

“Otros emprendedores séniores aprovechan las oportunidades que se presentan, ya sea por su experiencia acumulada, su deseo de buscar nuevas experiencias o su pasión por convertir sus ideas en realidad”, refiere el documento. 

Seguir creciendo


Y es que este grupo ve en el emprendimiento una oportunidad para seguir creciendo, desarrollándose y contribuyendo con la sociedad.

El mercado de trabajo en el Perú no es capaz de absorber a esta población y por eso el trabajo independiente es lo que prima. 

“Es un emprendimiento por necesidad y, por ese motivo, una de sus características es la irregularidad y falta de formalidad”, refiere el estudio.

Por otro lado, los profesionales séniores, después de años de trabajo en un entorno corporativo, sienten la necesidad de continuar siendo activos y productivos. 

El emprendimiento les brinda la oportunidad de canalizar su energía y conocimientos hacia otros proyectos. En algunos casos, salen de la empresa, que luego los vuelve a contratar como asesores independientes por su experiencia. 

Según la guía, esta situación se da principalmente en profesionales que tienen un determinado nivel de estudios y trayectoria profesional. “Sin embargo, no todos los emprendimientos séniores surgen de la necesidad. Algunos individuos en esta etapa de la vida deciden emprender por oportunidad, aprovechando su experiencia acumulada y su deseo de explorar nuevas pasiones”.

Obstáculos y ventajas


Pero no son pocos los obstáculos o limitaciones que deben superar las personas que inician su emprendimiento a partir de los 50 años. El principal es el edadismo, término acuñado en 1969 por el gerontólogo Robert Butler, que hace referencia a los prejuicios y estereotipos –y en definitiva, la discriminación– relacionados con la edad. 

Se suele subestimar las habilidades y capacidades de los emprendedores mayores y no se valora suficientemente su experiencia, lo que dificulta la obtención de financiamiento y el acceso a otras oportunidades. 

Otro obstáculo es la dificultad en el uso de herramientas tecnológicas. En un mundo cada vez más digitalizado, la tecnología desempeña un papel fundamental en el éxito empresarial y la velocidad de la evolución tecnológica supone verdaderamente un desafío para los emprendedores sénior que no están familiarizados con las nuevas plataformas digitales.

También se enfrentan a otras limitaciones que no son externas, sino personales. Una de ellas es la resistencia al cambio, ya que después de años de experiencia en un entorno laboral tradicional por cuenta ajena, con la tranquilidad de recibir un sueldo a fin de mes, no es fácil adaptarse a los desafíos y la incertidumbre del emprendimiento. 

En este aspecto, puede afectar también la falta de entendimiento o de apoyo de la familia del emprendedor, precisamente por poner en riesgo el nivel de vida y el patrimonio familiar ante la aventura emprendedora.

No obstante, el emprendedor sénior también encuentra palancas de apoyo. La principal es la experiencia y el conocimiento adquiridos durante su vida laboral, lo que les brinda una ventaja competitiva porque tienen mayor facilidad para tomar decisiones informadas, identificar oportunidades y establecer relaciones comerciales sólidas. 

“Para esto último pueden apoyarse en su red de contactos profesionales y personales, que tras años en el mercado laboral suele ser amplia. Esos contactos pueden proporcionarles apoyo, asesoramiento y acceso a recursos clave, como financiamiento, clientes y proveedores”, refiere la guía elaborada por Emprende UP.

Además, muchos emprendedores séniores han acumulado cierto capital durante su vida laboral, que pueden utilizar para poner en marcha su negocio.  “Esto es una ventaja, porque los emprendedores de mayor edad, a menudo, tienen dificultades para obtener financiación inicial externa [préstamos o inversiones] debido a la percepción de mayores riesgos asociados a su edad”. 

Sectores para emprender


En cuanto a los sectores de actividad que son más propicios al emprendimiento sénior,  la Guía de Emprendimiento Sénior en el Perú establece que el contexto económico y social también influye enormemente. 

“Con el aumento de la esperanza de vida y los cambios en la estructura demográfica, las personas mayores representan un segmento creciente de la población con necesidades y demandas específicas. Es la denominada economía silver o economía plateada: las nuevas oportunidades para el emprendimiento en sectores como el turismo, la salud, la tecnología y los servicios para mayores”, detalla el documento.

También los sectores de la salud, los cuidados (atención profesional en el domicilio, servicios geriátricos especializados), la vivienda (las reformas para adaptar las casas a las personas mayores); y el sector asegurador están en auge ante el aumento de la esperanza de vida y el cambio en la pirámide poblacional, con el peso creciente de la cohorte de mayor edad.

Hay, asimismo, una oportunidad de negocio en el sector de servicios financieros para mayores, pues se ha manifestado la necesidad de generar confianza en el sistema y crear productos más adaptados a las necesidades de este perfil.

Del mismo modo, el sector tecnológico puede desarrollar soluciones dirigidas al grupo demográfico de los séniores, tales como aplicaciones móviles para la salud, plataformas de aprendizaje en línea, herramientas de comunicación para conectar a personas mayores y servicios de asistencia virtual.

Otro sector que puede ofrecer oportunidades al emprendedor sénior es el de la consultoría y asesoramiento en las áreas específicas de su experiencia. Sus conocimientos y redes de contactos convierten a estos entusiastas emprendedores en valiosos aliados en el crecimiento y desarrollo empresarial de otros emprendedores jóvenes.

“En relación con los aliados del emprendimiento sénior en el Perú, actualmente hay numerosas redes y programas de apoyo y mentoría a los emprendedores, de las que también pueden beneficiarse los emprendedores séniores”, resalta la Guía.

Igualmente, cada vez hay más programas y organizaciones que se centran en el apoyo a este grupo demográfico, como asociaciones de empresarios séniores, aulas de mayores en universidades, incubadoras de negocios, programas de capacitación y otras iniciativas que les pueden ayudar a superar los desafíos específicos a los que se enfrentan.

Sin fronteras


La mejora de la calidad de vida y el aumento de la esperanza de vida en el Perú han alargado los años en los que cualquier persona puede –y generalmente desea– mantenerse activa tras la edad de jubilación. 

De acuerdo con Emprende UP, cualquier sociedad haría mal en despreciar la experiencia de los mayores, su sabiduría y sus ganas de hacer cosas y poner en marcha proyectos que, en muchas ocasiones, buscan trascender y aportar valor a la sociedad. 


Sin duda alguna, los emprendedores séniores, con el apoyo adecuado, pueden convertirse en agentes de cambio y contribuir al crecimiento económico y social del Perú.

Continente ‘joven’


América Latina continúa siendo relativamente joven comparada con otras partes del mundo. Como promedio, las personas mayores de 60 años en la región representan el 13% de la población, un porcentaje menor que en Europa o Estados Unidos, que tienen más de 20%. 

Sin embargo, América Latina es la región del mundo que más rápidamente está envejeciendo y se calcula que en el 2050 más de una de cada cuatro personas (27.5%) será mayor de 60 años. 

Este acelerado envejecimiento hace urgente que los países latinoamericanos empiecen a prepararse, transformando sus economías y adaptando sus sistemas de protección.

El envejecimiento suele percibirse como una carga adicional para la sociedad. Entraña el triple desafío de dar respuesta a la demanda creciente de pensiones, servicios de salud y servicios de cuidados.  Además, los efectos de la pandemia del covid-19 han vuelto a poner de manifiesto la vulnerabilidad física y social de las generaciones mayores. Se ha convertido en un reto fundamental asegurar que la sociedad tenga suficientes capacidades y recursos para atender esas crecientes demandas.

Claves


- Cada persona debe formularse preguntas que le ayuden a determinar si el camino del emprendimiento es el que desea y puede recorrer y, posteriormente,  identificar una necesidad en el mercado.

- El emprendedor debe definir la idea de negocio, nombre de la empresa y/o nombre comercial y quiénes serían sus socios.

- Debe definir en qué consiste el producto o servicio, quiénes serían sus proveedores, clientes potenciales, ubicación del negocio y su competencia.

- Defina su proceso de fabricación del producto o de prestación del servicio, valoración de los recursos y cálculo de costos de acuerdo con lo invertido.

- Es importante definir el equipo de trabajo para liderar funciones, en ese caso tener un organigrama de la empresa, temas de contratos, entre otros.

- 22.4% es la tasa de emprendimiento en el Perú, una de las más altas de América Latina, de acuerdo con el informe GEM.

- 20 años aumentó la esperanza de vida en el Perú en los últimos 50 años (de 53 a 74 años para hombres; y de 56 a 80 años para mujeres).


Resiliencia. La generación plateada aún tiene mucho que dar a la economía y a la sociedad.

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(FIN) DOP/SDD
JRA


Publicado: 28/10/2024