Para muchos padres, sostener por primera vez a su bebé es un momento inolvidable. Para los papás de niños prematuros, este gesto de amor va mucho más allá de la ternura: puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Así lo demuestran a diario los padres que, con el método del papá canguro, brindan calor, calma y esperanza a sus pequeños guerreros que llegaron al mundo con bajo peso.