Andina

Hallan tumba de personaje de élite Mochica sin cráneo en huaca El Pueblo de Úcupe

Correspondería a un jefe militar, sostiene investigador Walter Allva

La tumba de un personaje sin cráneo y que correspondería a un jefe militar perteneciente a la élite Mochica, ubicada a solo cien metros de la famosa Tumba del Señor de Úcupe, fue descubierta en el complejo arqueológico Huaca El Pueblo de Ùcupe, en el distrito de Lagunas (Mocupe), en la provincia de Chiclayo, región Lambayeque.

La tumba de un personaje sin cráneo y que correspondería a un jefe militar perteneciente a la élite Mochica, ubicada a solo cien metros de la famosa Tumba del Señor de Úcupe, fue descubierta en el complejo arqueológico Huaca El Pueblo de Ùcupe, en el distrito de Lagunas (Mocupe), en la provincia de Chiclayo, región Lambayeque.

19:40 | Chiclayo, feb. 1.

La tumba de un personaje sin cráneo y que correspondería a un jefe militar perteneciente a la élite Mochica, ubicada a solo cien metros de la famosa Tumba del Señor de Úcupe, fue descubierta en el complejo arqueológico Huaca El Pueblo de Ùcupe, en el distrito de Lagunas (Mocupe), en la provincia de Chiclayo, región Lambayeque.

El director del Museo Tumbas Reales de Sipán, Walter Alva, expresó que este entierro es uno de los más importantes descubiertos en esa zona. “Un cráneo fue encontrado sobre el techo de la tumba y al entierro completo que no ha sido alterado le falta justamente el cráneo; entonces lo más probable es que en algún momento, en la misma época de los mochicas, por alguna razón religiosa retiraron el cráneo temporalmente y después lo volvieron a colocar”, consideró.


El investigador añadió que esto es una práctica funeraria que refleja los profundos conceptos religiosos de los moches, donde quizá figure la veneración del cráneo de un ancestro o algún tipo de rituales vinculados a los funerales.

En esta cámara funeraria, que es la más grande, se ha encontrado gran cantidad de vasijas destinadas a contener ofrendas y bebidas para los entierros de los personajes, según las creencias religiosas de los mochicas. Igualmente se han hallado pectorales, porras, armas, coronas, entre otros.


Alva precisó que esta intervención arqueológica se reinició a mediados de diciembre del 2018, luego que en el 2009 se descubriera la tumba del Señor de Úcupe, personaje de la élite mochica. Actualmente, dijo, se han hallado tres nuevas tumbas pertenecientes a la cultura mochica. “Esto nos demuestra que este lugar puede haber constituido la plataforma funeraria de personajes de cierta jerarquía en el valle Zaña”, manifestó. 

Asimismo, refirió que lo interesante de estas tumbas es que están en arena, cuando ya el monumento principal había sufrido un proceso de arenamiento. “Son tumbas de la fase moche media, es decir del Siglo VI de nuestra era, mientras el edificio original habría sido de la fase moche temprano”, explicó.

El investigador sostuvo que las tumbas corresponden a personajes de cierto rango a juzgar por la cantidad de ofrendas y elementos que se han encontrado, como armas, pectorales, coronas, entre otros objetos. “Se trataría hasta donde podemos entender de jefes militares. Hay una tumba singular de una mujer acompañada de un niño con unas vasijas”, anotó.


Igualmente, detalló que en la tumba de la madre con su niño se halla una vasija que representa a un dignatario mochica en su trono, la otra representa a un caracol y la más extraña y que fue hallada cerca al niño es una vasija erótica. “La pregunta es por qué una vasija erótica puede estar junto a un niño, esos son temas para entender los conceptos religiosos que manejaban los mochicas, donde la vida y la muerte son un solo ciclo y, por ahora, solo tenemos que terminar el registro para poder tener una idea de la trascendencia que tuvo la muerte para estos personajes”, apuntó.


Tres Cámaras Funerarias

A su turno, el arqueólogo responsable del complejo arqueológico Huaca El Pueblo, Veiko Marusic, remarcó que se trata de tres cámaras funerarias construidas con adobes de diferentes dimensiones, correspondientes a los inicios y apogeo de la fase mochica medio del valle de Zaña.


La primera cámara estuvo afectada por eventos de lluvias intensas que destruyeron parte del recinto mortuorio, donde se recuperó una osamenta, probablemente femenina, acompañada de un niño. 

Las ofrendas consisten en coronas, diademas y pectorales de cobre, así como varios ceramios donde destacan vasijas escultóricas de calidad, incluyendo una escena erótica y otra representando a un personaje sentado en un trono.  “Al parecer el esposo enterró a su familia. Es algo enternecedor y a la vez triste. Cada uno está en su fardo cubierto con cinabrio (sulfuro de mercurio), que tiene una asociación simbólica para los moches”, indicó.


La segunda tumba consiste en una cámara funeraria construida luego de desmontar la arquitectura de un muro mochica más antiguo, para habilitar el recinto mortuorio de 2 metros de largo y 1.5 metros de ancho, donde fue sepultado un personaje de la élite mochica acompañado de un camélido (posiblemente una llama) y ataviado con coronas, vestido de placas, diademas y un conjunto de más de 50 vasijas, donde destacan botellas escultóricas finamente trabajadas y decoradas de estilo Mochica tempano a medio.

La tercera tumba es una gran cámara funeraria construida con muros de adobe y techada con vigas de madera desintegradas por el tiempo. Debajo se documentó inicialmente una vasija de cerámica y un cráneo humano en el relleno de la tumba. Finalmente, al llegar al nivel del fardo funerario, aparecieron tres agrupaciones de vasijas que en total superarían 150 ejemplares y restos de huesos de camélidos. Evidentemente, que estos bienes y ofrendas acompañaban a un personaje de alto estatus en la jerarquía Mochica.

El fardo funerario habría sido colocado en una tarima de madera soportada sobre adobes. Hasta la fecha se ha identificado una corona, dos diademas, una máscara funeraria similar a la del Señor de Ùcupe, dos estandartes, dos porras, un vestido de placas, dos orejeras y una nariguera.  

“En esta tumba se han hallado diademas muy parecidas a las que tuvo el Señor de Ùcupe y cerámica con representaciones de rostros mutilados y manos mutiladas, asociadas con el curanderismo. Tenemos la presencia de un personaje enterrado sin cráneo. No sabemos si es un prisionero, un sacrificado o si de repente tenia labio leporino porque había vasijas con labio leporino y eso deja algunas evidencias en el cráneo y este no está (…) suponemos que este grupo de personas con amputaciones, labio leporino o uta fueron vistos en la época moche como seres muy especiales asociados con el curanderismo”, sostuvo.

Mencionó que se suponía que los hijos de los curanderos tenían ese tipo de males y que ellos iban a heredar su poder. “Se considera que ellos tenían un carácter mágico-religioso, pero también estos individuos eran sacrificados en tiempos de situaciones extremas como cambios medio ambientales”, señaló.

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Si bien este personaje presenta porras en su ajuar funerario, aún es necesario culminar el registro de la tumba para reconocer su función dentro de la sociedad. Aparentemente se trataría de un jefe militar de estatus, de considerarse los estandartes y otros ornamentos que tienen parecido con los personajes de Sipán. En cualquiera de los casos, es destacable la presencia de tumbas de miembros de la élite en Úcupe y cuyos objetos, en las fases más tardías del sitio, guardan semejanza con aquellos de Sipán.

Marusica adelantó que tienen un personaje sacrificado que aún no puede deducirse de quien se trata, porque las excavaciones van al 20 por ciento.

El programa de investigaciones se realiza gracias al apoyo del Ministerio de Cultura, a través de la Unidad Ejecutora 005 – Naylamp Lambayeque, el Patronato de Sipán y otras colaboraciones. Se cuenta con la presencia de arqueólogos y estudiantes de las Universidades Nacional de Trujillo y Pedro Ruiz Gallo de Lambayeque, así como de obreros de la localidad.

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(FIN) SDC/TMC


Publicado: 1/2/2019