En el Perú existe una cultura de organización familiar y vecinal que facilita el desarrollo de la salud mental comunitaria, es decir aquella atención cercana, continua en cuidados y enlazada con establecimientos de salud más grandes.
El psicólogo español especialista en salud mental comunitaria Miguel Angel Castejón destacó que los centros de salud mental comunitaria (CSMC) son cada vez más solicitados por la población peruana.
Por esta razón, considera que el Perú liderará en los próximos años la reactivación del modelo de salud mental comunitaria en toda la región, actualmente muy disminuido en Argentina y Brasil.
Una de las razones por las cuales la población los busca, anotó, se debe a que los CSMC cuentan con personal de salud muy comprometido.
Castejón, experto en rehabilitación de personas con enfermedad mental grave como la
esquizofrenia, explicó que los especialistas jóvenes se han identificado con el modelo comunitario y han logrado que la población acceda al servicio gracias a su dedicación y seguimiento de los casos, lo que no es posible desde los hospitales.
“Han sido activistas del cambio, aceptaron trabajar en lugares alejados, en muchos casos han colaborado con su propio dinero para mejorar los ambientes designados para el establecimiento, y están recuperando para la vida a pacientes que vivieron aislados por sus familias. Es admirable”, refirió.
Agregó que el éxito de los centros de salud comunitarios también dependerá de que el
Ministerio de Salud (Minsa) cumpla con la ejecución del Plan Nacional de Fortalecimiento de la Salud Mental Comunitaria en el Perú, que aprobó este año.
El experto español indicó que en el Perú la familia es un primer amortiguador de problemas. "Eso está más instaurado aquí, la integración familiar es mayor. En el ámbito rural eso es más fuerte", comentó a la Agencia Andina.
Modelo de atención comunitaria
Castejón sostiene que este modelo da resultados positivos porque incorpora a la comunidad, la corresponsabiliza de los malestares y sufrimientos que sienten las personas.
“Existen comunidades vulnerables así como personas vulnerables. No es lo mismo vivir en una comunidad fuerte que está allí cuando tienes necesidades que en una que no te ofrece nada. Este modelo identifica las necesidades reales de la gente, de su día a día.”
Lo que ocurre, señala, es que en este modelo el equipo de profesionales llega a un territorio para trabajar con poblaciones muy definidas, se sientan a desentrañar cuáles son los problemas que las hacen sufrir y qué determinantes sociales los causan.
“Esa forma de trabajo conecta con la gente, la depresión se asocia con la falta de trabajo, por ejemplo, es real esa preocupación. Ingresa a su salud emocional de otra manera. Una mamá o papá pueden estar deprimidos porque no ingresa dinero a la familia. Esa situación expresa un problema. En un modelo individualista la persona sería el problema.”
Perú, país referente
Los CSMC están concebidos para atender un promedio de 100,000 habitantes que sufran problemas de salud mental complejos como psicosis, esquizofrenia, trastornos bipolares, depresiones graves y recurrentes, trastornos obsesivos compulsivos y adicciones, indica Castejón.
Sin embargo, actualmente atienden casos de
depresión y ansiedad en sus diferentes grados que se manifiestan en problemas laborales o de pareja. También llegan niños y adolescentes con problemas de conducta, pues sus familias no saben cómo atenderlos.
El personal de los servicios de atención primaria son los que deberían resolver este tipo de problemas, dice, por eso, parte de la misión de trabajo de los psicólogos y psiquiatras de los
CSMC es capacitarlos.
En el Perú existen en estos momentos 89 CSMC a nivel nacional, de los cuales 19 están en Lima Metropolitana.
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(FIN) SMS/RRC
Publicado: 18/12/2018