Hoy el Perú celebra el Día Nacional de la Persona Adulta Mayor, y por este motivo el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis) rinde homenaje a los usuarios del programa Pensión 65, en especial de las 1,262 personas adultas mayores centenarios y supercentenarias, quienes por su esfuerzo diario, su amor por la naturaleza y sus saberes productivos son un ejemplo para las nuevas generaciones.
Entre los supercentenarios, destacan Marcelino Abad Tolentino, con 120 años, quien vive en el distrito de Changlla, Huánuco, y no tenía DNI hasta el año pasado, cuando realizó el trámite para poder acceder a la pensión que otorga el Midis. También resaltan María Barboza Fernández, de 118 años, de Chota, Cajamarca; y Gregorio Muñoz Soto, de 118 años, quien vive en Acobamba, Huancavelica. Ambos cuentan que sus vidas transcurrieron en el campo, rodeados de aire puro y tranquilidad.
El programa
Pensión 65 resaltó, asimismo, que en el grupo de los centenarios sobresalen
María Ángela Vela de Gonzales, de 100 años, quien reside en el distrito de Lamas, región San Martín, y en el 2019 fue reconocida con la
condecoración Orden al Mérito de la Mujer por promover la danza ancestral Las Caihuas. El galardón lo recibió en Palacio de Gobierno.
También están Estefanía Bravo Malpartida, de 108 años, quien vive en el distrito de Chaglla, Huánuco, y cuenta que el secreto de su longevidad es la comida sana; así como Micaela Beltrán de Choquehuanca, de 102 años, quien vive en el distrito de Marangani Cusco, y tiene cuatro hijos, 18 nietos y cinco bisnietos.
En Majes, Arequipa, se encuentra Nicolasa Huamaní Uscata, de 105 años, quien asegura que los mejores recuerdos de su juventud son los juegos de carnavales. Hoy, ella disfruta mucho escuchando música en su radio y asegura que se alimenta con quinua, cañihua, maíz, trigo y habas.
La mayoría de las y los centenarios de Pensión 65 viven en Arequipa, con 160 usuarias y usuarios. Le sigue Cajamarca con 126, Apurímac con 111, Puno con 92, Cusco con 84 y Áncash con 81. Asimismo, de acuerdo con los registros de este programa del Midis, durante los últimos años creció el universo de personas adultas mayores centenarias: en el 2018 había 841; el 2019 se incrementó a 908 y en el presente año suman 1,262.
Esta población adulta mayor en situación de extrema pobreza recibe, además de la subvención económica, servicios complementarios que mejoran su calidad de vida. Y, en tiempos de pandemia tienen, además, el acompañamiento domiciliario remoto de Pensión 65 (a través de llamadas telefónicas) en todas las regiones.
El objetivos es prevenir el contagio de la covid-19. Adicionalmente, si se detectan problemas de salud, son derivados al sector Salud para su atención, y si se detectan casos de violencia o maltrato, se informa a los Centros de Emergencia Mujer (CEM) del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, así como a las comisarías.
Por último, también se les incentiva a transmitir sus conocimientos a las nuevas generaciones y se impulsa sus emprendimientos para que continúen generando ingresos económicos para ellos y sus familias.