La demora en el pago de facturas se ha convertido en un desafío común para muchos negocios en el Perú. Más allá de la falta de liquidez por ventas o cobros pendientes, existen factores internos que suelen alargar el proceso de pago, como la alta burocracia en aprobaciones, la participación de múltiples roles y la dispersión de información en diferentes plataformas.
Esta situación no sólo genera complicaciones en el flujo de caja interno, sino que también entorpece el de los proveedores, generando inconvenientes en la cadena comercial y afectando directamente la operatividad. Así, los negocios terminan expuestos a riesgos judiciales, cobranza coactiva, deterioro de relaciones y daños reputacionales, difíciles de revertir en una economía cada vez más interconectada.
“Frecuentemente, los retrasos en los pagos de facturas entre empresas no se deben siempre a la imposibilidad de pagar, sino a la carencia de procesos integrados y digitalizados que permitan un manejo fluido y seguro de la información. Esto puede provocar un efecto dominó: desde la sobrecarga operativa hasta el deterioro de las relaciones comerciales”, comenta Giovanni Medrano Ríos, CEO de Flujolink.
“Por ello, la visibilidad total del proceso, la capacidad de aprobar facturas de manera informada y la posibilidad de integrar todas las etapas de la cadena de pagos son factores críticos para cualquier compañía moderna”, añade.
Aunque pocos casos escalan a instancias legales, existen consecuencias puntuales que las empresas deben tener en cuenta cuando no gestionan adecuadamente sus cuentas por pagar:
- Sobrecarga de recursos y costos operativos: Manejar manualmente facturas y aprobaciones en distintas plataformas eleva el tiempo invertido, el riesgo de errores y fraudes.
- Deterioro de la relación con proveedores: Los retrasos continuados pueden debilitar la confianza y provocar condiciones de pago menos favorables en el futuro.
- Riesgos legales o reputacionales: En situaciones extremas de mora o incumplimiento, pueden surgir acciones judiciales, embargos o un impacto negativo en la imagen de la empresa.
- Pérdida de visibilidad y control: Sin un sistema que unifique la información, se vuelve complejo anticipar salidas de caja y coordinar pagos de manera oportuna.
Para contrarrestar estos problemas, la adopción de herramientas tecnológicas se vuelve imprescindible. Según el vocero de Flujolink, la mayoría de las compañías podrían revertir esta situación mediante:
1. Visibilidad integral de las facturas: Permitir a todas las áreas involucradas –desde Finanzas hasta Compras– acceder a la información en tiempo real para evitar fraudes, duplicidad de datos o confusiones.
2. Aprobaciones rápidas y seguras: Contar con flujos de aprobación digitales que reduzcan la burocracia sin sacrificar el control; cada responsable puede supervisar y validar pagos con confianza.
3. Digitalización e integración de procesos: Agrupar en una sola plataforma las etapas de recepción, revisión, confirmación y pago de facturas, evitando la dispersión en múltiples sistemas.
4. Alertas y recordatorios automáticos: Mantener un sistema de seguimiento constante de los plazos de vencimiento y enviar notificaciones cuando sea necesario, contribuyendo a una mayor tasa de pago puntual.
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(FIN) NDP/GDS
Publicado: 17/5/2025