Fiesta de Santiago, Taita Shanti la celebración interminable que se vive en el Valle del Mantaro, en Junín. Foto: Cortesía/Jesús Raymundo Taipe
En estas Fiestas Patrias podrá conocer porqué Huancayo y los pueblos del Valle del Mantaro, en Junín, tienen bien merecido de ser el pueblo más alegre de todo el Perú. Desde el martes 24 se vive la fiesta de Santiago, o Taita Shanti, la festividad más importante de la zona.
La
Fiesta de Santiago, que se celebra también en otros pueblos, tiene un
mayor realce en el Valle del Mantaro y durante la celebración se realiza el tradicional “señalacuy”, o marcación del ganado.
La
fiesta empieza el 24 de julio en la noche. En los diversos pueblos de Huancayo y del Valle del Mantaro se preparan desde temprano para cuando el reloj marque la medianoche todo esté listo para celebrar con bombardas y abundante licor el día de Santiago y el “cumpleaños” de los animales.
El 25 el ganado es adornado con vistosos aretes, coloridas cintas y gracioso adornos que representas las bendiciones que el apóstol Santiago brinda a la comunidad. Abundancia y fertilidad.
Pero, estas cualidades no son las únicas que reciben los animales, encargados de colocar las señales al ganado son hombres y mujeres solteras. Vaca, para el macho; toro, para la hembra. Los niños que nazcan a los nueve meses de este rito llevarán el nombre de Santiago, el santo español adoptado por los pueblos del Valle del Mantaro.
Los historiadores narran que estas costumbres datan de tiempos prehispánicos, donde las sociedades andinas para identificar a sus ayllus adornaban a sus llamas con “achalas”. Otros relacionan esta festividad con una ceremonia de cortejo para los próximos matrimonios.
En su artículo
Ritual de la fertilidad (edición 287 suplemento Variedades), el periodista Jesús Raymundo cita al historiador Raúl Renato Romero, autor de "Identidades múltiples", quien afirma que la herranza -como se llama también al ritual- se celebra como una ofrenda al poderoso Wamani, dueño de las cosechas y del ganado. “Pero en las llanuras del valle del Mantaro, no obstante la persistencia de la herranza, la creencia en el Wamani no es ni ampliamente reconocida ni verbalizada en forma alguna, como sí lo es en las comunidades más distantes de la carretera y del ferrocarril”.
Más adelante Raymundo detalla que la mañana del 25 de julio, después de un descanso de dos horas, los familiares que participarán del señalacuy, o marcación de los animales, llevan los elementos que serán usados para elaborar las huallas, un collar que inserta pan, yacón, níspero, naranjas y caramelos. Estas serán entregadas a todos los invitados que acompañarán en el día principal del ritual.
Después del almuerzo, a las 2 de la tarde, preparan la mesa ritual en la chacra. Sobre ella coloca las flores, los licores, las hojas de coca, la imagen de Santiago y las cintas de colores. Al encargado de administrar el ritual (mayordomo) se le pone una manta y se le obsequia cerveza. Él es acompañado por dos damas: la primera obsequia caña a los asistentes y la segunda, hojas de coca.
La festividad se prolonga hasta el 30 de julio con diversos concursos y pasacalles, en Huancayo la celebra plenamente. Desde el 25 se realizan presentaciones donde los grupos de danzas bailan sin cesar. Al ritmo de los “guapidos”, como llaman a los gritos festivos, las mujeres danzan a un ritmo trepidante y contagiante el huaylarsh y el santiago, siguiendo las pautas de las orquestas y bandas típicas. Pobladores y animales y pobladores se unen para rendir culto a los a los Apus y al patrón Santiago que un año más les ha brindado abundancia.
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(FIN) MAO
Publicado: 26/7/2018