Cada vez es más común observar que los niños, niñas y adolescentes están expuestos a imágenes de mujeres y hombres con cuerpos "perfectos y hermosos". Esta exposición está afectando sus emociones, al punto de provocar trastornos en su conducta alimentaria.
Los trastornos de la alimentación más frecuentes son la anorexia y la bulimia, que ya están afectando a menores de edad, sobre todo a las mujeres. Según la psicóloga y coordinadora de
GABA, Diana Pacheco,
el 95% de los pacientes que tiene estos problemas son mujeres.
"Las mujeres siempre están más expuestas a la presión de ser símbolo de la belleza. Antes, el cuerpo rollizo era sinónimo de salud. Hoy en día no. Todo ha cambiado, existe un afán perfeccionista, hombres y mujeres piden como regalo en su cumpleaños una cirugía plástica", explicó en Andina canal online.
La especialista manifestó que, si bien la anorexia y la bulimia aparecen por diferentes razones, la creencia aún vigente de que las mujeres son fuentes de perfección y belleza es la más preponderante.
También mencionó como causas la presencia de enfermedades genéticas o psicológicas, como trastornos obsesivo-compulsivos o
bipolaridad, entre otras.
Sin embargo, el factor sociocultural es el que impacta más en niños, niñas y adolescentes, debido a las redes sociales, donde se difunden modelos de cuerpos perfectos.
"Los chicos están entendiendo que quien es extremadamente delgado, es más querido y reconocido, y por eso serán más aceptados en su grupo social", precisó la coordinadora del Grupo de Apoyo en Bulimia y Anorexia.
Miedo a la crítica
Es muy común ver en la consulta, afirmó la psicóloga, que los menores que tienen miedo a la crítica social, son intolerantes a las burlas, tienen afán perfeccionista y de control, y buscan agradar a los demás, están más predispuestos a tener anorexia y bulimia.
"Empiezan con anorexia nerviosa restrictiva y van perdiendo peso cada vez más y más. Hasta pueden consumir grandes cantidades de agua."
Señales de alerta
Sus estados de ánimo son muy cambiantes, siempre cuestionan la comida que elaboran en su casa, hacen sus propias dietas, dejan de comer alimentos de alto valor calórico o de la llamada comida chatarra que tanto les gustaba en la infancia, para comenzar a controlar las calorías que consumen, comer a determinadas horas e inducirse al vómito.
"Quienes hoy tienen anorexia y bulimia no solo tienen un problema de peso, cuerpo y comida, sobre todo tienen problemas de autoestima, de estabilidad de sus emociones y de capacidad para enfrentar las dificultades que se les presentan en la vida. El trastorno de conducta alimentaria es la punta del iceberg."
¿Qué pueden hacer los padres de familia?
Pacheco sostiene que los padres de familia tienen que saber, para empezar, que no es normal que los niños, niñas y adolescentes se obsesionen con su dieta.
También es recomendable que observen cuál es la cultura familiar, si se hacen comentarios como "flaco" o "gordo", entre ellos, porque los apodos los afecta mucho.
"Todos los pacientes que hoy tienen un trastorno de conducta alimentaria empezaron con una dieta, por una fiesta de graduación o una fecha especial. Por eso es tan importante que observen la conducta de sus hijos e hijas, acepten si ven un problema y busquen a un especialista para solucionarlo de manera integral y sean parte de ese proceso", comentó.
Finalmente, aconsejó a los padres de familia dejar de sentirse culpables, y que recuerden que el tratamiento no termina cuando su hijo o hija sube de peso, sino cuando recupera su autoestima.
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(FIN) SMS/RRC
JRA
Publicado: 11/6/2024