La población debe tener cuidado con la aparición repentina de un lunar durante el verano y también con aquellos que causan comezón, dolor, molestia, sangrado y presentan señales de crecimiento rápido; ya que estos pueden ser indicadores de una transformación o aparición de un cáncer en ese lunar inicialmente benigno.
Por ello, el cirujano oncólogo del Departamento de Cirugía de Mamas y Tejidos Blandos del Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN), Gonzalo Ziegler explicó que se debe diferenciar otro tipo de cáncer de piel que es el melanoma, el cual generalmente se presenta como una mancha negra o rosada en algunos casos.
¿Qué tan frecuente es el melanoma?
“En el Perú aparece como una mancha en la planta de los pies o entre los dedos de los pies y de las manos, o manchas negras en las uñas. Si bien el melanoma es menos frecuente, es más agresivo, llegando a los ganglios u otros órganos que podrían complicar la salud del paciente”, indicó.
Sin embargo, el cirujano oncólogo señaló que la mayoría de pacientes llegan a consulta cuando su lesión ya tiene más de un año, por lo que es necesario que la población se informe a través de charlas preventivas y si aparece alguna mancha extraña en la piel, esta debe ser revisada y no esperar tanto tiempo, porque las lesiones en la piel avanzan muy rápido con relación a la profundidad, y en el plazo de un año ya puede haber hecho suficiente daño como para que el paciente tenga marcado el pronóstico.
Cuidado con los bordes irregulares
El especialista del INEN, Gonzalo Ziegler detalló que existe una regla fácil de aprender que es el ABCDE de los lunares.
1. Asimetría: presta mucha atención si la mitad del lunar no corresponde con la otra mitad (no tienen la misma forma).
2. Bordes irregulares: revisa si los bordes del lunar no están bien definidos y no se aprecia con exactitud dónde empieza y dónde termina la lesión.
3. Color: Si el lunar presenta un color heterogéneo, es decir más de un color, como café, negro, verde y/o rojo se debe estudiar con más rigor la lesión.
4. Diámetro: cuando un lunar mide más de 6 milímetros (como el borrador de un lápiz), es un signo de alerta.
5. Evolución: Si el lunar experimenta cambios en cuanto a tamaño, forma o color en tu tiempo menor o igual a 6 meses.
“En algunas ocasiones este ABCDE es difícil de comprender para el paciente, pero lo más sencillo es preguntarse, ¿alguna lesión ha cambiado en este último tiempo?, y si es así, debemos acudir al especialista”, puntualizó.
¿Qué debo y no debo hacer si aparece un lunar anormal?
Una vez que el interesado ha identificado una lesión en la piel como un lunar anormal, lo que debería hacer es:
- No manipular la lesión: no quemarla, no tratar que cortarla, no tratar de arrancarla, pues esto eliminará la oportunidad de realizar el diagnóstico correcto.
- Buscar evaluación especializada: mediante una cita médica con un profesional con experiencia en lesiones malignas de la piel (dermatólogo, cirujano oncólogo y médicos que trabajen en programas de prevención de cáncer).
Una vez que el paciente ha reconocido qué especialista debe buscar, el escenario ideal será que la evaluación médica cumpla 3 partes:
-Entrevista para conocer sus antecedentes personales y familiares con relación a cáncer de piel y establecer la historia de la lesión actual.
-Examen físico minucioso de la piel desde la cabeza hasta los pies, en ropa interior. Incluyendo uñas (sin esmalte), planta de pies, palmas de manos, entre dedos. Si el paciente lo permite, se podrá examinar en las zonas íntimas.
- Contrastar los hallazgos con la dermatoscopía: una lupa especial, con lente de aumento y luz integrada. Es la mejor herramienta para catalogar si una lesión es potencialmente maligna.
En caso el medico lo requiera, puede realizar una biopsia de la lesión mediante un procedimiento llamado “biopsia punch”. También existen otros tipos de biopsias que se utilizarán según el criterio médico. La muestra será evaluada en el laboratorio.
El resultado final de patología nos ayudará a determinar la naturaleza de la lesión de la piel. Puede ser una lesión benigna (no cáncer), una lesión premaligna, o una lesión cancerosa. Luego de esto, recién definirán si requiere tratamiento con el especialista en dermatología o en cirugía oncológica.
El cáncer de piel y el melanoma maligno se pueden curar, si se encuentran a tiempo.
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(FIN) NDP/KGR
Publicado: 14/1/2023