Jorge Luis Moya Cohaguila, director de esta entidad, confirmó a la Agencia Andina, que alrededor de 30 trabajadores se desplazarán desde el 1 de febrero para reforzar la estructura de los tramos que conforman esta red de caminos a la maravilla mundial.
“Conforme a la norma todo febrero tiene que estar cerrado el Camino Inca, ya que hay precipitaciones pluviales que hace inaccesible y peligroso”, afirmó el funcionario quien destacó que se tiene que brindar la seguridad a turistas que desde marzo volverán a utilizarla.
Los trabajos consistirán desde la limpieza hasta el mantenimiento de muros, recintos, escalinatas, canales, fuentes, además de los espacios de los monumentos arqueológicos en toda la ruta como son: Patallaqta, Sayacmarca, Phuyupatamarca, Wiñaywayna, Intipunku, entre otros.
Los sectores más vulnerables, donde se levantan los campamentos en Huayllabamba, Pacaymayo Alto y Wiñay Wayna, serán los de mayor atención, asimismo se limpiarán los caminos empedrados, cunetas, pontones de piedra y de madera, pasamanos, zonas de descanso, servicios higiénicos y mejorará el sistema de señalización.
El Camino Inca a Machu Picchu es una de las más impresionantes rutas que realizan turistas ávidos de sentir la naturaleza, el hermoso paisaje del gran Valle Sagrado de Los Incas, el río Vilcanota o Urubamba, y apreciar el legado patrimonial, consta de 43 kilómetros y los visitantes (en su gran mayoría jóvenes) lo hacen en cuatro días y tres noches.