El ministro de Economía y Finanzas, Waldo Mendoza, destacó hoy que el Perú presenta una gran ventaja en esta pandemia del covid-19 frente a otros países, porque tiene los recursos suficientes para reactivar su aparato productivo.
“La gran ventaja que tiene el Perú, a diferencia de otros países, es que tenemos los recursos y nos quejamos de que no podemos gastarlos”, manifestó en RPP.
Política fiscal equilibrada
El ministro indicó que la política fiscal tiene esencialmente tres objetivos: estabilización macroeconómica, baja deuda pública y rol distributivo.
“Un objetivo es la estabilización macroeconómica porque las economías pueden caer en grandes depresiones que afectan el empleo y generan pobreza. Pero las economías también pueden caer en grandes expansiones, que tampoco son buenas porque pueden crear inflación y desequilibrios”, explicó.
“Una de las tareas de la política fiscal es hacer que esas fluctuaciones no sean tan acentuadas y ese es el rol estabilizador que tiene el MEF y que María Antonieta Alva (la anterior ministra de Economía) lo hizo a la perfección”, agregó.
Waldo Mendoza sostuvo que el otro rol del MEF es más de largo plazo para que la deuda pública sea relativamente baja, y recordó que en 1990 llegaba a 89% del producto bruto interno (PBI), pero que en el 2019 alcanzó el 27% y este año subirá a 35% del PBI.
“¿Por qué el Perú en circunstancias tan adversas, con distintos presidentes y ministros, puede colocar bonos a 101 años, si eso no lo hace ningún país latinoamericano? Eso implica que podemos prestarnos sumas grandes de 4,000 millones de dólares, pagaderos a 20 años, 40 años y 101 años a tasas de interés de las más bajas en el mundo, porque tenemos una deuda pública relativamente baja”, dijo.
Por último, el ministro comentó que el MEF tiene un rol distributivo, también a través de la política fiscal.
“El gasto público tiene que ser progresivo, es decir, gastar más donde se necesita. La recaudación tiene que ser progresiva, es decir, cobrar más a los que más tienen”, manifestó.
Waldo Mendoza resaltó que la ejecución de la inversión pública "ha revivido", considerando que el aparato para hacerla andar ya estaba implementado, lo cual se refleja en las cifras de enero y febrero, antes de la pandemia del covid-19.
“El aparato para hacer andar la inversión pública ya estaba implementado. Si revisamos los datos de inicios de este año, cuando no había covid-19, la inversión pública en enero creció 90%, una cifra impresionante, y en febrero como en 35%”, afirmó.
“Es decir, ese aparato está y ahora que la pandemia se encuentra más débil, la inversión pública ha revivido. En noviembre hemos tenido una elevación de 28%, lo cual es muy alentador. En ese sentido, la inversión pública en términos realistas es la bala para la reactivación macroeconómica”, agregó.
Waldo Mendoza sostuvo que el gobierno del presidente Francisco Sagasti es de transición y emergencia, por lo cual no tiene propósitos hacer grandes reformas.
“El presidente nos ha indicado que uno de los grandes objetivos es reactivar la economía. Los instrumentos que tiene a la mano el MEF son varios, pero en la coyuntura actual necesitamos combinar un instrumento que nos permita reactivar la economía y que al mismo tiempo nos garantice el retorno a la solidez fiscal”, dijo.
“La inversión pública cumple con esos dos requisitos y tiene varias características que la hacen la mejor de las opciones. Uno es que termina siendo intensiva en mano de obra, dos que el gasto realizado es relativamente transitorio y tres que no solo genera demanda y trabajo, sino que deja capacidad productiva (carreteras, caminos, entre otros)”, añadió.