Por Cecilia Fernández SivoriMaribel Tafur ganó el premio The Golden A’ Design Award por la creación de diversas piezas para el restaurante Central de Virgilio Martínez y Pía León. Con ese fin, hizo una exhaustiva investigación, en la que realizó grabaciones a nuestros ecosistemas y biodiversidad peruana para calzar con la propuesta gastronómica y crear una experiencia musical.
Desde pequeña, Maribel se gestó y amamantó con música. Y cómo no iba a ser así si es hija del recordado artista Jorge “Coco” Tafur y de Marina Pastor, ambos referentes artísticos en voz, producción y composición.
“Desde que estaba en la barriga viví la música. Jugaba dentro del estudio y veía a los artistas estar ahí y aprendí diferentes instrumentos musicales”, dice.
Así, Marina estudió la carrera de comunicación especializada en publicidad y marketing en la Universidad de Lima, sin saber el mundo de oportunidades que se le abriría y como una forma de no alejarse de lo que era su razón de existir: la música.
Desde las aulas universitarias, sentía que tenía que explorar su mundo, el mundo como tal. Así, decidió insertarse en el mercado laboral, en una empresa de investigación de mercado, quizá sin saber que en ese trabajo detectaría un nicho de negocio en lo que era lo suyo: el arte musical
Pero lejos de lanzarse como cantante, como muchos esperaban y que era su sueño de infancia, decidió apuntar, en buen cristiano, a trabajar la música que escuchamos cuando entramos, por ejemplo, a una tienda por departamento o a una empresa.
Inicio difícil y arriesgado
Los inicios fueron complejos porque su unidad de negocio no solo era nueva, sino también arriesgada y, quizá para muchos empresarios, difícil de entender sobre el valor de la música conectada a un servicio o un cliente.
“Tuve que modificar un poco mis servicios. Me di cuenta de que no podía empezar en ese momento con mi sueño, que era componer música original para estas empresas, porque había que ver la realidad del presupuesto. Había que crear otra solución, ser un poco más accesible. Fue un aprendizaje también porque fui creando estos planes para diferentes tipos de tiendas y negocios”, cuenta Maribel.
“Y así junté a músicos independientes, creando una solución de catálogos musicales hechos, digamos, para música de tiendas, pero viendo que los derechos se manejan de otra manera. Así, poco a poco fuimos ganando mercado y con grata sorpresa vimos que impulsamos a otras empresas a crearse y entregar nuevas fuentes de trabajo”, rememora desde España, donde hoy dirige su empresa con sede en el Perú, pero que brinda servicios a diversos clientes.
“Este año tenemos los planes de formalizar esta presencia fuera, aquí en Barcelona, donde será un estudio de diseño musical, liderado por mí. Más enfocado en trabajar música original para el sector de gastronomía, hotelería, pero también abierto a experiencias inmersivas, arte visual en todos los sentidos; algo que se maneja mucho aquí”, adelanta.
Para ella, la música es vital y dio en el punto exacto cuando entendió que “al final las marcas necesitan de un músico, de un especialista, porque quieren conectarse emocionalmente con su público”, sentencia.
Un premio al talento
Mucho camino recorrió Maribel y entrelazando su trabajo del día a día llegó la oportunidad de poder ofrecer música a uno de los restaurantes más célebres del mundo, como es hoy Central. Pero no solo eso, sino también alcanzar el reconocimiento The Golden A’ Design Award. Y es que Maribel lo trabajó sin imaginar que se iba a dar tamaña distinción. “Se crearon 30 composiciones que acompañan esta experiencia, proporcionando una atmósfera sonora inmersiva que refleja la singularidad del concepto gastronómico en integración con el diseño multisensorial”.
Es decir, “me sumergí en los datos e investigaciones sobre los ecosistemas, altitudes e ingredientes nativos del Perú, así como en la historia detrás del desarrollo del concepto gastronómico”, expresa.
“Este reconocimiento fusiona mis dos facetas: la empresarial y la artística. Además de trabajar la identidad musical de marcas, tengo una carrera enfocada en la música ambiental, en los paisajes sonoros y en desarrollar proyectos multidisciplinarios”, afirma .
Su trabajo como diseñadora de experiencias musicales destaca por sus conceptos innovadores, no solo para el sector gastronómico, sino también para el hotelero de lujo, viajes, wellness y retail.
Al terminar sus estudios en
Arequipa, decidió buscar nuevas oportunidades en Lima. Tenía 18 años y un mundo por vivir.
Maribel también ha realizado producción musical para cine, espectáculos de videomapping y proyectos audiovisuales. Su música forma parte también del documental Virgilio, emitido por Netflix.
Igualmente realiza una residencia artística en Fabra i Coats (Barcelona) para producir un nuevo disco que lanzará con el sello discográfico Sound Earth Legacy (sello y ONG que trabaja para preservar el legado sonoro de la tierra) y el mes pasado, en el marco del Día de la Tierra, lanzó “Ultranatura”, su más reciente producción discográfica.
Para ella su pasión es su trabajo, entonces le preguntamos si considera que es un privilegio poder vivir de lo que amas. “Estoy de acuerdo y todo lo logrado también es el resultado de mucho trabajo. Al final sí, es como tu recompensa, explorar por distintos caminos. Y luego llegas a un punto sientes que todo valió la pena; el haber explorado en todos los ámbitos. Y sí, tienes razón, me siento muy agradecida con la vida”, concluye.
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(FIN) CFS/RES
Publicado: 26/6/2024