El río Amazonas tiene una extensión de 6,742 kilómetros y cubre los territorios de Perú, Colombia y Brasil. La zona posee una biodiversidad impresionante e inigualable.
Lago Titicaca, el lago navegable más alto del mundo
El Titicaca es el lago navegable más alto del mundo y está vinculado a las culturas quechua y aimara, siendo protagonista de muchas historias y leyendas.
El lago, de 8,462 kilómetros cuadrados, es la principal fuente de recursos de la Reserva Nacional del Titicaca y alberga una variada biodiversidad. Está rodeado por una tupida vegetación donde abunda la totora, está habitado por diversas islas donde destacan Taquile, Amantani y las islas flotantes de Los Uros.
La Unesco considera al lago Titicaca como el lago de agua dulce con mayor altitud del mundo y el más extenso de Sudamérica. La Jerarquía 4 fue entregada, específicamente a la Reserva Nacional del Titicaca, que cuenta con una extensión de 36,180.00 hectáreas. Se ubica en las aguas continentales del Lago Titicaca, a una altitud promedio de 3,810 metros sobre el nivel del mar.
Su presencia busca conservar la flora y fauna silvestre del lago Titicaca, apoyar al desarrollo socioeconómico de la región y mantener las tradiciones culturales que habitan las inmediaciones del lago. Al interior del área natural protegida se encuentran las áreas de uso ancestrales de 16 comunidades circunlacustres al lago Titicaca, con presencia de islas flotantes turísticas pertenecientes a las comunidades de Los Uros, Chulluni y Chimú. También, la comunidad San Pedro de Ccapi-Uros Titino, quienes viven en islas flotantes y dedican parte de su tiempo a la actividad turística.
Valle del Colca, hogar de volcanes y de uno de los cañones más profundos
El
Valle del Colca forma parte del Geoparque Colca y Volcanes de Andagua, declarado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y Cultura (Unesco). Además, es considerado el
primer Geoparque del Perú y el tercero de Sudamérica, al formar parte de la Red Internacional de Geoparques Mundiales.
Es importante mencionar que también alberga uno de los cañones más profundos del mundo. Se le considera, también, la tierra del Wititi, danza tradicional declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
El Valle del Colca se caracteriza por albergar un sinnúmero de andenes, edificados en su mayor parte por los Collaguas y Cabanas, quienes transformaron el paisaje natural de laderas inclinadas en un mosaico de escalinatas gigantescas, entre los 3,000 hasta los 4,000 metros sobre el nivel del mar.
Callejón de Huaylas, la cordillera tropical más bella del orbe
Ubicado en los Andes centrales peruanos, constituye uno de los lugares más impactantes del planeta, no solo porque configuran una gran cadena de montañas nevadas dueñas de una impresionante altura que invitan a contemplar su majestuosa belleza haciendo caminata o intentar coronar sus cumbres si se practica el montañismo.
Dentro de esta vastedad montañosa la publicación internacional resalta a la ciudad de Huaraz, considerada como la Capital del Trekking del Perú, dado que concita una creciente presencia de visitantes interesados en cubrir rutas de gran extensión para contemplar la bucólica belleza de los valles interandinos con su singular flora y fauna, lagunas de color turquesa y colosales picos nevados.
Una de las rutas más populares es la de Santa Cruz, de 45 kilómetros de longitud y que permite ascender en su punto más alto a 4,750 metros sobre el nivel del mar. En este periplo de inolvidable experiencia turística destaca el ascenso a la laguna Churup, conocida como la “Laguna de siete colores”, localizada a más de 4,000 metros de altitud y a pocos kilómetros de la ciudad de Huaraz.
Ayacucho, escenario histórico donde se selló la independencia de Sudamérica
Ayacucho es naturaleza, historia y fiesta. Nos invita a recorrer sus calles, casonas e iglesias coloniales como la basílica Catedral y el templo de Santo Domingo. Del mismo modo, disfrutar de sus fiestas llenas de color y sincretismo religioso como la notable Semana Santa.
Asimismo, conocer la destreza de sus artesanos herederos de una tradición cultural ancestral enriquecida con el paso tiempo
Requisito para visitar esta hermosa región es dejar que sus paisajes de desbordada naturaleza viva invadan nuestros sentidos. Y también conocer escenarios de capital importancia histórica como la Pampa de Quinua, donde tuvo lugar la célebre y victoriosa batalla de Ayacucho, el 9 de diciembre de 1824, que selló la independencia del Perú y de Sudamérica.
Cusco, capital arqueológica de América
Resulta difícil explicar la majestuosidad que representa el Cusco. Esta región reúne historia ancestral, modernidad y aventura con una mística que envuelve desde la Plaza de Armas cusqueña, pasando por monumentos emblemáticos como Sacsayhuamán y Coricancha, hasta lugares más alejados como Tambomachay.
Llenarse de energía en Moray, descubrir la impresionante arquitectura de Ollantaytambo y Písac, y sentirse un poco más cerca del cielo en la ciudadela inca de Machu Picchu, el principal atractivo turístico del Perú y una de las nuevas maravillas mundiales, son algunas de las sensaciones inevitables al visitar el “ombligo del mundo”.
Madre de Dios, epicentro de la mayor biodiversidad
Madre de Dios es la mejor representación del mítico edén, donde priman áreas protegidas con bosques infinitos, ríos sinuosos y abundante vida silvestre. Es por ello reserva de flora y fauna únicos en el planeta, así como refugio de especies en peligro de extinción como el lobo de río y el ciervo de los pantanos en áreas protegidas como la Reserva Nacional Tambopata y el Parque Nacional del Manu.
Deslumbrarse con el lago Sandoval, caminar por la selva de día y de noche con guía turístico, visitar la isla de los monos, práctica de káyac y canopy, observar la collpa de guacamayos, son algunas de las actividades que se pueden ejecutar en esta aventura a esta hermosa región, la más austral de la selva peruana.
Huacachina, único oasis de América
Es uno de los principales atractivos turísticos del departamento de Ica, que encandila cada vez más a los viajeros de todo el mundo que desean conocer y experimentar el formidable encanto del único oasis natural en el continente americano y que parece sacado de un cuento de hadas.
Calificado como un auténtico paraíso terrenal, rodeado de un impresionante desierto de arenas doradas, el oasis de Huacachina se viene posicionando cada vez más como uno de los mejores destinos turísticos de Perú.
Según cuenta una antigua leyenda quechua, la laguna Huacachina nació de las lágrimas de una hermosa mujer de ojos verdes que lloraba la muerte de su amado. Su profundo dolor dio origen a este cuerpo de agua, que hoy es un refugio de vida en medio de la aridez del desierto. La imagen de esta mujer, transformada en una sirena, es parte de la magia y el misterio que envuelven a este encantador lugar.
Visitar el oasis de Huacachina ofrece una experiencia única, donde los viajeros pueden, desde relajarse en las orillas de la laguna hasta aventurarte en emocionantes paseos en buggy, un tipo de vehículo capaz de desplazarse en superficies arenosas, o practicar sandboarding o deslizamiento en arena con ayuda de una tabla similar a la de skate, por las enormes y seductoramente bellas dunas del desierto iqueño.
Perú, centro de origen mundial del cacao
Siempre se pensó que los orígenes del cacao estaban en Centroamérica, pero investigaciones arqueológicas iniciadas hace cuatro años en Montegrande, ubicado en la provincia de Jaén, en la ceja de selva de la región Cajamarca, indican que este fruto se cultivó y domesticó hace más de 5,000 años por poblaciones establecidas en territorio amazónico peruano.
El arqueólogo peruano Quirino Olivera Núñez inició, en 2016, las excavaciones en Montegrande, un complejo arqueológico en forma de espiral, construido sobre un área de 600 metros cuadrados en la meseta de un cerro rodeado de arrozales y otros terrenos de uso agrícola.
En sus primeras indagaciones, Olivera detectó la posible existencia de tumbas con restos funerarios que incluirían semillas de cacao, entre otras que hoy se siguen cultivando en el fértil terruño de la ceja de selva peruana.
Gastronomía peruana, sabores que encandilan al mundo
El bien ganado prestigio de la gastronomía peruana, que ha convertido a nuestro país en uno de los principales destinos del turismo culinario en el mundo, se evidencia en importantes distinciones, frecuentes y extensos reportajes, entrevistas y artículos de renombradas publicaciones internacionales y la creciente llegada de visitantes que anhelan disfrutar la experiencia inolvidable de saborear maravillados los irresistibles y genuinos manjares regionales que son motivo de identidad y orgullo peruano.
El Perú posee una de las condiciones geográficas únicas en el planeta, expresadas en una diversidad de paisajes, regiones naturales, biomas, zonas de vida, ecorregiones, pisos ecológicos y ecosistemas que lo definen como uno de los países megadiversos del mundo. La gran variedad de ecosistemas se distribuye como un enorme mosaico a lo largo del territorio nacional en las tres regiones naturales: costa, sierra y selva.
Como consecuencia de ello surgió a lo largo y ancho del territorio peruano una vasta biodiversidad de cultivos oriundos cuya domesticación se remonta a, por lo menos, hace 8,000 años, como la prodigiosa papa, que salvó del hambre al mundo y que tiene más de 3,000 variedades identificadas.
En los fértiles valles y altiplano de los Andes peruanos también brotaron leguminosas como los más de 10 tipos frijol; granos como el maíz y sus 13 razas identificadas; cereales como la quinua y sus más de 3,000 ecotipos, la kiwicha o amaranto, la cañihua; así como los más de 3,500 tipos de ajíes que son pieza fundamental en la culinaria peruana; tubérculos como el camote, la yuca, la arracacha, la mashua, el olluco, el yacón; y en sus lagos crecen el cushuro y la espirulina, algas silvestres de grandes propiedades nutracéuticas. Y en esta emblemática cordillera existe una ganadería también diversa con camélidos, ovinos, vacunos, caprinos, a los que se suma la crianza de cuyes, domesticados desde tiempos ancestrales y que forman parte de la alimentación y la identidad de los pueblos andinos peruanos.
Si hablamos de la costa no podemos dejar de mencionar a alimentos genuinos como los pallares, los frijoles, los ajíes, el algarrobo, la lúcuma, el tumbo, el pacae, entre otros, a los que se suman los ingentes productos hidrobiológicos extraídos del mar peruano, el más biodiverso del planeta, con peces, mariscos y algas que las milenarias culturas peruanas supieron obtener de manera sostenible e incorporaron a su balanceada nutrición.
Y, finalmente, la selva peruana, la región natural más extensa del Perú, es toda una enorme despensa alimentaria expresada en frutos únicos como el aguaje, el cacao, el camu camu, la cocona, el pijuayo, el palmito, el ungurahui, el zapote, la yuca, los frijoles y ajíes amazónicos, así como una vasta gama de peces residentes en los ríos, lagos, lagunas y cochas selváticos.
Todo este conjunto de alimentos aprovechados sabiamente desde tiempos ancestrales por los peruanos constituye uno de los fundamentos de su vasta y variada gastronomía expresada en suculentas delicias que conquistan paladares en todo el mundo.
La preservación de la sabiduría y la tradición culinaria peruana se debe en gran medida a la existencia de las picanterías y las chicherías regionales, baluartes que salvaguardan las tradiciones culinarias ancestrales enriquecidas con el mestizaje cultural que caracteriza al Perú.
Es en esos “templos del sabor y del saber” donde existen elementos distintivos de la cocina peruana que podrían inscribirse en la Lista de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco.
En las picanterías, por ejemplo, se veneran a los ajíes, tubérculos, granos, legumbres, frutas, carnes y otros insumos peruanos, utilizándolos con maestría gracias a la sabiduría transmitida de generación en generación, en la preparación de suculentos potajes que tienen el sello de identidad cultural de la región donde se encuentran.
(FIN) LZD/MAO