Por Karina GarayA más de 70 días de la emergencia nacional a causa del covid 19, los esfuerzos de todos los peruanos están puestos en lograr sobrevivir a la pandemia. Pero ¿cómo anda nuestra curva de emociones frente a esta crisis sanitaria? ¿Nos estamos adaptando a la nueva normalidad o, por el contrario, prima la desesperanza y estamos a punto del caos generalizado?
Para el doctor Humberto Castillo, director general del Instituto Nacional de Salud Mental (INSM) del Ministerio de Salud, hay dos fuerzas emocionales que pueden presentarse en situaciones tan críticas: la curva adaptativa, que nos llevará a la superación y el desarrollo; y el comportamiento desadaptativo, que se nutre de la frustración y podría llevar al descontrol.
Las pandemias, afirma, también involucran procesos psicoemocionales que
generan emociones y reacciones.
“Ante una situación como la que enfrentamos, la primera respuesta emocional suele ser mantenernos en alerta. Aparece la emoción del temor y la preocupación, lo que nos lleva a buscar protección, a cuidarnos, ya sea a nivel individual como colectivo”, comenta a la agencia Andina.
Luego aparecerá la fase de resistencia, de aguantar, a veces en condiciones muy duras, muy extremas. Allí, las emociones que nos ayudarán a salir victoriosos serán la paciencia, la confianza y la esperanza.
La curva emocional adaptativa nos conducirá a una fase de recuperación, donde habrá ánimo,
espacio para crear, para visualizar algo mejor después de la crisis. Este proceso positivo culminará con una etapa de desarrollo, donde prima un optimismo realista, que permite a la población renacer.
Curva peligrosa
Así como esta crisis puede sacar lo mejor de los peruanos, su crudeza y contundencia puede sacar también su lado más oscuro, más infantil, narciso, individualista Esto pasaría si la mayoría desarrolla una curva desadaptativa.
“Esta curva arranca con la negación de la realidad. Las personas no aceptan que hay un problema, a pesar, incluso, de casos terribles muy cerca de ellas. Piensan ‘no me va a agarrar’. Lo niegan y por tanto no se cuidan, se exponen al riesgo”.
Cuando la situación se agrava y hay riesgo inminente, estas mismas personas entran en pánico y ya no creen en nadie.
“Entran en una gran desconfianza, empiezan a culpar a los otros de lo que les pasa porque (supuestamente) no los cuidan, porque los exponen, porque no se está haciendo lo correcto. Empiezan a defenderse, se resienten. Ser inicia una lucha de todos contra todos”.
El director del INSM explica que los grupos sociales que presentan una curva desadaptativa muestran después una rebeldía autodestructiva, en la que se instala “la cultura del naufragio, del sálvese quien pueda, provocando una sociedad más fragmentada, más individualista, más egoísta, más competitiva entre unos y otros”.
Quienes se identifican con este corriente psicoemocional experimentarán luego una fase de negligencia, dominada por la depresión y la impotencia, donde habrá comportamientos erráticos y hasta destructivos. El proceso terminará en inestabilidad y caos.
“Es un escenario que deja generalmente una sociedad con mayor crisis que cuando comenzó. Es lo que pasó tras el terremoto de Haití y que difiere de lo ocurrido tras el terremoto en Chile, en Concepción, donde la ciudad quedó más fortalecida, con mejores construcciones, una muestra de la curva adaptativa”.
¿Y cuál es la curva que prima en el Perú?
Para el experto, pese a la adversidad que enfrentamos a causa de la
pandemia por coronavirus, la mayoría de peruanos apuesta por la curva adaptativa.
“Estamos por arriba del 60% a 70% en la curva adaptativa. Ahora nos encontramos en la etapa de resistencia, del aguante. El
sistema de salud está haciendo de tripas corazón, ha crecido su capacidad de oferta en casi 10 veces. Es increíble. Hay muchas muestras de solidaridad. La gente está haciendo un esfuerzo enorme de su parte y, si sale, es porque se muere de hambre”.
Comentó que apenas un 20% a 25% de personas se encuentran en la curva contraria, “que por ratos muestra una conducta crítica, que genera desconfianza en las familias, en los barrios, en las instituciones, pero son los menos. Creo que desde los servicios de
salud mental podemos ayudar a desmontar emociones como el pánico, rabias destructivas, desconfianzas paranoides”.
Si nos encontramos -dijo el médico psiquiatra- ante personas con conducta desadaptativa, se debe mantener la calma y no dejar de ser comprensivo, pero sin perder firmeza en el cumplimiento de la ley.
“Hay una segmentación en el desarrollo emocional de la población. Hay un sector que actúa más como adulto y como tal requiere información para procesarla, tienen capacidad de confiar, de postergar conflictos, de manejarse racionalmente. Sin embargo, hay una población que actúa como un niño o un adolescente. Hay casos, incluso, como niños asustados o que hacen pataleta”.
Comportamientos sociales de este tipo, anotó, pueden inducir a que el gobierno actúe como un “padre malo, lo cual sería un error. Creo que la posición de un padre comprensivo aún con un niño rebelde es bueno, porque ese padre tiene la esperanza de que el niño en algún momento va a entender”, sostuvo en alusión a la forma en que el presidente de la República reitera la necesidad de seguir cuidándonos.
Como Alemania y Japón
Humberto Castillo felicitó a la mayoría de peruanos por la manera tan heróica en la que están afrontando esta
pandemia sanitaria y los alentó a “continuar haciendo lo correcto, manteniendo una actitud responsable, de cuidado, poniendo sus energías en mantener la calma y visualizando un futuro mejor, un país mejor”.
Comentó que los países que han aprendido de sus grandes crisis, que han buscado corregir lo que no estaba bien, luego han alcanzado la prosperidad. Puso como ejemplo a Alemania tras la Segunda Guerra Mundial y a Japón que, tras la guerra, quedó muy pobre y ahora evidencia un gran desarrollo, donde prima la solidaridad y el cuidado del otro.
“Creo que después de esto seremos una mejor sociedad. Mejorará nuestro
sistema de salud. Estamos aprendiendo que para estar bien no solamente tengo que estarlo yo, sino también el otro, los otros. Ahora estamos trabajando una cultura de nosotros más que del yo”, señaló.
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(FIN) KGR/RRC
Publicado: 1/6/2020