El Ejecutivo dispuso la suspensión de los desfiles, fiestas patronales y actividades civiles, así como todo tipo de reunión, evento social, político, cultural u otros que impliquen concentración o aglomeración de personas, durante el estado de emergencia nacional debido a la segunda ola del covid-19.
Así lo dispone el
Decreto Supremo N° 008-2021-PCM, publicado ayer en el boletín de Normas Legales del Diario Oficial El Peruano, que prorroga el estado de emergencia nacional, del
1 al 28 de febrero, por las graves circunstancias que afectan la vida de la Nación a consecuencia del
covid-19, y establece medidas para contener la segunda ola de contagios.
De acuerdo a la norma, también se encuentran prohibidas las reuniones sociales, incluyendo las que se realizan en los domicilios y visitas familiares, por razones de salud y a efecto de evitar el incremento de los contagios a consecuencia del covid-19.
Festividades regionales suspendidas
Las festividades regionales más emblemáticas que se celebran en enero y febrero y que han quedado suspendidas como consecuencia de las medidas adoptadas por el Ejecutivo son:
Concurso Nacional de Marinera
La sexagésima primera edición nacional y undécima internacional del concurso de danza regional más importante de la costa norte peruana, que se celebra tradicionalmente en la ciudad de Trujillo, dejará de celebrarse este año debido a que la región La Libertad presenta un nivel alto de contagio.
El repunte de contagios en La Libertad y en otras regiones del país impide la realización de este certamen que congregaba en el coliseo Gran Chimú a miles de parejas cultoras de esta elegante danza cuya belleza cautiva a todo el Perú y al mundo.
Carnavales
Los
carnavales constituyen la festividad más alegre y variada del Perú. Su celebración, en el mes de febrero, representa la entrañable identidad regional de los pueblos expresada en danzas, música y tradiciones colmadas de júbilo.
Lamentablemente, la segunda ola de la pandemia del nuevo coronavirus que afecta al país hace inviable este año la realización de esta expresión cultural en las diversas regiones donde se celebra, como el carnaval Tinkuy de Huánuco y el carnaval Huaytarino en Huancavelica (regiones con nivel extremo de contagio).
También se ha suspendido el carnaval cajamarquino, el carnaval ayacuchano y el carnaval Huanchaquero de Trujillo (nivel de muy alto de infección); así como el carnaval Riojano de la región San Martín y el carnaval Ucayalino (nivel alto de contagio).
Virgen de la Candelaria
La celebración semipresencial de la fiesta más fastuosa del folclor peruano y manifestación de sincretismo religioso que vincula la fe católica y el ancestral misticismo andino ha sido también suspendida este año por la Federación Regional de Folclore y Cultura de Puno, que organiza esta festividad.
Puno es una de las nueve regiones que presentan un nivel muy alto de contagio, por lo que se evita exponer a los danzarines y al público asistente a un posible contagio de la mortal enfermedad.
Tradicionalmente, la ciudad de Puno se convierte en febrero en el centro neurálgico de esta festividad que rinde tributo a su patrona, la Virgen de la Candelaria. Los más de 125,000 habitantes de la capital de la región altiplánica y los más de 100,000 visitantes procedentes de diversas regiones del Perú y turistas extranjeros aguardan con expectativa del inicio de esta festividad cuya fama trascendió las fronteras.
Debido a su enorme impacto, la festividad en honor de la Virgen de la Candelaria fue declarada Patrimonio Cultural de la Nación, en 2003, y Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, en 2014, por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Festival del Caballito de Totora
Tampoco se celebrará este año este emblemático festival, que se celebra en febrero en el balneario de Pimentel de la ciudad de Chiclayo, capital de la región Lambayeque (nivel de contagio alto), y que busca revalorar y darle importancia al caballito de totora, ancestral embarcación creada por la civilización Mochica, esencialmente para pescar.
La denominación de caballitos de totora responde a la particular forma de esta embarcación, parecida a un caballito de mar, así como al material del que está hecho. Se trata de la totora o junco, una fibra vegetal que crece en lagos ubicados cerca del litoral, en la costa, y también en la sierra y el altiplano.
Día del Puka Picante
La segunda ola del covid-19 impide que la celebración, el 2 de febrero, del Día de la Puka Picante, tradicional potaje que constituye un embajador de la suculenta y variada gastronomía de la región Ayacucho (nivel de contagio muy alto).
Este plato típico se prepara a base de papa con maní tostado molido, aderezado con ají panca y chicharrón de cerdo. Se sirve acompañado de arroz y ensalada, pues además de ser exquisito representa el espíritu guerrero ayacuchano.
Estas son algunas de las festividades regionales más emblemáticas, celebradas en los meses de enero y febrero, que han sido suspendidas como parte de las medidas adoptadas por el Gobierno para contener la segunda ola de contagios del covid-19.
(FIN) LZD/MAO