Por Susana MendozaAl alcanzar la certificación de primer destino turístico de carbono neutral en el mundo, Machu Picchu, enclavado en la provincia cusqueña de Urubamba, se convertirá en el nuevo referente del turismo nacional e internacional, y se posicionará como un lugar social y ambientalmente responsable.
Así lo manifestó el jefe de Operaciones de Green Initiative, Renzo Paino Díaz, para quien la certificación, cuando Machu Picchu califique como destino de carbono neutral, impactará positivamente en el Perú y el mundo, pues se convertirá en destino sostenible y amigable con el ambiente.
“Si Machu Picchu toma acciones para reducir su
huella de carbono, sus emisiones de dióxido de carbono, empezará a concientizar a la gente, la transformará, así como la idea de negocios e influirá, positivamente, en la comunidad y en los turistas. Tendrá un impacto positivo y será ejemplo para los demás destinos turísticos”, afirmó a la
Agencia Andina.
Tres pasos para ser carbono neutral
Para hacer realidad este sueño,
Green Initiative, institución responsable de elaborar el expediente de huella de carbono del
Patrimonio Mundial Cultural y Natural (1983), ha previsto empezar este trabajo la primera semana de noviembre, adelantó.
Por una cuestión de metodología, la confección del expediente técnico se dividirá en tres pasos, explicó el vocero de Green Initiative. En el primero se calculará la huella de carbono de Machu Picchu, para lo cual se hará un diagnóstico.
Es decir, se ubicará qué actividades y qué fuentes son las que emiten gases de
dióxido de carbono (CO2) en el santuario histórico, como combustibles, electricidad, mal manejo de residuos sólidos, que son las más frecuentes, o los incendios forestales provocados, detalló.
El segundo paso, indicó, tiene que ver con asumir una acción inmediata de liderazgo, establecer una compensación y lograr la certificación. Luego de que el equipo de expertos de la institución internacional determine cuál es la huella de carbono (emisiones de CO2) de Machu Picchu, el alcalde Darwin Baca León tendrá que comprometerse a ejecutar acciones climáticas para compensar esas emisiones.
Para tal fin, el burgomaestre distrital de Machu Picchu deberá ejecutar proyectos de reforestación, energía renovable, saneamiento básico, entre otros, que aseguren la reducción de
emisiones de CO2.
“En este paso elaboraremos el expediente, precisaremos la huella de carbono que tiene Machu Picchu y las compensaciones”, precisó Paino Díaz.
La compensación es un mecanismo para remediar el impacto que deja en el ambiente la emisión de CO2 de la fuente ubicada. Se logra mediante la compra de bonos o créditos de carbono, como también se le conoce, que es una especie de “canje”, que busca neutralizar las emisiones de CO2 propaladas, explicó el experto. El mecanismo lo aplica el organismo de
Naciones Unidas para el Clima, tras aprobar el documento.
Reducción y neutralidad de CO2
En el tercer paso, Green Initiative, organismo internacional que opera en el Perú desde el 2015, propondrá las metas de largo plazo, pues el objetivo es que Machu Picchu sea un destino de carbono neutral.
Al 2030, refirió, Machu Picchu debería reducir sus emisiones de CO2 en 45 %, de acuerdo a lo establecido por el Acuerdo Climático de París; y al 2050, disminuir lo máximo posible. “Lo ideal no es compensar sino dejar de emitir gases de efecto invernadero como el dióxido de carbono”, remarcó.
Aunque el representante de Green Initiative no precisó el tiempo que les demandará la ejecución de cada paso, se estima que en unos cinco meses se conocerá si esta maravilla del mundo moderno se convertirá en el primer destino turístico de carbono neutral en el planeta y, en consecuencia, un ejemplo pintado de verde.
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(FIN) SMS/JOT
JRA
Publicado: 18/10/2020