El Ministerio de Salud (Minsa), a través de la Dirección de Salud Mental, informó que ha atendido 133,678 casos de violencia contra la mujer entre enero y setiembre de este año.
“La
violencia puede ocasionar daños físicos como fracturas, golpes, infecciones de transmisión sexual (ITS), embarazo no deseado, aborto y otros que deben ser atendidos para salvaguardar la vida de la víctima”, indicó Herrera.
Por otro lado, entre los efectos en la salud mental se encuentran episodios de estrés agudo, de ansiedad o pánico, depresión, intento suicida, problemas por consumo de alcohol y drogas, trastornos de estrés postraumático y suicidio consumado.
“Estos problemas de salud mental que afectan al bienestar de las mujeres son tratados a través de los 155 centros de salud mental comunitarios implementados en todo el país que, a su vez, actúan articuladamente con los Centros Emergencia Mujer (CEM) con el fin de abordar cada caso de forma multisectorial”, refirió la especialista.
La psiquiatra resaltó que el tratamiento de la mujer víctima de agresión tiene un fuerte énfasis en el empoderamiento femenino.
“
El machismo y la normalización de la violencia está tan arraigados en la población que el tratamiento se debe complementar con un enfoque que ayude a cambiar la mentalidad de las personas para que nunca más sean víctimas de violencia”, añadió.
Por su parte, los CEM registraron la atención de 79,220 casos de violencia desde enero a octubre de este año, cifra menor a la que datan los establecimientos de salud, a pesar de ser este el centro especializado para su atención.