La costa desértica del Perú es un valioso archivo de la historia de la Tierra y de los ecosistemas marino-costeros. Esta vez entregó la llave para ofrecer una certeza a la ciencia: hasta hace cinco millones de años, los cocodrilianos vivieron en el mar a diferencia de ahora que solo lo hacen en agua dulce. Los fósiles del “Sacacosuchus cordovai”, una nueva especie hallada en Arequipa, ayudó a despejar el dilema de los científicos y determinar cómo fue la última gran diversificación de los cocodrilos marinos en el mundo.
“El aporte [a la ciencia] es fantástico, espectacular [gracias al] registro fósil que existe en la Costa”, en zonas como Sacaco, en Arequipa, y Ocucaje, en Ica, aseveró Rodolfo Salas-Gismondi, paleontólogo de la Universidad Peruana Cayetano Heredia y líder de la investigación.
“Nuestro trabajo aporta al conocimiento de la evolución de los cocodrilos y la evolución de los ecosistemas marino-costeros del mundo”, enfatizó en diálogo con la Agencia Andina.
Aunque en todo el mundo se ha encontrado fósiles de cocodrilianos (aligatores, caimanes, cocodrilos y gaviales) en ambientes marinos, nadie se había aventurado a decir que fueron animales marinos.
Dos pistas
Dos pistas hacían pensar a los científicos que los cocodrilianos sí eran marinos. La primera es que algunas especies actuales tienen sistemas para controlar la salinidad en sus cuerpos, pero viven en agua dulce (habitan ríos, ciénagas y pantanos).
“Eso es una contradicción, ¿para qué tienen un sistema fisiológico para controlar la salinidad si son animales de agua dulce? Muchos científicos coincidieron en señalar que era un rezago de una historia evolutiva de especies ancestrales que vivieron en el mar”, comentó.
La segunda pista fue que estos cocodrilos estaban distribuidos en todos los continentes; es decir, tuvieron que haber atravesado océanos y para ello debieron tener alguna capacidad para tolerar la sal en el mar.
“La salinidad es un problema para todos los animales, porque la sal seca la piel y hace perder el agua que se tiene en el cuerpo y la deshidratación puede causar hasta la muerte”, explicó.
Formación Pisco
Salas-Gismondi afirmó que esas dos sospechas “hicieron preguntarnos si había habido cocodrilos marinos o no”; nadie había podido responder hasta ahora porque no tenían el registro fósil de la Formación Pisco que “prueba contundentemente que sí hubo especies totalmente marinas”.
Para el paleontólogo peruano no había dudas de que eran marinos, pero necesitaba certezas, así que, junto a los investigadores
Mario Urbina y Diana Ochoa, en 2015 emprendió un estudio que le dé una evidencia sólida.
Tras varios años de trabajo y de encontrar nuevas pruebas se pudo construir una historia mucho más completa, porque además de describir un nuevo animal —Sacacosuchus cordovai, un gavial que vivía en la Costa peruana—, “toda la evidencia en conjunto nos ayuda a armar la historia de cómo fueron los cocodrilos marinos en el mundo. Ese es el aporte más sustancial”.
Nuevos fósiles en gran estado de preservación descubiertos en Sacaco y Ocucaje revelan que durante 14 millones de años (entre 19 y 5 millones de años atrás) dos especies de cocodrilianos habitaron el mar del Pacífico sudeste.
Estos reptiles marinos fueron el gigante Piscogavialis, de hasta 9 metros de longitud, y la nueva especie descrita en el estudio, Sacacosuchus cordovai.
Ambos pertenecen al grupo Gavialidae, el cual incluye cocodrilianos con rostros extremadamente largos y delgados (longirrostría), como se aprecia en sus únicos parientes vivientes: el gavial malayo (Tomistoma) y el de la India (Gavialis).
Para explorar cómo fue la evolución y extinción de los cocodrilianos marinos se incluyó el registro fósil peruano en una amplia base de datos de los cocodrilianos fósiles del Cenozoico descubiertos en todo el mundo.
El registro incluye individuos de diferentes tamaños, lo que indica que crecían, se alimentaban y morían en el mar. Los análisis demostraron que a pesar de que las dos especies vivientes de gaviales son estrictamente de agua dulce, la mayor parte de la evolución de estos ocurrió en el mar.
El estudio demuestra que todos los cocodrilianos que habitaron ambientes marinos fueron longirrostros y pertenecieron únicamente al grupo de los gaviales.
“Mientras los ríos y pantanos eran habitados por cocodrilianos con hocicos de todas las formas imaginables, en el mar solo habían gaviales con rostros largos y muy delgados”, señaló el paleontólogo de la Cayetano Heredia.
Se determinó que el pico de la diversificación de los cocodrilianos marinos ocurrió en el Mioceno tardío hace aproximadamente 8 millones de años, cuando Piscogavialis y Sacacosuchus habitaban las costas de Perú.
Este intervalo se caracterizó por una tendencia al enfriamiento en el planeta, por lo que su evolución no parece haber sido regida por la temperatura.
Los niveles relativamente altos y estables del mar que dominaron esa época parecen haber sido determinantes en su evolución, pues muchas áreas continentales del mundo estuvieron inundadas por el mar, lo que generó hábitats costeros ideales para los cocodrilianos.
“El pico de la diversidad en el mundo ocurrió hace 7 millones de años, eso coincide con un momento en el que en todo el planeta había costas parecidas a las de Sacaco: protegidas, someras, con islas; esos fueron los ambientes que propiciaron su diversificación, no fue la temperatura del mar como se postulaba antes”, sostuvo.
Luego vimos —continuó— que la extinción ocurrió hace 4 millones de años cuando desaparecen estos ambientes. En todo el mundo hubo un descenso en el nivel del mar y se acaban los ambientes costeros como los de Sacaco.
“La pérdida de hábitats causó la llamada extinción de la megafauna marina del Plioceno. Los cocodrilianos marinos se extinguieron durante este evento”, refirió Salas-Gismondi.
En suma, remarcó, “hemos podido establecer que esos cocodrilos vivieron en la Costa peruana durante 14 millones de años; estaban entre ballenas, delfines, tiburones, pingüinos. Esto es realmente extraordinario porque no se sabía que los cocodrilos habían sido marinos”.
La investigación fue promovida por la Universidad Peruana Cayetano Heredia y financiada por proyectos de ProCiencia/Concytec y el Banco Mundial.
Nueva especie
Sacacosuchus (significa cocodriliano de Sacaco) hace referencia a la zona de Sacaco, donde se descubrió la mayor parte de sus fósiles y cordovai honra la labor del profesor Jesús Córdova de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), por su incondicional apoyo a la paleontología en el Perú.
Se trata de una “novedad científica”; la especie no tiene parientes cercanos en Sudamérica. Sus ancestros habrían atravesado el océano desde otro continente para llegar a nuestras costas, lo que enfatiza su capacidad para lidiar con las aguas marinas.
Los fósiles del Sacacosuchus cordovai se encuentran depositados en el Departamento de Paleontología de Vertebrados del Museo de Historia Natural de la Decana de América.
Archivo de la historia de la Tierra
El paleontólogo peruano destacó que en los desiertos de Ica y Arequipa “tenemos 43 millones de años registrados en las rocas” y con ese registro se puede reconstruir la historia de los ambientes marino-costeros, de los animales que vivieron en ellos y de los ecosistemas que existieron.
“Somos privilegiados al tener esa información. Es un aporte importantísimo [a la ciencia]”, enfatizó en diálogo con la Agencia Andina.
Cual Archivo General de la Nación, que atesora el patrimonio documental del país, el desierto costero del Perú es “un archivo de la historia de la Tierra, de la historia de las costas y de los ecosistemas valiosísimos que tenemos que estudiarlo, preservarlo y valorizarlo”, sentenció Salas-Gismondi.
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(FIN) JOT