La pandemia por el nuevo coronavirus (covid-19) ha obligado a las autoridades a dejar de lado las tradicionales procesiones acompañadas de cientos de fieles en Chimbote, en honor a “San Pedrito”, catalogado como el patrón de los pescadores de este puerto ancashino.
En este mes de junio, los chimbotanos celebran sus fiestas patronales. Ferias, actividades culturales, misas y actos protocolares, han sido dejados de lado, debido a la emergencia sanitaria que se vive en Chimbote por el
covid-19.
Según el ultimo reporte de la Diresa Áncash, solo en este distrito hay 4,291 casos de esta enfermedad, convirtiendo a la ciudad en el “epicentro” de la
pandemia para el caso de Áncash.
Esta situación ha obligado que las autoridades religiosas suspendan las tradicionales actividades, que serán reemplazadas por misas que los fieles podrán seguir de manera virtual a través de la cuenta de Facebook “
Fiesta Patronal San Pedrito Chimbote”.
Se han programado misas desde el ultimo fin de semana y continuarán hasta el 30 de junio. La tradicional procesión marítima por la bahía de Chimbote que se realizaba el 29 del corriente, tampoco se hará.
Se han programado misas por el campesino, por el adulto mayor y el turismo, por la familia y la mujer, por las juventudes, por las instituciones de salud, por el niño, cultura y deporte, municipalidades, entidades de salud y por supuesto por los pescadores chimbotanos.
Cada institución enviará sus peticiones y las ofrendas serán víveres que serán distribuidos a los más afectados por la pandemia.
Primeros recorridos
La imagen de “San Pedrito” ya ha empezado sus primeros recorridos. A diferencia de años anteriores, lo ha hecho sin sus fieles y solo unos cuantos devotos.
En sus primeros recorridos por las calles de Chimbote, ha visitado el hospital La Caleta de Chimbote, la Municipalidad Provincial del Santa y el local histórico del Sindicato de Pescadores y Anexos de Chimbote, donde se elevaron oraciones por el descanso de los hombres de mar fallecidos a causa del covid-19.
Los recorridos han sido seguidos a través de redes sociales y por las ventanas y techos de las viviendas de los chimbotanos.