Se ubica a 206 kilómetros al noroeste de Lima y las investigaciones arqueológicas establecieron que esta urbe, construida hace más de 5,000 años, es la más antigua de Perú y de América, contemporánea con Mesopotamia, Egipto, India, China y Mesoamérica.
Caral representa el origen de la cultura andina y la Unesco la declaró el junio de 2009 como Patrimonio Cultural de la Humanidad. El complejo urbanístico está formado por varias construcciones, entre las que resaltan seis pirámides y sus plazas circulares. Por los instrumentos y restos encontrados hasta la actualidad se conoce que sus habitantes se dedicaron principalmente a la pesca y agricultura.
Fortaleza de Paramonga
Este complejo arqueológico es de origen Chimú y luego fue ocupado por los incas. Su principal edificio es la fortaleza, construida sobre un amplio promontorio rocoso. Constituye una pirámide de estructuras de adobe formada por cuatro plataformas macizas con recintos en la parte superior.
Plaza de Armas
Su moderna plaza rinde homenaje a la ciudad sagrada de Caral, allí se encuentra la Parroquia San Ildefonso de arquitectura neocolonial. y tiene un paisaje hermoso y una gran estatua.
Cristo Redentor
La imponente escultura de 20 metros de alto hecha de concreto y pintada de color blanco. Se ubica en lo alto del cerro colorado, rodeada por un mirador desde donde se puede apreciar las hermosas playas de la ciudad.
Casa de las Brujas
Se conoce así a la casa de huéspedes de Paramonga construida en 1920, propiedad de la familia Canaval. En 1923 pasó a propiedad del consorcio Grace y fue usado para dar hospedaje a los antiguos funcionarios de la hacienda. Su construcción de estilo europeo, edificado con quincha y madera, cuenta con cuatro pisos, una portada principal, un vestíbulo, sala y baño.
Circuito de Playas
Está conformado por playas de distintas características. Al norte se encuentran Chorrillos, Miraflores y Puerto Chico; al sur El Colorado, Bandurria y Atarraya.
También destaca la playa La Isla, conocida también como la “Isla del Faraón”, que invita a un baño refrescante en su apacible mar. Además de su belleza natural, tiene un gran cerro de arena de forma piramidal que ingresa al mar dividiendo la playa en dos: el lado norte, que es poco frecuentado; y el lado sur, zona preferida de los bañistas porque cuenta con un mar tranquilo y de olas pequeñas.
En la parte posterior de la isla, la erosión del mar y del aire sobre las rocas ha formado pequeñas pozas de agua marina. Se ubica a 10 minutos, aproximadamente, de Supe Puerto.
Gastronomía
La culinaria de Barranca encanta paladares gracias a la amplia variedad de insumos procedentes de su ubérrimo valle y del mar que baña su litoral, rico en especies hidrobiológicas, así como a la sazón de sus cocineras y cocineros herederos de una tradición gastronómica milenaria enriquecida con el aporte cultural afroperuano, europeo y asiático.
Uno de los potajes emblemáticos de la provincia de Barranca es el tacu tacu, potaje nacido de la mezcla armoniosa del arroz traído por los inmigrantes asiáticos con el frijol oriundo del Perú y de diversos tipos, se convierte en un solo cuerpo gracias a los acrobáticos saltos que protagoniza sobre la sartén y el fuego intenso que manejan experimentados cocineros.
Si bien puede saborearse solo, la tradición gastronómica maridó al tacu tacu con todo tipo de acompañamientos: desde el humilde huevo frito hasta salsa de mariscos, pescado frito, sábana de lomo, lomo saltado, a lo pobre (con plátano y huevo fritos), malaya frita, y sigue una lista interminable incrementada por la creatividad de los cocineros peruanos.
La oferta culinaria en Barranca incluye a platos a base de pato, cerdo y cuy, animales de crianza hogareña que también son protagonistas en otras provincias del Perú, así como a los pescados y mariscos que suelen presentarse en cebiche, sudados, fritos, en guisos, sopas, rellenos, entre otros tipos de preparación.
Otras preparaciones que suelen deleitar a los comensales son el “meneado de pavo”, un guiso elaborado a base de pavo (aunque también se puede utilizar carne de pollo o pato) aliñado con ají panca, maíz blanco molido y cocinado con manteca de cerdo. Va acompañado de yucas sancochadas. Debe su singular nombre a que es preparado en grandes ollas, en las que se tiene que mover (“menear”) constantemente hasta que tome sabor, color, aroma y consistencia.
También destaca la “sopa supana”, una tradicional sopa elaborada con menudencia de gallina y pava, presas de pavo, pan francés, huevo y aceitunas; así como el “picante de cangrejos”, preparado con cangrejos, ají panca y el ají amarillo o “escabeche”.
Y por tratarse de una provincia con amplio litoral y mar pródigo en recursos hidrobiológicos, en Barranca se puede degustar sabrosos cebiches, escabeches, parihuelas, frituras y sudados a base de diversos tipos de pescado y mariscos.
La travesía gastronómica culmina con postres que atrapan a los paladares más exigentes, como los “alfeñiques” o "melcocha", dulce tradicional y de rústica elaboración, que consiste en una masa elaborada con miel de caña de azúcar, mezclado con jugo de naranja y de limón. Al final se le agrega trozos de maní.
A este abanderado de los dulces en Barranca se suman los buñuelos, los alfajores, los turrones, los higos rellenos, entre otros.
Esta maravillosa oferta gastronómica se acompaña con tradicionales bebidas como la chicha de maíz en sus diversas variaciones, así como con vinos y pisco, el patriótico destilado de bandera oriundo del Perú.
(FIN) LZD/MAO