Los transportistas acuáticos lacustres del puerto Banchero Rossi, en la ciudad de Puno, han construido tres estructuras de madera: una de hasta 50 metros lineales y dos de 20 metros lineales, con un ancho aproximado de un metro y medio, ante la disminución del nivel del agua del lago Titicaca y que ha afectado la operatividad del desembarcadero.
El puerto Banchero, construido de concreto, quedó en tierra seca debido al retroceso de la masa de agua del lago Titicaca, que se alejó aproximadamente 2 kilómetros lineales, según las mediciones realizadas por el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) en Puno.
El director de esta institución, Sixto Flores Sancho, indicó que, según la última medición realizada a comienzos de semana, el nivel del agua se ha reducido en unos 54 centímetros, es decir, la disminución ha sido de 6 centímetros en comparación con agosto.
Uno de los transportistas acuáticos del puerto indicó que sus embarcaciones quedaron en tierra debido a la disminución del nivel del agua, lo que los obligó a tomar otras medidas para continuar con el servicio de transporte acuático.
"Queremos seguir trabajando, pero el agua se está secando. El problema es que las autoridades nos indican que esta zona ya ha sido concesionada", dijo, al mismo tiempo que señaló que dos de las tres estructuras ya habrían sido concesionadas.
En ese sentido, demandó a las autoridades un trato igualitario entre todos los transportistas, ya que todos necesitan trabajar para reactivar su economía, transportando a turistas internacionales, nacionales y locales a las islas flotantes de Los Uros.
Como resultado de esta reducción del nivel del agua en la había interior del lago Titicaca de Puno, más de 85,000 hectáreas de totorales en tierra seca se ven expuestas. Además, la fauna silvestre, como aves y otros seres vivos que habitaban la zona, se ve afectada, según informó el titular de la Autoridad Autónoma del lago Titicaca, Juan Ocola.
Además, este hecho también afecta a los productores de trucha y de crías de especies en el espacio acuático, a las empresas de turismo que llevan a miles de visitantes al año y a los pobladores ancestrales de la zona.
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(FIN) AAM/MAO