El secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, dijo hoy en Praga que su poder económico convierte a China en un desafío mayor para Washington que la Unión Soviética durante la Guerra Fría.
"Lo que está sucediendo ahora no es una Guerra Fría 2.0", afirmó Pompeo en un discurso ante el Senado de la República Checa. "El desafío de resistir la amenaza del Partido Comunista de China es, de alguna forma, mucho más difícil", agregó.
"El Partido Comunista de China ya está involucrado en nuestras economías, en nuestra política y en nuestras sociedades de una manera que la URSS nunca lo estuvo", subrayó el jefe de la diplomacia estadounidense.
Una alianza contra Pekín
Por ello, Pompeo pidió a sus aliados europeos que se unan a Washington contra Pekín, al que acusó de usar su poder económico para ejercer su influencia en todo el mundo. "Tenemos que explicar a nuestros ciudadanos el precio que pagarán las sociedades libres si no afrontamos esta amenaza", dijo.
"Tenemos que explicar qué tipo de escrutinio debemos imponer a la inversión china y por qué lo hacemos", aseguró Pompeo, quien llamó a construir esa alianza que frene a Pekín.
"El autoritarismo no murió en 1989", destacó Pompeo, en referencia al año en el que cayó el Telón de Acero y que puso fin a la denominada Guerra Fría.
El secretario de Estado sostuvo que "Rusia sigue intentando socavar" la democracia y la seguridad checas por medio de "campañas de desinformación y sabotajes".
Pero mayor es el desafío de China, reiteró, y señaló que Pekín ha tratado de ganar influencia en el país centroeuropeo en los estamentos políticos y militares.
Pompeo acusó al régimen chino de mentir y manipular, lo culpó de haber encubierto los primeros brotes de la pandemia, de internar en campos a un millón de miembros de la minoría uigur y de aplastar las protestas en Hong Kong.
Y elogió a las autoridades de República Checa -que estuvo bajo la orbita de Moscú hasta 1989- por su coraje para afrontar los desafíos de Rusia y de China.
Ofensiva contra el 5G chino
República Checa es la primera escala del viaje de Pompeo por cuatro países centroeuropeos con la intención de contrarrestar la influencia energética rusa y, sobre todo, la tecnológica china con el desarrollo de las redes 5G.
Las relaciones entre Praga y Pekín atraviesan momentos difíciles después de que el ayuntamiento de Praga acordaran un hermanamiento con Taipei, capital de Taiwán, un país que China considera una provincia rebelde.
La decisión praguense y la exigencia del embajador chino de expulsar de la capital checa al representante diplomático de Taiwán provocaron la ruptura del hermanamiento que había entre Praga y Pekín.
Pompeo elogió además al presidente del Senado checo, Milan Vystrcil, quien visitará Taiwán a finales de este mes, lo que ha despertado grandes críticas de Pekín.
En mayo pasado, Praga y Washington firmaron una declaración conjunta sobre seguridad en la tecnología 5G y calificaron de "vital" la protección de las redes de comunicaciones para garantizar la privacidad y las libertades de los ciudadanos.
Con todo, Praga no ha decidido de forma definitiva descartar a la compañía china Huawei del desarrollo de su red de 5G.
Abandono masivo
El pasado diciembre, los ministerios checos decidieron desprenderse de los teléfonos móviles del fabricante chino Huawei tras la advertencia del organismo estatal de seguridad cibernética sobre posibles filtraciones de información sensible a la inteligencia china.
En el último año varios países europeos, incluidos República Checa y Polonia, firmaron acuerdos con EEUU en los que se comprometían a que los proveedores de 5G no estarían bajo control de un gobierno extranjero sin judicatura independiente, una fórmula que busca dejar fuera a las empresas chinas.
Eslovenia firmará un acuerdo similar con EEUU mañana en Liubliana, la siguiente parada de Pompeo en su gira por cuatro países centroeuropeos que le llevará a Austria el viernes y a Polonia el jueves.