En el Día Internacional de la Mujer, el Banco de la Nación reconoce la encomiable labor de todas sus colaboradoras en el país, que no han dejado de atender a usuarios y clientes pese a la pandemia del covid-19. Este agradecimiento se plasma a través de las historias de Mercedes Guillén y Kellyn Ibarra, funcionarias de la agencia de Huancayo (Junín), quienes en apenas un mes han reabierto tres agencias que fueron cerradas por casos del nuevo coronavirus.
“Le llamo en un rato, por favor. Estoy atendiendo”, es la frase con la que Guillén, administradora en la Agencia 2 Huancayo, responde a todas sus llamadas. Con nueve años trabajando en el Banco de la Nación su principal prioridad es el público.
Ella labora ahora en Cerro de Pasco junto a Kellyn Ibarra, jefa de caja de la Agencia 2 Huancayo. Ambas dejaron a sus familias el 2 de marzo y viajaron de forma voluntaria hasta dicha ciudad, luego de que la agencia cerrara tras detectarse un contagio con el nuevo coronavirus. Pero esta no fue su primera misión.
Mercedes y Kellyn tienen dos hijos cada una. La primera vez que ambas decidieron viajar fuera de Huancayo para atender agencias cerradas fue el 8 de febrero. Aquel día llegaron hasta la Agencia 2 La Merced, donde la población beneficiaria se estima en 20,000.
Continúa la misión
Tras cumplir con el protocolo de desinfección, se instalaron y empezaron a recibir a todos los usuarios bajo estrictas medidas de seguridad. “Nos preocupan mucho los ancianos y las personas que tienen la necesidad de cobrar sus giros, su pensión y sus bonos. No se les puede dejar sin atención”, dice Kellyn sobre el porqué aceptó aquella primera misión.
Pero después de La Merced no volvieron a casa. El 17 de febrero estas dos mujeres coraje se trasladaron a la Agencia 3 San Ramón, que también había sido cerrada por un caso de coronavirus. Aquí suman 15,000 los usuarios que necesitaban de su banco.
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Mercedes explica que cuando hay algún cierre de agencia en esta coyuntura de pandemia “las quejas se hacen constantes, porque la población se perjudica económicamente”.
Sin embargo, ambas son conscientes de que deben cuidarse para protegerse y para proteger al público que va al banco: “Seguimos todos los protocolos, usamos alcohol en gel para cada atención, nos lavamos las manos cada 15 minutos y nos cubrimos hasta el cabello. Donde sea que trabajemos, el riesgo es constante”.
Compromiso
Después de La Merced, San Ramón y Cerro de Pasco hay otra misión a la que Mercedes y Kellyn han decidido asumir; se trasladarán, el 10 de marzo, a la Agencia 2 Jauja, que hoy tiene las puertas cerradas y es fumigada tras una alerta de contagio.
“Jauja está más cerca de casa. Cerro de Pasco fue algo más duro por la altura, pero nos han recibido bien”, cuenta Kellyn, quien tiene 13 años como colaboradora del Banco de la Nación.
Así como ellas, muchas mujeres, movilizadas por un gran compromiso, trabajan a diario en el Banco de la Nación para brindar atención a los clientes y usuarios. “A ellas nuestro reconocimiento”, enfatiza dicha entidad crediticia.
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(FIN) NDP/TMC/JOT
Publicado: 8/3/2021